lunes, 5 de octubre de 2015

La importancia de la música en el cine.

La importancia de la música en el cine.


Hoy veremos la importancia de la música de cine de manera gráfica. Serían muchos lo ejemplos que podría traer para demostrar esto, pero no será necesario, ni recomendable, verlos todos para darnos cuenta del valor que alcanza la música en el cine, por lo que será con tres de los compositores más representativos de la historia del séptimo arte con los que tratemos de descubrir la verdadera importancia de nuestro actor invisible.

La primera cita la tenemos con el genero de terror, ya que la escena de la ducha de "Psycho" (Alfred Hitchcock, 1960) es perfecta para lo que nos trae hoy aquí. (ver escena)
En sí, la escena rodada por Hitchcock es perfecta, con una duración ideal para que las imágenes hablen por si misma sin necesidad de ningún tipo de aderezo. 
Pero Herrmann era mucho Herrmann, y lograba con su composición intensificar la escena yendo directamente a la psique del espectador. De manera que, mientras el director trataba la escena con una moralidad cuasi victoriana (desnudo aparte), el compositor era quien realmente se ensañaba con la víctima, elevando la violencia de la secuencia a cotas muy superiores de lo que lo hacía el propio Hitchcock. De esta forma, mientras Norman Bates propinaba algo menos de una decena de cuchilladas, Bernard Herrmann llegaba a cuadriplicarlas a base de acordes.


Otro caso lo tenemos en la bondad de la música a la hora de crear el ambiente idílico deseado. En el siguiente ejemplo lo veremos en la escena final de "Star Wars IV" (George Lucas, 1977).
En el primer enlace (ver escena) vemos como la ausencia de la composición de John Williams lleva a la pomposa ceremonia de entrega de medallas, tanto por los graznidos de Chewbacca como los atolondrados pasos de R2-D2, a tomar un cariz casi cómico, además de llegar a resultar algo tediosos los menos de dos minutos que dura la escena.
Sensación que se pierde una vez incorporada las fanfarrias del gran compositor como podemos ver en el siguiente enlace: (ver escena). Con estas alcanza la magnificencia deseada y  transforma los cómicos gritos del peludo Chewbacca en poderosas órdenes marciales, mientras que, gracias a tonos románticos, lograba convertir los inseguros pasos del robot en el cariñoso caminar de un hijo de corta edad. 

Pero si buscamos un compositor que haya logrado con su música que la melodía consiga protagonismo propio, este es Ennio Morricone.
Un claro ejemplo lo tenemos en el film "Once upon a time in the west" (Sergio Leone, 1968). Film en el que Morricone lograba con la escena del duelo final (una escena de algo más de nueve minutos donde apenas escuchamos dos frases cortas) que la música adquiriera tal relevancia que no hicieran falta más palabras, algo que está a la alcance de muy pocos compositores y, por supuesto, directores. 
Así, gracias al producto de la simbiosis que se creaba entre director (Sergio Leone) y compositor (Ennio Morricone) podríamos disfrutar de escenas como la de este impactante duelo final en este Spaghetti de 1968 (ver enlace).
Y es que, en dicha escena, la música trasciende para transformarse en el narrador de una venganza, enfatizando la dicotomía visual del blanco y negro en su representación del bien y el mal (o el bueno y el malo) y sirviendo de nudo para cerrar el círculo de una trama que, hasta ese momento, no llegábamos a comprender, pero que el compositor había ido entretejiendo con su música a lo largo del film, hasta que, finalmente, sobrasen las palabras.
Aquel que quiera hacer la prueba puede intentar ver la escena sin audio y entenderá de qué hablo.

Un saludo.

domingo, 1 de marzo de 2015

87ª Edición de los Oscar

Si los Globos de Oro nos llegaban a sorprender cuando nombraban ganador al joven islandés Johann Johansson por su estupendo trabajo en "La teoría del todo". Los Oscar, fiel a la tradición y lejos de los sobresaltos, hacía alzar la estatuilla a uno de los compositores más carismáticos del momento, el galo Alexandre Desplat. 
Desplat, quien no era la primera vez que optaba al galardón, en esta ocasión lo hacía con más ventaja que el resto de sus adversarios, ya que optaba al Oscar a mejor banda sonora por partida doble, con: "The Imitation Game" y "El gran hotel Budapest".

Nada hacía presagiar que, aún con esta ventaja, Desplat se hiciera con el triunfo, ya que volvía a competir contra "La teoría del todo" de Johansson y el "Interstellar" de Zimmer, algo más atrás quedaba en las apuestas el "Mr. Turner" de Gary Yershon.
Afortunadamente, en esta ocasión, la academia lograba reconocer el trabajo del francés, y lo más curioso, lo hacía con la banda sonora más arriesgada de las dos con las que optaba al premio. Esto no quiere decir que fuera su banda sonora más original hasta el momento, ya que este genio nos tiene acostumbrados a moverse como pez en el agua en diversos estilos compositivos, pero, al igual que el film al que iba destinado, era la más irreverente y a la vez brillante de todas las que optaban al premio (opinión personal).
Pues sí, esta no era otra que la explosiva cinta del imaginativo Wes Anderson: "El gran hotel Budapest". La pareja (director/compositor) ya nos tiene acostumbrados a sus brillantes desmanes, por lo que a pocos de sus seguidores nos sorprendía esta nueva y colorista joya cinematográfica. Pero, al igual que los buenos vinos mejoran con los años, a ellos les ocurría lo mismo. Y si Anderson nos dejaba con una de sus obras más logradas, Desplat, en esa extraña simbiosis que ha conseguido crear con el director se mostraba exultante, dejándonos esta obra que, por fin, le daba el preciado Oscar.

Un saludo.

martes, 13 de enero de 2015

Premio 72ª Edición de los Globos de Oro (Mejor Banda Sonora)


72ª Edición de los Globos de Oro.


Hoy haremos una excepción a todo lo visto anteriormente en este blog, pero creo que el hecho lo merece, así comentaremos la banda sonora ganadora al Globo de Oro de 2014.

En esto de los premios siempre me queda un cierto regusto a sí... pero. Este fin de semana se entregaban los Globos de Oro y los compositores a mejor banda sonora eran, además de los consagrados Hans Zimmer y Alexandre Desplat (el primero por "Interestellar" y el segundo por " The Imitation Game"), una nueva tacada de no tan conocidos compositores como: Trent Reznor y Atticus Ross por "Perdida", Antonio Sánchez por "Birdman" y un muy inspirado Johann Johansson, islandés que se hacía con el galardón con una banda sonora muy emotiva para el film británico "La teoría del todo" (James Marsh, 2014).
Johansson se mueve ágilmente en el film con melodías de corte romántico donde combina estilos recurrentes en compositores de uno y otro lado del charco, pero donde prevalecen aires Deleurianos y, por ende, de la nueva escuela francesa. Así podemos escuchar temas que parecen haber salido de la mano de Gaigne, Rombi o el propio Desplat, trabajo en el que nos deja temas tan hermosos como: "Epílogo", "Rowing" o la fantástica "Domestic Pressures(donde podremos apreciar lo anteriormente comentado).
Por tanto, solo añadir que, si bien uno siempre tiene en mente su banda sonora del año y que esta no siempre suele coincidir con la que finalmente se alzará con uno de esos codiciados galardones. Este año, aunque la banda sonora de Johann Johansson no se hallaba entre las que un servidor hubiera metido en su quiniela (en esta ocasión por desconocimiento, ya que el film se estrenará en España el próximo 16 de enero), he de reconocer, que lo tiene más que merecido.


Un saludo.