viernes, 30 de noviembre de 2012

John Williams (Compositor)


John Williams

John Towner Williams, Nueva York (Estados Unidos), 1932.


Si decíamos de Ennio Morricone ser el responsable de hacer popular la música de cine, John Williams ha sido el encargado de llevarla a lo más alto.

Este compositor y director de orquesta cuya carrera se extiende a lo largo de cinco décadas en el séptimo arte, es el autor de varias de las bandas sonoras más famosas de la historia del cine. Aunque también haya realizado numerosas composiciones fuera del plano cinematográfico, donde ha realizado las melodías de varios Juegos Olímpicos, series de televisión o piezas de concierto.

Ha recibido el Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood en 5 ocasiones y ha sido nominado en… ¡¡50 ocasiones!!... Y sumando. Pero no sólo ha obtenido el reconocimiento de la academia norteamericana, además puede vanagloriarse de haber sido nominado en 21 ocasiones a los Globos de Oro y alzarse con 4 de ellos, 59 nominaciones a los GRAMMY de los que consiguió hacerse en 10 ocasiones con la preciada gramola, 15 veces ha optado a los BAFTA, de los que se llevó 7...
Es por ello uno de los compositores más reconocidos en la música del Séptimo Arte y no sería nada descabellado decir de él que es “El mago de las bandas sonoras”. Tiene la cualidad de hacer aparecer con una facilidad pasmosa grandes éxitos musicales cinematográficos, como si su batuta fuera la varita de un conocido niño mago del que hablaremos a continuación.

Williams, como ya viéramos con el insigne Ennio Morricone, cuya obra se caracterizaba por la imbricación de sus composiciones en la acción del film,  ha dejado su sello personal en la música del séptimo arte. Esta se caracteriza, además de por el uso de grandes orquestas sinfónicas, por su influencia de los autores románticos, siendo considerdo por ello como un neoromántico. Él ha sido el encargado de rescatar del olvido las obras de esos grandes autores del tardoromanticismo que se convirtieron en los artífices de la música de los inicios del cine cine sonoro. Así su obra se ha nutrido de grandes autores como Max Steiner o Erich Wolfgang Korngold, además, de emplear magistralmente para sus trabajos uno de los brillantes recursos acuñado por el autor por excelencia del romanticismo alemán, Richard Wagner, el leitmotiv: "Composiciones hechas para un personaje, objeto o lugar". Encontrándonos algunos tan significativos como la “Marcha Imperial” creada para el malvado Darth Vader en Star Wars  o el repetitivo y acongojante tema que acompañaba las terroríficas entradas del temido escualo de “Tiburón”. 

Tras ver el currículo de tan magno compositor, como podréis imaginar, tratar toda su obra aquí sería una tarea harto difícil y sin ningún sentido, ya que este post se haría demasiado extenso.
Como mi intención no es esa, solo veremos los temas más significativos, aquellas melodías con las que nos ha ido acompañado, a algunos más que a otros, a lo largo de nuestras vidas. Aun así, tengo que reconocer que me ha resultado bastante difícil hacer la criba de los temas a tratar, por lo que no prometo nada. Una vez dicho esto, comencemos a desgranar su carrera artística en el mundo del Séptimo Arte.

Con un autor que no es ningún principiante en esto de las bandas sonoras, inicia su carrera para el séptimo arte a finales de los cincuenta, no siendo hasta finales de la siguiente década cuando empieza a recoger sus primeros frutos. Su primera etapa se desarrolla fundamentalmente escribiendo piezas para series de televisión o comedias, entre las que destacan la melodía de la serie de ciencia ficción "Perdidos en el espacio" (1965-1968). Poco a poco va adquiriendo un mayor renombre en la academia de cine, llegando su primera nominación al Oscar en 1967 con el drama de Mark Robson: "El valle de las muñecas", su siguiente nominación llegaría dos años más tarde gracias a la composición para el film: “Los rateros” (Mark Rydell, 1969), película que contó con Steve McQueen en el papel protagonista y para la que Williams compone una emotiva banda sonora.

Pero su primer Oscar llegará en forma de mejor banda sonora adaptada en 1971, al realizar la adaptación de la partitura del musical de Broadway: “El violinista en el tejado” que Norman Jewison llevaría a la gran pantalla.

No siendo hasta 1972 cuando lograría su primer gran éxito por una obra original, este llegaría con la composición para claustrofóbica odisea vivida por los supervivientes de la catástrofe marítima del megacrucero Poseidón, “La aventura del Poseidón” (Ronald Neame, 1972). La cual dio pie a pensar que lo encasillarían como compositor de obras de desastres, ya que tras esta le siguieron “El coloso en llamas” (John Guillermin e Irwin Allen, 1974)  y “Terremoto” (Mark Robson, 1974), en las que demostraría su gran capacidad para componer para este tipo de género.

Pero nada más lejos de la realidad, en ese 1974 compondría por primera vez para un novel director con el que iba a mantener una larga y exitosa asociación. relación con la que rompería todas las expectativas y especulaciones que se habían hecho sobre el futuro de su carrera artística.
Pues sí, ya que en 1974 trabajaría por primera vez con un joven y prometedor Steven Spielberg, al que compone la melodía de la película “Loca evasión”. Film que pasaría sin pena ni gloria, por lo que nada hacía presagiar en ese momento lo que vendría a continuación. Y no se hizo de rogar, tan solo un año más tarde consigue el que es su primer Oscar a mejor banda sonora original, por un film, en el que sólo escuchar el inicio de la melodía nos pone los pelos de punta, me refiero a la banda sonora de: “Tiburón” (Steven Spielberg, 1975). 
Quien por aquella época pasara unos días de solaz junto al mar, seguro que, en más de una ocasión, se daría la vuelta con un escalofrió recorriéndole por el espinazo cada vez que la dichosa melodía le daba por rondar por la cabeza.

Un año más tarde, componía para el film bélico “La batalla de Midway” (Jack Smight, 1976). Basado en la batalla naval de La Segunda Guerra Mundial del mismo nombre. Con ella nos hacía intuir hasta donde podría llegar en el momento que se le requiriera componer Marchas u Himnos.

La década de los setenta nos deja un periodo bastante productivo y exitoso. Así, en 1977 conseguía su segundo Oscar a mejor banda sonora original, cuando crea la que es considerada una de sus grandes joyas. Me refiero a la mágica obra realizada para la película de batallas estelares: “La Guerra de las Galaxias” (George Lucas, 1977). La misma que años más tarde, tras la aparición de una nueva trilogía, pasaba a llamarse “Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza”.
Ese mismo año, era doblemente nominado ya que en la misma categoría aparecía otra banda sonora del autor. Mucho menos épica, pero no por ello menos bella, estaba la del también film de Ciencia Ficción: “Encuentros en la Tercera Fase” (Steven Spielberg, 1977), hecho que aunque parezca curioso, no era la primera vez que ocurría, ya se había dado en 1972 y 1975... Y no sería la última, se repetiría en 1982, 1984, 1987, 1989, 1995, 2001, 2005 y 2011... de momento, ya que nuestro autor aunque de avanzada edad sigue muy activo.

En el año 1978 vuelve a componer otra obra maestra. Como tenía que ser, ya que era la encargada de acompañar al tristemente malogrado Christopher Reeve en su papel de hombre de acero: “Superman” (Richard Donner, 1978), trabajo por el que, inexplicablemente, se tendría que conformar con la nominación al Oscar.

En la década de los ochenta no bajaría el listón, sino todo lo contrario, así en 1980 nos deleita con su banda sonora para el nuevo episodio (ahora V) de Star Wars:  “El imperio Contraataca” esta vez dirigida por Irvin Kershner. En ella, nos vuelve a ofrecer otra gran composición, sólo que en esta ocasión el gran afortunado sería el lado oscuro, ya que ella incluye el sublime tema: “Marcha Imperial”. Y ¿qué significa esto?... Efectivamente… una nueva nominación.

Al año siguiente, no conforme con todo lo realizado nos vuelve a sorprender, esta vez con la composición para el film sobre las aventuras de un intrépido arqueólogo, Indiana Jones, en “En busca del arca perdida” (1981). De nuevo de la mano de Steven Spielberg y con Harrison Ford en el papel protagonista. Y una vez más… le cae la nominación.

Y como no hay dos sin tres, en 1982 compone “E.T., el extraterrestre” (Steven Spielberg), y a la tercera va la vencida, así que este año… sí consigue alzarse con el premio gordo gracias a la emotiva melodía que acompañaron las aventuras de Elliott y su amigo intergaláctico.

Aunque su trabajo en este momento esta centrado especialmente en la gran pantalla, en 1985 encontramos algunas melodías que merecen la pena ser tratadas, aunque fueran realizadas para pantalla pequeña. ejemplo de ello lo tenemos en la melodía de la serie fantástica de su gran amigo: “Cuentos asombrosos” (Steven Spielberg, 1985-1987). O el tema de apertura realizado para el noticiario de la NBC "Times", para el que compone "La mission". Impresionante melodía que muchos intentamos ubicar en algún film de Spielberg, pero que pertenece a un informativo. Como ocurriera un año antes cuando compuso la fanfarria para la entrega de medallas de la Olimpiada de Los Ángeles de 1984, emotiva fanfarria con la que, sin menospreciar a Bill Conti, ya hubiera querido Rocky Balboa celebrar con ella sus sufridas victorias.

El resto de la década sería de éxito en éxito, acumulando nueve nominaciones más a su ya dilatada lista, pero si me tengo que decantar por alguna de ellas, será por esta: “Indiana Jones y la última cruzada” (Steven Spielberg, 1989), bella composición de aires místicos, que devuelve la fuerza perdida en la anterior entrega.

La década de los noventa sería un poco más "floja", con sólo ¡¡¡nueve nominaciones a mejor banda sonora original!!!... Oscar incluido entre ellas, y tres más a mejor canción original. Toda una minucia.

Especial incapié haremos en el año de 1993, año especialmente reseñable, ya que en él compone la banda sonora de “Parque Jurásico”, de nuevo para Steven Spielberg. Banda sonora que si bien se encuentra entre las más célebres del autor, no lograba la nominación a mejor banda sonora. Algo que no tuvo que preocupar mucho al autor, ya que ese mismo año se llevaba el que ha sido su último Oscar. El logrado por la melodía de otro de los filmes de Spielberg: “La lista de Schindler”. Con una banda sonora mucho menos efectista pero mucho más emotiva. Ambas muy acorde a la temática de sus respectivos filmes.

Antes de finalizar la década e iniciar el nuevo milenio, vuelve a ponerse a las órdenes de Georges Lucas, quien en un intento de recuperar el prestigio alcanzado tras su trilogía galáctica, vuelve a dar vida a su engendro con desigual fortuna, ya que si George Lucas se estrella en una precuela para la que crea personajes tan ridículos como el orejudo que hizo graznar hasta el más fervoroso seguidor, Jar Jar Binks; por su lado nuestro estimado compositor mantiene el tipo y logra hacer que Lucas no haga el más espantoso de los ridículos, creando temas tan fantáticos como el "Duel of the fates" que acompañaba el "Episodio I: La amenaza fantasma" en 1999. El bello tema de amor "Across the Stars" que aparecía en el "Episodio II: La guerra de los clones" en 2002. O temas hermosamente lúgubres del "Episodio III: La venganza de los Sith" (2005), en los que nos hará partícipe de como va ganando la batalla en el interior de Anakin Skywalker su lado más oscuro. Brillantes temas como "Anakin's Dark Deeds" o "Battle of the Heroes".

Al inicio del milenio, ya a punto de cumplir los setenta, nos dejará con otra de esas obras imborrables, la que acompañará al niño mago: “Harry Potter y la piedra filosofal” (Chris Columbus, 2001). Saga en la que trabajará durante los tres primeros filmes y en la que aun sin contar con su presencia se mantuvo su tema principal. Y nueva nominación.

En 2004 tendremos la banda sonora en la que se incluye el estupendo y simpático tema "The Tale of Viktor Navorski". Perteneciente a la película "La Terminal" de... sí, Spielberg. 
O la dulce melodía del film “Memorias de una Geisha” (Rob Marshall, 2005). Con la que lograba otra nominación.

Las últimas composiciones, ya entrada la segunda década del nuevo milenio, han sido para tres de las superproducciones de Spielberg: “Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio” (2011), “War horse” (2011)  y “Lincoln” (2012) todas ellas nominadas al Oscar.
O la última nominación al Oscar y Globo de Oro, "La ladrona de libros" (Brian Percival, 2013), para la que compone una delicada y vital banda sonora, que nos aleja del dramático acontecimiento en el que se desarrolla la historia para redundar en la tenacidad y ternura de nuestra joven protagonista.

Como hemos podido observar, aquí tenemos un claro ejemplo de lo que se denominan parejas de cine, en este caso la relación se establece entre compositor/director. Ya que Williams puede jactarse de haber sido él autor de la mayor parte de las melodías que han acompañado a los grandes éxitos de Spielberg. 
Y como nuestro veterano autor se niega a tomarse el merecido descanso que le corresponde, algo que los bsoadictos agradeceremos eternamente, parece ser que, no contento con haber acompañado al Rey Midas del la meca del cine durante todo este tiempo, ahora quiere continuar con quien se postula como su posible sucesor, el Sr. J.J. Abrams. Así que, como quien hubiera hecho un pacto con el tiempo, parece haber aceptado hacerse cargo de la banda sonora de la que será la tercera trilogía de "Star Wars" (Episodios VII, VIII y IX). Filmes que esperan tener su estreno en 2015 y termino en 2019.

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

martes, 27 de noviembre de 2012

Jean-Pierre Jeunet (Director)


Jean-Pierre Jeunet
Roanne (Francia), 1953
Hoy me  voy a saltar el guión y hablaré de un director. 
Como ya sabemos, entre las funciones del director, no entra, la de ser el  encargado de componer las bandas sonoras de sus películas. Aunque no siempre sea así, de hecho, tenemos casos de directores todo-terrenos, como nuestro oscarizado Alejandro Amenabar. Quien, además,  no es un hecho aislado, ya que hay algunos más… no muchos… pero sí algunos. Ejemplo de ello son los directores Emir Kusturica o el polifacético Clint Eastwood.
No es el caso que no trae hoy aquí. Jeunet no ha compuesto para ninguna de sus obras, pero sí es uno de esos directores que les gusta dar un punto más de protagonismo a la música en sus obras.
Está claro, que para que se dé la simbiosis perfecta entre banda sonora y película, tiene que haber un total entendimiento entre compositor y director, más aun, si son distinta persona, pero más claro está aun, que es el director el que debe propiciar  este hecho, ya que el artífice de la obra es él.
Pues bien, este señor nacido el 3 de septiembre de 1953 en la ciudad de Roanne, del Loira francés, y con no muchas películas a sus espaldas (sólo 6 films). Es el padre de varias de las mejores obras que ha dado la filmografía francesa en los últimos años. de entre ellas, podemos destacar:
Delicatessen” (1991). Original obra de estética depresiva que nos sumerge en una imaginaria Francia de posguerra, de la mano de unos extraños vecinos de un extraño edificio, que nos recuerda en su estructura al cómic de Francisco Ibáñez "13 , Rue del Percebe". 
Fruto al trabajo de co-dirección junto a Marc Caro en 1991, unión que ya había dado sus frutos en 1981 con el cortometraje “The Bunker of the Last Gunshots”, y que posteriormente daría lugar al que sería su último trabajo juntos como directores (hasta el momento):  “La ciudad de los niños perdidos” en 1995. 
A partir de aquí cada uno seguirá su camino por separado… en el apartado de dirección, ya que colaborarían en el montaje de “Alien Resurrection” en 1997.
O la que fue su primer trabajo en solitario, tras la separación con Marc Caro, la aclamada, “Amelie” (2001). 
En ella, podemos observar un cambio de registro, apreciando como se dulcifica el ambiente y el argumento. Para ello da mucha más luminosidad al film, pero manteniene el juego de colores y la originalidad argumental. Y, aunque lejos de la ficción de las obras precedentes, nos mantiene en una especie de realidad onírica, acentuada por la magnifica composición de Yann Tiersen.
Tras una nueva pausa, realiza en 2004 la que será su segundo trabajo con Audrey Tatou como actriz protagonista (tras “Amelie”) en “Largo domingo de noviazgo”. Interesante película donde mantiene su estilo positivista en un lúgubre mundo de posguerra.  Más similar en su temática lúgubre a las obras co-dirigidas con Marc Caro, pero sin llegar soltar del todo la ingenuidad y el positivismo que tan bien supo pasear por las pantallas la señorita Tatou, y que, tan buenos resultados dieron en su anterior película.
No es hasta 2009 (aunque en España se estrenó en 2011), cuando nos vuelve a deleitar con  una nueva película, en este caso se trata del film francés: “Micmacs”.
Se podría decir, que es una mezcla entre "Delicatessen" y "Amelie", pero ninguna de las dos. En ella vuelve, como hizo con la primera, a tomar protagonismo las composiciones musicales que, de nuevo, dejan de ser un mero acompañamiento. Pero en ella falta algo que,  incluso así, no deja que llegue a la altura de las dos anteriores.
No podemos hablar de Jaunet, sin mencionar a su actor talismán, Dominique Pinon. Intérprete que ha acompañado en toda la filmografía a este director, a excepción del corto de 1981 The Bunker of the Last Gunshots, donde no participó. Aunque en contadas ocasiones haya conseguido el papel de actor protagonista, caso de “Delicatessen”, para en el resto de sus películas lo ha hecho como actor de reparto. Bien es cierto, que al ser muchas de ellas obras corales los actores de reparto tienen bastante protagonismo, por lo que las actuaciones de Pinon tienen un peso importante en sus películas. 
Pues bien... no vamos a hablar de este director y su obra, sin mencionar a los compositores que le acompañan en este periplo, ya que es, precisamente, lo que nos trae aquí.
Comentar, que tan solo dos, han conseguido repetir colaboración con el director. El francés originario de Argentina Carlos D'Alessio, el cual compondría la banda sonora del corto “Foutaises” (1989) y de la fantástica “Delicatessen”  (1991). 
Con este film me surge un serio problema… no sé por qué temas decantarme para ponerlos de muestra, al igual que me ocurre con la banda sonora de “Micmacs”. Pero si tengo que elegir  alguno, me quedaría con estas: “Tika Tika Walk” y “Acordeón Valse”, esta última con un estilo muy francés. Pero también tenemos la que es mi preferida: “Duo”. No sé si es por los instrumentos con los que está  interpretada: una sierra musical y un violonchelo, no sé si es por su original composición, lo cierto es, que me parece un trabajo muy curioso. No sé que pensaréis vosotros, pero a mí me parece bastante original.
El otro en repetir, será el neoyorkino Angelo Badalamenti, más conocido por ser el autor de la banda sonora de la popular serie de televisión “Twin Peaks” (David Lynch, 1990), con el cual trabajará para “La ciudad de los niños perdidos” (1995) y “Largo domingo de noviazgo” (2004), esta última, bella composición romántica de una gran fuerza. 
El resto son, el norteamericano John Frizzell, con el que trabajó para “Alien Resurrection” (1997), la menos original para mi gusto. 
Y el autor de mi preferida, el francés Yann Tiersen. Encargado de componer la banda sonora del film “Amelie” (2001), en el que lograría una de esas bandas sonoras que pasarán a la historia, con dos de las melodías más bellas que se han compuesto en los últimos tiempos para una banda sonora “La Valse D'Amelie” y "Comptine d'un autre été:l'après midi". Pero aquí solo haremos una escueta mención, ya que de este autor y de esta obra hablaremos más adelante.
Y por último, pero no por ello peor, el compositor de la melodía de “Micmacs” (2009), cuya autoría corresponde al, también francés, Raphaël Beau. Debo reconocer, que aunque la película me desilusionó,  no me ocurrió lo mismo en el plano musical, el cual me dejó un grato sabor de boca. De nuevo, el director consigue del compositor que, como ya ocurriera en "Delicatessen", realice unos temas que jueguen con el film. Sólo que en este caso, las melodías cambian sus ritmos lúgubres y suaves por otros más rítmicos y alegres de aires afrancesados. Como muestra de ello, os dejo  los temas “Diabolique” y “Larrons en foire”, en ellos podemos apreciar lo que os comento.
Espero que haya sido de vuestro agrado.
Un saludo. 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Ennio Morricone (Compositor)



Ennio Morricone
Roma (Italia), 1928.
Nadie merece ser tratado en este espacio tanto como él, a Morricone se le considera el precursor en la divulgación de este género musical, se puede decir que él ser el culpable de hacer popular esta música tan singular.
Antes de él, la música de cine consistía en un mero acompañamiento del film, cuyo fin, era dar un mayor o menor énfasis a la escena, pero este señor consigue unir la melodía a la escena, la imbrica de tal manera que no hacen falta palabras para saber que se dice en ella, ya que, su música habla donde no llegan las palabras, él, logra que pase a ser parte actuante y la convierte, no tan sólo en un interprete más, sino que ella adquiere el papel protagonista.
El punto álgido de esta simbiosis lo consigue junto a Sergio Leone en el género del Spaghetti Western, aunque no me extenderé en este tema ya que ha sido desarrollado en el apartado “El Western”, allí podréis ver un claro ejemplo de lo que os hablo en la escena "El duelo final" del film “Hasta que llegó su hora”.
En sus más de 500 colaboraciones para el cine o la televisión, puede alardear de haber trabajado con gran parte de la flor y nata de la dirección cinematográfica italiana, entre los que se encuentran el ya mencionado Sergio  Leone y algunos más como Tornatore, Bertolucci, Pasolini o Pontecorvo entre otros. Así, como con ilustres cineastas Europeos y Norteamericanos, entre los que podemos destacar a Roland Joffé, Brian de Palma, e incluso, nuestro Pedro Almodóvar (Átame, 1990), o más recientemente, con sus colaboraciones para Quentin Tarantino.
Curiosamente, ninguna de sus obras ha conseguido llevarse el Oscar, aunque, él, fuera galardonado  con el Oscar honorífico “a su trayectoria”. Entregado en un emotivo acto por el mismísimo Eastwood en 2007.
Como comentábamos anteriormente, lo que caracterizo sus inicios, fue su vínculo con el "Spaghetti Western",  genero para el que compuso, entre otras, la popular banda sonora de la famosa “Trilogía del Dólar” de Sergio Leone (ya tratadas en “El Western”).
Películas, que sirvieron como trampolín a la fama al mismísimo Clint Eastwood. Para las que se acompañó del inconfundible silbido de nuestro compatriota Francisco Rodríguez (Kurt Savoy).
U otras, quizás alguna menos conocida, pero no por ellos peores, como "Hasta que llegó su hora" (Sergio Leone, 1968) o “Mi nombre es ninguno” (Tonino Valerii, 1973), también tratadas en “El Western”.
Aunque aprovecho para añadir un Spaghetti a la americana, donde vemos de nuevo a Clint Eastwood como actor protagonista, acompañado en esta ocasión por una monja muy particular, a quien da vida, nada más y nada menos que, nuestra dulce Irma, Shirley MacLaine. Se trata del film “Dos mulas y una mujer” (Don Siegel, 1970).
Pero, no todo es "Spaghetti Western" para este insigne compositor de bandas sonoras, de hecho, nos a dejado grandes composiciones fuera de este género, que aunque no llegaran a hacerse con la estatuilla insignia, sí que lograron el reconocimiento del público, además de cosechar galardones de gran importancia, entre ellas tenemos:
La genial coproducción de Bernardo Bertolucci, "Novecento" (1976), con reparto e interpretaciones de lujo, entre las que podemos destacar las de Gérard Depardieu, Robert De Niro, Donald Sutherland, o el siempre extraordinario Burt Lancaster.
La inolvidable "Once upon a time in América",  en España “Érase una vez en América” (Sergio Leone, 1984), donde fue nominado para el Oscar... teniéndose que conformar con el BAFTA.
"La misión" (Roland Joffé, 1986) que obtuvo la nominación al Oscar a mejor banda sonora, y que, junto con la que veremos a continuación tienen un especial significado para mí, ya que, si ambas películas son estupendas… sus bandas sonoras las hacen formidables.
"Cinema Paradiso" (Giuseppe Tornatore, 1988), Oscar a mejor película de habla no inglesa. Mencionar, que si su banda sonora es grandiosa, la interpretación de Philippe Noiret nos deja sin palabras.
Otras obras mencionables en  pantalla grande, son: “Días del cielo” (Terrence Malick, 1978), “Bugsy” (Barry Levinson, 1991), “Malena” (Giuseppe Tornatore, 2000) trabajos por los que consigue la nominación al Oscar. 
Personalmente, no creo, que estas últimas por muchas nominaciones que tengan sean mejores que estas otras que voy a poner a continuación: “El clan de los sicilianos” (Henri Verneuil, 1969) que cuenta con un reparto de lujo de actores franceses Alain Delon, Jean Gabin y Lino Ventura, “El profesional” (Georges Lautner, 1981) con el también francés Jean-Paul Belmondo en el papel protagonista, “Los intocables de Eliot Ness” (Brian De Palma, 1987) popular film con reparto de autentico lujo, donde el escocés Sean Connery se hizo con el Oscar a actor secundario, ”Están todos bien” (Giuseppe Tornatore, 1990) en él, nos sorprende con una melodía muy italiana que nos recuerda a las del gran Nino Rota.
También ha compuesto en multitud de ocasiones para la pequeña pantalla, donde podemos destacar sus trabajos en las series o miniseries como la genial “Marco Polo” (Giuliano Montalvo, 1982) o “El secreto del Sahara” (Alberto Negrin, 1987) con Michael York de protagonista, acompañado entre otros por los españoles Miguel Bose y Ana Obregón.
Y de momento, eso es todo, espero que haya sido de vuestro agrado.
Un saludo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Henry Mancini (Compositor)


Henry Mancini


Cleveland 1924 - Beverly Hills, 1994 (EEUU).

Aunque natural de Cleveland, sus padres se trasladarían muy pronto a Aliquippa, en Pennsylvania, siendo allí donde a los ocho años su padre le introduciría en el estudio de música y flauta, instrumento al que era aficionado. A los 12 años se inicia en piano y al cabo de pocos años comienza a interesarse por los arreglos. En 1945, se unía a la orquesta de Glenn Miller como pianista y arreglista.

Pero no es hasta 1952 cuando comienza su relación con el cine, componiendo partituras para películas de serie B de los estudios Universal en colaboración con otros autores.

Es en 1958 cuando firmaría su primer trabajo en solitario para el séptimo arte, lo haría, componiendo la melodía de la obra maestra de Orson Welles Sed de Mal (Touch of Evil, 1958). Con esta obra, Mancini, comienza a definir su personalidad musical con temas de inspiración jazzística interpretados por una pequeña orquesta.
Os adjunto la escena inicial, donde un magnífico Orson Welles, nos va sumergiéndo lentamente en la intriga de esta película. Y donde podemos apreciar como la música de Mancini acompaña magistralmente la tensión contenida que Welles desarrolla: Sed de Mal”.

Este trabajo atrajo la atención del director Blake Edwards, quien lo contrató para hacer la música de su serie policíaca: “Peter Gunn” en 1958. 
Para este trabajo, Mancini, crearía la primera de sus piezas entrarían a formar parte en la antología de grandes composiciones del celuloide. Tema que ha logrado convertirse en uno de los más recurrentes de la historia del cine. Así lo escucharemos entre otros en: "Granujas a todo ritmo" (John Landis, 1980) o en "Waterworld" (Kevin Reynolds, 1995).
Esta primera participación creaba grandes lazos entre Edwards y Mancini que los llevaría a una de las más largas y exitosas colaboraciones director-compositor de la historia del cine. Relación que se prolongaría durante más de treinta años y veintiocho películas, con grandes temas que acompañarían a filmes con los que lucharían por acaparar el protagonismo.

Era normal que tras este primer gran éxito, su relación se extendiera a otros directores con los que, igualmente, lograba crear otras reconocidas melodías. Realizadores con quienes aunque no llegaran a crear unos lazos tan fuertes como Edwars, no por ello no requiririán en alguna que otra ocasión más de su buen hacer.
Así, entre otros, compone para Howard Hawks en “Hatari!” (1962), donde crea el popular tema “Baby Elephant Walk” y en 1964 lo volvería a hacer para el film “Su Juego Favorito”. Otro director con el que mantendría una buena relación sería Stanley Donen, para el que trabaja en filmes tan populares como: “Charada” (1963), Dos en la carretera” (1967) y Arabesco” (1969).

En su dilatada carrera, llega a estar nominado al Óscar en 17 ocasiones, consiguiendo la estatuilla en cuatro ocasiones, todas ellas en filmes de Blake Edwards
Estas serían con: 

Los dos primeros por la cinta romántica: “Desayuno con diamantes” (1962), en el conseguía el Oscar a mejor banda sonora original y mejor canción: "Moon River". Tema que era interpretado por la propia actriz protagonista, Audrey Hepburn. 

Luego vendría el del dramático film: “Días de Vino y Rosas” (1963) donde volvía a hacerse con el Oscar a mejor canción. En esta ocasión, el tema era interpretado por el incombustible Frank Sinatra (quien no intervenía en el film). Cinta en la que Blake Edwards nos sorprendía con un magistral cambio de registro, donde el peso interpretativo de este formidable drama sobre alcoholismo recaía en las espaldas de dos grandes actores, Jack Lemmon y Lee Remick.  
Y por último, el de mejor adaptación musical para el simpático musical: “Víctor o Victoria” (1982). 

También sería nominado a otros importantes premios, logrando durante su dilatada carrera 20 Grammys y un Globo de Oro, entre los más destacados.

Aunque también lo recordaremos por composiciones para películas como:
El guateque” (Blake Edwards, 1968) Comedia a la altura de su protagonista, el cómico inglés Peter Sellers. Con una banda sonora alegre y desenfadada, nuestro compositor acompañaba las andanzas del atolondrado e ingenuo actor indú, encarnado por el cómico británico.
10, la mujer perfecta” (Blake Edwards, 1979) trabajo por el cual volvió a ser nominado a mejor banda sonora y donde Bo Derek nos dejaba con su exuberante belleza a más de uno con la boca abierta. De hecho… pienso, que hizo más Bo Derek que Henry Mancini por que le otorgaran esta nominación, ya que pienso, que el jurado acabaría por asociar la melodía a la imagen de esta bella y despampanante mujer a la hora de conceder la nominación... el cerebro nos suele jugar estas malas pasadas.
en uno de sus últimos trabajos para Una rubia muy dudosa” (Blake Edwards, 1991). 

Aunque si por algo será recordado nuestro autor, es por ser, nada más y nada menos, que el autor de la partitura que acompañaría al felino más descarado que ha paseado su tipo por las pantallas: “La Pantera Rosa” (Blake Edwards, 1963). Originalmente creada para la cinta que daba vida a las tribulaciones del desastroso inspector de policía galo Jacques Clouseau, e interpretada por el inigualable cómico británico Peter Sellers. 
Por ella lograba hacerse con el Grammy en 1963 y sería nominado al Oscar. Se trata de una pieza de jazz donde la melodía principal es interpretada por un saxo tenor, en ella, Henrry Mancini consiguió dar una lección magistral para dejarnos una de esas composiciones que han pasado a formar parte de nuestras vidas.

Otro papel destacado fue en su faceta como compositor para series de televisión, como las ya mencionadas “Peter Gunn” o “La Pantera Rosa” (1964- hasta nuestros días), dibujos animados que un año más tarde del film de Blake Edwards vería la luz para convertirse en uno de las series animadas más longevas de la televisión y en la que se mantendría el tema principal de la película. Pero también lo haría para otras de cierto éxito comercial como: “Remington Steele” (1982, con Pierce Brosnan), “El Pájaro Espino” (1983, con Richard Chamberlain) u “Hotel” (1983) entre otras (los más veteranos se acordarán de alguna de ellas).

Una vez más, espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

martes, 20 de noviembre de 2012

Maurice Jarre (Compositor)


Maurice Jarre

Lyon, Francia, 1924 – Los Ángeles, Estados Unidos, 2009.

Este ilustre compositor de origen francés y posteriormente nacionalizado estadounidense, no es un músico común. Si la gran mayoría de nuestros compositores iniciaron su relación con la música a muy corta edad, Maurice Jarre, la comienza en su juventud, para lo que tendrá que enfrentarse a su propio padre que quería que estudiara ingeniería. Afortunadamente,  él en un acto de rebeldía,  no continua en la universidad de la Sorbona y se inscribe en el Conservatorio Superior de Musica de París, donde comienza a estudiar composición. Gracias a ello, hoy podemos disfrutar de algunas de las mejores bandas sonoras que ha dado el Séptimo Arte.
A lo que hay que sumar que, los amantes de la música electrónica también estamos de enhorabuena, ya que nuestro autor aportó el cincuenta por ciento de su genética para dar lugar a uno de los grandes compositores de esta tecnológica tendencia musical, Jean-Michel Jarre.

Su carrera, y éxito, estuvo ligado a las producciones de David Lean con las que consiguió los tres Oscars, de las ocho ocasiones en las que fue nominado.

Autor de obra muy extensa, con casi cuarenta años a sus espaldas en composiciones de bandas sonoras, por lo que hacer mención de toda su producción se haría muy pesado, así que sólo veremos algunas de las más representativas.

Comenzamos al inicio de su carrera en Francia, donde, al poco de salir del conservatorio (1951), el director teatral Jean Villar, se hace cargo del prestigioso Teatro Popular de Lyonse y decide contratar al joven Maurice como director musical del mismo, puesto que ocupa durante doce años, dedicándose a componer durante ese tiempo las melodías a las obras de teatro que en él se representan. Paralelamente comienza a componer bandas sonoras en cortos y documentales como el que es su primer trabajo reconocido de score en "Hôtel des Invalides"  (1952) de George Franju, con quien inicia una productiva relación para el cine francés, la cual le dará la oportunidad de dar el salto fuera de sus fronteras. Y, aunque parezca increíble todoe esto ocurre cuando tan solo cuenta con 27 años de edad, recordemos que inicia su relación con la música en edad universitaria. 
La habilidad de Jarre no pasa desapercibida, así, el productor estadounidense Sam Spiegel no tarda en ponerse en contacto con él para que componga la banda sonora de su nuevo proyecto, que  cuenta como director con el afamado director británico David Lean.
Y Maurice Jarre no decepciona y crea una de las obras que lo convertirán en un mito de la composición del Séptimo Arte, "Lawrence de Arabia" (1962), donde saca todo su potencial para crear una de las obras más recordadas de la historia del cine y hacerse con el Oscar.
Tres años más tarde vuelve a repetir con el director en "Doctor Zhivago" (David Lean, 1965). Si su primera colaboración fue magistral, esta no se queda atrás y vuelve a lograr el Oscar, y además, el Globo de Oro y Grammy.

He de decir que a mi humilde entender, "Doctor Zhivago", es una de las grandes bandas sonoras que se han hecho para el cine. Para demostrarlo os traigo el emotivo tema "Lara", dedicado a la delicada figura de la bella amante del Dr. Zhivago, papel interpretado por la sobria belleza de Julie Christie en el film. Uno de los temas con los que Maurice Jarre nos deleitó en el film.

También compondría para películas de cine bélico, tema muy recurrente en los años que sucedieron a la Segunda Guerra Mundial y que se prolongó durante casi tres décadas. Como ejemplos de ello tenemos: "El día más largo" (Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki,1962) o la también ambientada en la Segunda Guerra Mundial "Arde Paris?" (René Clément, 1966).

Durante los años setenta seguiría componiendo para multitud de películas, llegando a estar nominado en una ocasión más al Oscar por la composición para el film "Mohammad, Mensajero de Dios" (Moustapha Akkad, 1977). En EEUU, por motivos que nunca llegaré a comprender, sería cambiado el nombre por el de "El Mensajero", aunque la película siguiera siendo la misma y su tema no sufriera modificaciones ... allá cada cual.

No es hasta la mitad de la década de los ochenta cuando vuelve a reencontrarse con la preciada estatuilla. Aunque comenzaremos el repaso de esta década con un film de acción-bélico "Firefox" (Clint Eastwood, 1981). Película ambientada en plena Guerra Fría, interpretada y dirigida por el polifacético Clint Eastwood en uno de sus papeles más patrióticos. Esta vez, dando vida a un piloto de élite norteamericano, quien tendrá que exhibir todas sus habilidades para hacerse con el prototipo del superavión soviético. 

Su tercer, y último, Oscar lo consigue con la composición realizada para "Pasaje a la india", de nuevo  con David Lean en la dirección.

Al año siguiente, vuelve a ser nominado por un film que es muy especial para este que les escribe, ya que se trata de su primera adquisición discográfica de una banda sonora, hablo de  la película "Único testigo" (Peter Weir, 1985), aunque el film no tenga la impronta de alguno de los anteriores, la composición sí que es de una gran belleza, es por ello, por lo fue nominada a los Oscars en su apartado a mejor banda sonora.

En 1988 volvería a ser nominado por la composición de "Gorilas en la niebla" (Michael Apted). Donde Sigourney Weaver nos sorprende con esta estupenda interpretación de la conservacionista Diane Fossey.

Finalizando la década, nos vuelve a obsequiar con una nueva joya, esta vez, para la emotiva película "El club de los poetas muertos" (Peter Weir, 1989). En ella nos deja una composición de gran fuerza y sensibilidad. Cuya calidad quedó patente al recibir el BAFTA a mejor banda sonora.

También pertenece a esta década la música de la célebre serie "Shogun" (Jerry London, 1980), donde compartirían protagonismo Richard Chamberlain y Toshirô Mifune.

La década de los noventa nos daría su última obra nominada a los Oscars, esta vez por su trabajo en la empalagosa historia de amor y fantasmas "Ghost" (Jerry Zucker, 1990).

Su última colaboración sería a principios del nuevo milenio para una miniserie que versaba sobre el holocausto judío, de título: "Rebelión en Polonia" (Jon Avnet, 2001).

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

Nino Rota (Compositor)


Nino Rota

Milán 1911-Roma 1979 (Italia).

He elegido para iniciar esta andadura al padre de la banda sonora de una de las mejores obras del cine de todos los tiempos: "El Padrino", melodía con la que nos llevaremos alguna que otra sorpresa, como veremos más adelante
Y sobre todo, por ser el autor de mayoría de los acompañamientos musicales de uno de los mejores cineastas que nos ha dejado este bello arte hasta el momento, me refiero al genio italiano, D. Federico Fellini. De cuya simbiosis surgirán obras como:

La Strada (Federico Fellini, 1954), obra que se alzaría con el Oscar a mejor película de habla no inglesa, en la que pudimos disfrutar de las maravillosas interpretaciones de la esposa y musa del genio transalpino Giulietta Masina, y del soberbio Anthony Quinn.
En la que nuestro Nino Rota nos deleitará con una hermosa y nostálgica composición de aires cirsences,  tonos en los que se moverá con gran soltura nuestro autor en toda su carrera.

En 1960, con una de las escenas más recordadas del cine, un genial Marcello Mastroianni, una exuberante Anita Ekberg colocarán la bellísima Fontana de Trevi de la idílica Roma en el centro del universo, La dolce vita (Federico Fellini, 1960).
Rota para esta ocasión cambia de registro y se marca una composición mucho más alegre y nos regala con un gran tema principal muy sesentero, que nos recuerda a esas orquestas que acompañaban los bailes de esa Italia en reconstrucción.

De nuevo, en 1963 tenemos el Oscar a película de habla no inglesa y a Marcello Mastronianni en el papel de "alter ego" del director, ambos para deleitarnos en la fantástica 8 ½ (Federico Fellini, 1963). Y Rota no es menos y crea uno de sus espectaculares temas de corte cirsence, que dan brillo, alegría, a la vez que un aire de nostalgia al film.

Una vez más, Oscar a mejor película de habla no inglesa, y... ¿qué más puedo decir de esta película sin caer en un tópico?, ¡¿Estupenda, Genial, Fantástica?!, Amarcord (Federico Fellini, 1973), pero... ¿qué sería de ella sin la composición de Rota?, si las anteriores eran estupendas, esta es soberbia, el gran genio, realiza una obra maestra que quedará para los anales de la historia del cine.

Finalizaremos el repaso del dúo director-compositor, con la minimalista melodía de la surrealista "El Casanova de Fellini" (Federico Fellini, 1976)

Pero...no todo en la obra de Nino Rota es Fellini, de hecho, su tema más conocido fue compuesto para otro director, así nos deja otras obras de gran fuerza como:

El Gatopardo (Luchino Visconti, 1963), dulce melodía de aires vieneses.

O una, de las que para mi, es de sus más bellas composiciones, la banda sonora sobre la tragicomedia de William Shakespeare,"Romeo y Julieta" (Franco Zeffirelli, 1968), a ella pertenece la balada "A Time for Us", la cual, debido a su belleza, ha sido versionada en  multitud de ocasiones.

O la más conocida, aunque no por ello mejor, la compuesta para el film sobre la mafia italiana en tierras de Norteamérica, la conmovedora banda sonora de: "El padrino" (Francis Ford Coppola, 1972).
Curiosa melodía  que sería  nominada al Óscar a mejor banda sonora, para, posteriormente ,ser retirada y sustituida por la realizada para el film británico "La huella" ( Joseph L. Mankiewicz, 1972), obra compuesta por el británico John Addison. La causa de ello, fue que se consideró un arreglo de la composición del mismo autor realizada para el film "Fortunella" (Eduardo De Filippo) en 1958. Como podemos observar, las sospechas no eran infundadas.

Dos años más tarde sería resarcido, ganando junto con el padre del director (Carmine Coppola) la preciada estatuilla, en esta ocasión por la partitura de la segunda entrega de "El padrino II(Francis Ford Coppola, 1974).

Un año antes de su muerte nos deja con una de sus últimas grandes composiciones, en este caso, en el film coral basado en la obra de Agatha Christie "Muerte en el Nilo" (John Guillermin, 1978), composición con la que rinde homenaje a Richard Strauss.

Como podéis ver, su obra es de una belleza exquisita, pero sobre todo, cabe destacar la alegría que desprenden cuando van  junto a la obra de Fellini.

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.