Las Series de T.V. (I)

Las Series de T.V.

















Hace tiempo que rondaba por mi cabeza tratar un tema tan interesante en el plano musical como es el de las series televisivas pero, debido a su gran complejidad, acababa una y otra vez por echarme atrás. No era sólo por su presumible extensión, algo a lo que un título tan abierto como el de “Las Series de T.V.” dejaba claro que no iba a ser de desarrollo breve, ya que, si bien las series nos llevan acompañando desde la aparición de la pequeña pantalla, para colmo de males... no han dejado ningún género sin tocar.
Ante tal dilema y en previsión de que el post no se hiciera infumable, barajaba varias posibilidades. Tras una intensa criba, dos opciones partieron como claras favoritas, la primera: hacer dos o tres subdivisiones por periodos temporales. La segunda: dividir por géneros (algo que me daba más problemas a la hora de clasificar, a la vez que quedaba peor estructurada cronológicamente).
Finalmente me decanté por la primera, así que tendremos dos partes. La primera, donde trataremos las series desde sus inicios hasta el final de la década de los 80. La segunda, en donde partiremos desde la década de los 90 y llegaremos hasta las últimas producciones de nuestros días. Esta es la primera de ellas, donde finalizaremos en los años 80. 

Sólo me queda añadir mi esperanza de haber acertado y esperar que, todo lo que vamos a ver a continuación, tenga una fácil digestión. Así como que disfrutéis como lo he hecho yo mientras recopilaba y recordaba algunos de estos maravillosos temas que, en mayor o menor medida, nos han ido acompañando a lo largo de nuestra vida.

Para ponernos en situación, comentar que, las bandas sonoras de series televisivas suelen tener una mayor extensión que las de los filmes cinematográficos y telefilmes, por la sencilla razón de que estas, además de tener un mayor metraje, normalmente, se prolongan en el tiempo durante varias temporadas; algunas de ellas llegando a poseer verdaderos records de longevidad. Si a ello le sumamos que como consecuencia de todo lo dicho anteriormente muchas en su dilatado bagaje lleguen a tener la participación de más de un compositor; da como resultado, que haya sido muy complicado obtener toda esta información sin meter la pata, al ser en muchas ocasiones realmente difícil saber el verdadero autor del tema a tratar (incluso puede que, en algún caso, haya terminado metiéndola, por lo que ruego que no dudéis en comentarlo para así enmendar el error).
Finalmente, decir que, aunque lo que suele acabar rondando por nuestras cabezas es su más o menos original tema de inicio, aquel que aparece al arranque de la misma (tema que no necesariamente es tomado como tema principal). Aquí aprovecharé para, no sólo rescatar muchos de esos recordados intros, ya que, como veremos a continuación, habrá otras muchas melodías que, aunque no hayan logrado perdurar en nuestro recuerdo al no tener la suerte de haber ido acompañando a ese reiterativo y pegadizo comienzo, sí tendrán cabida en este artículo y compartirán protagonismo con muchas de esas populares melodías. Así, aprovechare para rescatar, además de esos recordados intros, algún que otro interesante tema secundario,… o incluso alguno de esos denostados temas que aparecen junto a créditos finales y que no siempre es fácil escuchar, bien porque muchas de las cadenas de televisión suprimen para ganar tiempo en publicidad u otros menesteres o porque nuestra paciencia se agota cuando finaliza el capítulo.

Como no quiero dilatar más nuestro esperado comienzo, iniciaremos esta peculiar andadura con algunas de aquellas melodías que acompañaron a las populares teleseries del blanco y negro. Escasas producciones para aquellos privilegiados hogares que contaron con uno de aquellos mastodónticos televisores en esos lejanos inicios de la emisión por ondas.
Es curioso ver cómo, al igual que ocurría en El musical, muchas de las grandes series y sus reconocidas melodías forman parte de producciones animadas. De esta manera en 1930 nacían dos de esas longevas producciones que se han ganado un lugar en el recuerdo de millones de niños (y no tanto) desde los años 30: "Looney Tunes y Merrie Melodies". 
Aunque en un principio las producciones de la Warner Bros. Pictures no fueran destinadas al formato televisivo - ya que este tardaría algo más de una década en establecerse y consolidarse antes de dar el salto a la pantalla pequeña - sí que pudieron ser disfrutados, al igual que aquellos famosos cortos de la Disney, en cines y teatros. Finalmente, casi dos décadas más tarde, es cuando la televisión obtiene el crédito suficiente para que las productoras creen exclusivamente para ella, siendo en ese momento cuando nos encontramos a los ahora famosos personajes animados de la Warner acompañados por las reconocibles melodías de inicio y créditos finales. 
Mientras que sus populares temas serían creados entre finales de los 40 y principios de los 50 por autores entre los que se encontraban Carl Stalling, autor que trabajaría para la Warner entre 1936–58 o Milt Franklyn quien lo haría entre 1936–62.

Pero si hubo una melodía que sobresalió de entre todas las demás en estos primeros años, esta no es otra que le que acompañaba a un enmascarado ranger, de nombre John Reid, en la serie que daba el salto desde la radio en 1949 para lograr mantenerse en pantalla hasta 1957: "El llanero solitario". 
Y si la épica del heroico cowboy hacía las delicias de miles de niños norteamericanos de aquellos convulsos años de posguerra, esto no habría sido lo mismo si al alentador grito del ¡Hi-yo, Silver! no lo hubiera acompañado una melodía tan poderosa como la obertura final del "Guillermo Tell" de Rossini. Melodía que a partir de ese momento se asociaría al galopar del llanero cabalgando a lomos de su fiel corcel, Silver.

Pero esto no había hecho más que empezar. Así, la década de los 50 dejaba claro que la televisión y sus seriales tendrían mucho que decir a partir de este momento... y, lógicamente, también en cuanto a su parte melódica se refiere.


De este periodo destacaré algunos temas que, a pesar de los años transcurridos, han logrado trascender en el tiempo. Algunos gracias a su calidad compositiva, otros que, además, lo han hecho por acompañar a alguna de esas joyas televisivas. 
Entre las del segundo grupo nos encontramos con la magnífica pieza que veremos a continuación.
Aunque la mayor parte de la obra cinematográfica del maestro del suspense británico sería acompañada por la obra de otro genio, el compositor Bernard Herrmann, dicho matrimonio se rompería en su incursión televisiva: "Alfred Hitchcock presenta" (o "La hora de Alfred Hitchcock"), siendo los compositores Joseph E. Romero, Stanley Wilson y Frederick Herbert los encargados de poner la música a la serie
Curiosamente, no era ninguno de los anteriores el encargado de realizar la que se convertiría en el célebre tema de entrada, ya que para esto, Hitchcock, haciendo gala nuevamente de su genialidad, optaba por tomar prestado un trozo de "Marche funebre d’une marionette", obra compuesta en 1872 por el compositor francés Charles Gounod . Un acertado tema que se fusionaba brillantemente con la obra del insigne director para dar como resultado a este clásico intemporal.

Pero esta década nos dejaría otras joyas, ya que, desde 1958 y durante tres temporadas seguidas estaría batallando el detective privado "Peter Gunn". 
Para dar melodía a los pasos del investigador privado, el elegido era nada más y nada menos que Henry Mancini. Compositor que, con un urbanita tema jazzístico, demostraba que iba a ser un autor muy a tener en cuenta a partir de ese momento.
De esta manera el Sr. Mancini creaba el primero de sus recordados temas (que no sería el último) con el que acompañaría a una serie de televisión.

Un año más tarde nos encontrábamos con otro sugestivo tema. 


Como la mayoría de las producciones de este primer periodo de la televisión, la producción provendría del todopoderoso estado norteamericano, en esta ocasión, el tema sería destinado a un género propio a la vez que recurrente en estos primeros años, el Far West: "Bonanza"
Pocos de los que como un servidor creciera escuchando este tema podrá negarme que no ocupa un lugar en su corazón. 
Longeva serie que comenzaba en 1959 y finalizaba en 1973, y cuya melodía era compuesta por el binomio formado por Ray Evans y Jay Livingston.

Ponemos fin a los 50 con una serie que marcó un antes y un después en la creaciones de temática fantástica: "En los límites de la realidad" ("The Twilight Zone", 1959-1964). Aunque originalmente el tema de inicio sí sería realizado por un precursor del género, el ya mencionado Bernard Herrmann (ver aquí), este no cuajaba y sería sustituido en su segunda temporada por una melodía rescatada de los archivos de la productora y cuya autoría firmaba el francés Marius Constant. Melodía con la que pasaba a la posteridad. 
Pero la lista de compositores sería mucho más extensa, destacando entre ellos otro de los grandes de todos los tiempos, Jerry Goldsmith. Autor que lograba realizar un fantástico trabajo desde el primer capítulo (ver aquí).

Será a partir de este momento cuando la cosa empiece verdaderamente a complicarse. 
En los años 60 la televisión se ha consolidado en la mayor parte de los hogares del mundo industrializado (sin entrar en detalles de la situación geopolítica mundial en plena Guerra Fría). Por lo que la producción de series para la televisión experimentará un desarrollo exponencial. 
Abanderando todo este proceso se encuentran nuevamente las producciones norteamericanas, país en el que  en 1960 se calcula que el número de receptores era de unos treinta millones y, nación también, donde sus múltiples cadenas fueron capaces de invertir la nada despreciable cantidad de mil quinientos millones de dólares (del momento). 
Todo ello, daría como consecuencia que la producción de series en los Estados Unidos fuera muy superior a la del resto de países. Pero esto no quiere decir que en otras naciones no vieran las posibilidades que ello representaba y terminasen por subirse al carro con mayor o menor fortuna.

Una vez puestos en situación, espero que entendáis el porqué de mis dudas. Afortunadamente, mi objetivo aquí solo será desarrollar aquellas que destacaron en el plano musical, por lo que a partir de ahora me veré obligado a dejar de lado muchos de aquellas icónicas series, mientras que tocaremos otras que, sin llegar a ser tan populares, sus temas musicales, creo, merecen la pena ser rescatados del olvido.

Comenzaremos con una de esas series cuya melodía no ha pasado desapercibida para muchas generaciones. El personaje en sí era un viejo conocido de las pantallas de cines, televisión y radio, aunque para conocer sus comienzos tendríamos que remontarnos hasta 1929, año en el que el cascarrabias marinero hacía su aparición en las tiras cómicas del "The New York Evening Journal", no siendo hasta 1960 cuando se realizara la primera versión exclusivamente televisiva del famoso consumidor de espinacas, "Popeye el marino". 
La melodía que lo acompañó tampoco era nueva, ya que se trataba de la famosa composición que el rumano Sammy Lerner realizara en 1933 para el primer corto del personaje. Tema que, como su apellido, jamás se separaría del famoso marino.

Es el momento de cambiar de país de procedencia ya que, aunque nuevo por aquí, será una de esas naciones cuyas producciones darán mucho que hablar a partir de estas fechas. 
En primer lugar nos encontramos en plena Guerra Fría con dos singulares espías del reino de su majestad Isabel II: "Los vengadores". Serie de la ABC que estaría en pantalla desde 1961 hasta 1969 y cuya banda sonora corría a cargo de Laurie Johnson. Compositor quien nos dejaba la famosa melodía de ritmos sesenteros.


Tras esta continuaremos con un joven Roger Moore, actor que, antes de convertirse en el popular agente del MI6 británico, fue santo. Pues sí, ya que en 1962 el actor se puso en el pellejo durante 6 temporadas (hasta 1969) de Simon Templar, "El santo". Siguiendo la línea de Laurie, Edwin Astley compone la melodía que haría popular al personaje.

Hacemos ahora una pequeña incursión a la tierra del Far West, ya que en 1962 se empezaba a emitir la serie norteamericana que lograba permanecer en pantalla hasta 1971, "El Virginiano". 
Serie de la NBC que contaría con algunos compositores de gran valía durante su producción y en la que destacaron temas como el del  intro de su primera etapa, el "Lonesome Tree" de Percy Faith. En un este primer periodo la serie contaría con otros compositores de renombre como Leonard Rosenman, David Shire o, nuevamente, Don Bernard Herrmann.
Mientras, en su segunda etapa, ya como "The Men from Shiloh", tendríamos la suerte de escuchar el sonido inconfundible del transalpino, Ennio Morricone. Compositor que nos dejaba con una de sus singulares creaciones, uno de esos temas tan característicos del periplo de los Spaghettis western junto a Sergio Leone, y composición elegida para dar comienzo a la serie en su etapa final.

Pero volvamos al Reino Unido, ya que si hay un tema de este periodo del que creo que el reino de su majestad se siente orgulloso, es este. El que escribía Ron Grainer en 1963 para la longeva serie de la televisión pública británica (la BBC), "Doctor Who". 
Aunque habría que especificar que la verdadera artífice de que la futurista melodía de este viajero del tiempo se convirtiera en lo que hoy es, fue la joven Delia Derbyshire. Ella fue la ingeniera de la melodía, artista que lograba captar a la perfección el mensaje lanzado por el compositor (Grainer) y montar este impresionante tema electrónico. Tema que, además de su asombrosa y atemporal belleza, goza de ser la primera pieza electrónica realizada para una serie de televisión.

Volvemos a saltar el charco para recalar en los EEUU, país donde veremos nuevamente algunos temas que, creo, merecen la pena ser tratados. 

Por un lado, tenemos el nacimiento de la curiosa serie animada creada por Friz Freleng en 1964, "The Pink Panther Show". En ella veríamos dar los primeros pasos en solitario al altivo felino rosa. Personaje que veía la luz tras una fugaz aparición en el film "La pantera rosa" (Blake Edwards) en 1963 y de esta forma daba el salto desde el corazón del homónimo diamante, hasta el de miles de niños y mayores de todo el mundo para el resto de los días.
El tema elegido para acompañar al singular caminar de nuestra querida pantera no era otro que el que ya sirviera para las catastróficas aventuras del inspector de la Sûreté Nacional francesa, Jacques Clouseau. Partitura que era creada por un viejo conocido nuestro, Don Henry Mancini, y que, junto a los filmes de Edwars, la llevarían a convertirse en uno de los temas cinematográficos más famosos de todos los tiempos.

Por otro lado, este mismo año también veía la luz una terrorífica serie en la que podíamos seguir las andanzas de una particular familia, "Los Monster". Comedia familiar en la que Jack Marshall hacía un excelente trabajo de presentación y nos dejaba con este alegre y nada terrorífico tema de inicio (ver aquí). 

Y un año más tarde nos encontrábamos con otra entrañable melodía, la que daba paso a otro caótico agente, el "Superagente 86" (1965-1970). 
Salido de la imaginación de uno de los artistas más brillantes de la comedia de lo absurdo de los Estados Unidos, Mel Brooks, este nos haría pasar unos muy agradables momentos acompañado de su inseparable 99.
Muchos recordaremos ese intro de aires jazzísticos (tan característicos de la época) a cargo de Irving Szathmary, melodía con la que el agente Smart nos introducía en las entrañas de CONTROL, su desastrosa organización.

1966 sería un año fantástico en esto de las composiciones para series televisivas. Este año surgirán melodías como la que acompañó al superheroe enmascarado "Batman", serie que estría en pantalla desde 1966 a 1968. 
Siguiendo el estilo melódico de las composiciones creadas para los agentes secretos,  Neal Hefti realizaba una de esas canciones que pasarían a la posteridad alcanzando tal popularidad que en décadas posteriores hemos podido ver como grupos como los Voivod, The Jam o The Who realizaban sus propias versiones del tema.

Pero el hombre murciélago no sería el único afortunado en esto de los acompañamientos musicales, ya que 1966 nos dejaba alguna que otra grata sorpresa más. Así, un muy acertado Lalo Schifrin, nos brindaba con la que posiblemente sea la melodía más popular de la dilatada carrera como compositor cinematográfico del argentino: "Misión: Imposible" (1966-1973). Brillante composición en la que, como en muchas de las anteriores melodías vistas anteriormente, volvemos a tener esos característicos aires jazzísticos tan sesenteros y que tan buenos resultados dieron durante este dilatado periodo.

Y como no hay dos sin tres, este año seríamos partícipes de los primeros vuelos de la Enterprise NX-01 de "Star Trek" (1966-1969)
La serie que, en unos ahora lejanos sesenta, se ha convertido en todo un icono de la ciencia ficción tras largos años de innumerables producciones tanto televisivas como cinematográficas. Puede presumir , a día de hoy, de contar con uno de los grupos más numerosos de incondicionales seguidores repartidos por todo el orbe que una serie jamás haya contado, "los Trekies",  .
Así, en el cuaderno de Bitácoras de la Enterprise, han quedado recogidas las melodías de varios de los compositores cinematográficos más reputados del momento, destacando entre otras la gran bso que realizaba Jerry Goldsmith para su primera versión cinematográfica en 1979 o, en estos últimos años, las de un acertado Michael Giacchino, autor quien volvía a rescatar para su composición la célebre melodía de inicio que Alexander Courage realizada para la serie original que hoy nos trae aquí: "Where No Man Has Gone Before("Donde nadie ha llegado antes").

En 1968 nacía una ligero serial policiaco que, sin ser nada del otro mundo, contó con una de esas melodías que quedaban para el recuerdo, "Hawai 5-0".
Serie que comenzaba en 1968 y se prolongaba hasta 1980, gran parte de su popularidad fue debida a la composición que hacía Morton Stevens para su tema de inicio y fin. Tanto es así, que la nueva versión que surgía en 2010 mantendría el tema original sin apenas modificaciones.

Finalizaremos esta brillante década con una serie que combinaba humor y sexo (light) de forma cuasi circense e infantil en el formato de sketches, "El show de Benny Hill" (1969 - 1989).
Está claro que la combinación humor + erotismo le dieron muy buenos resultados a su creador, Benny Hill, ya que lograba que la serie de la Thames Television británica se mantuviera en pantalla durante las dos décadas en las que el pequeño y veterano Jackie Wright tuvo que sufrir continuas tortas en su oronda y lisa cabeza.
Pero sin lugar a dudas una de las cosas que más recordamos de aquella comedia era el tema recurrente del serial. Tema que servía tanto para su inicio, fin, como para acompañar a muchos de los sketches que conformaban cada episodio. Aquella vibrante y acelerada composición saxofonística que  Boots Randolph y James Q. "Spider" Rich componían en 1963 y titulaban  "Yakety Sax".

Finalizado los sesenta, nos adentraremos en la década de los pantalones de campana. 
Los setenta, aunque fueron años muy productivos y dejaron nombres de grandes series, no se caracterizaron por ser un periodo de gran originalidad compositiva, sobre todo, en cuanto a las producciones venidas del otro lado del charco se refiere. Afortunadamente, otros países irían tomando posiciones aventajadas en esto de hacerse con el control de la audiencia, a la vez que aportaban algo de frescura a al ostracismo musical en el que parecían haber caído las producciones norteamericanas.
Es por ello que comenzaremos con dos producciones no made in USA.

En la primera nos encontramos con la sublime melodía de inicio realizada por el gran compositor que fue, el británico John Barry ("Memorias de África", "Bailando con lobos", "James Bond",...). 
Una vez más nos vemos sumergidos dentro de otra de las recurrentes aventuras detectivescas tan usuales en los seriales. En esta ocasión, acompañamos a dos maduros seductores del celuloide, Roger Moore y Tony Curtis. Actores que daban vida a dos compañeros de aventuras y muy dispar carácter: "Los persuasores"  (1971-1972).

La siguiente, el curioso caso de una melodía muy recordada por aquellos que, como un servidor, empezábamos a dar nuestros primeros pasos por este maravilloso planeta en una España en la que la dictadura franquista se resistía a demostrar con este tipo de producciones que empezaba a dar síntomas de agotamiento.
Me refiero a la producción nacional "Crónicas de un pueblo" (1971-1974), serie que cautivaría a varias generaciones gracias, sobre todo, al buen hacer de uno de los mejores guionistas con el que ha contado nuestro país y su televisión, Antonio Mercero.
La melodía de inicio, aunque muchos de nosotros la tengamos asociada a uno de esos típicos pueblos de la Castilla tardofranquista, es obra de súbditos de la corona británica. Los autores fueron los integrantes de "The Shadows", grupo que acompañó a Sir Cliff Richard en sus inicios para posteriormente dedicarse a la música instrumental. Aunque parece ser que el tema que aparecía en la serie no era otro que el arreglo instrumental hecho por Norrie Paramor del tema de los anteriores "I could easily fall in love with you".

En los EEUU por el contrario, el entorno musical que se impone es, no superado el jazzístico de los años 60, una variante electrónica agresiva que tiene muy buena acogida en aquellas series de corte callejero como los policíacos. Así los veríamos acompañando a muchas de las producciones de esos principios de los 70 como "Cannon", "Kojak", "Starsky y Hutch",... O en su vertiente más swing en "Colombo", "La mujer policía", "McMillan y esposa",...
Un buen representante de lo que comentamos lo tenemos en la serie "Las calles de San Francisco" (1972-1977), serie en la que Patrick Williams realizaba un potente tema de inicio para esta producción en la que un joven Michael Douglas se las tenía que componer para coprotagonizar, sin desentonar, con todo un veterano de las pantallas como Karl Malden.

Mientras, de tierras británicas, nos llegaba una agradable Sitcom cuyos personajes irían dando lugar a una serie de Spin-off con algunos de sus protagonistas principales. 
Así, en 1973 nacía la simpática "Un hombre en casa", serie de la Thames Television que estaría en pantalla hasta 1976 y que posteriormente daba lugar a los Spin-off "Los Roper" (1976-1979) - un más que justo y merecido reconocimiento a los dos singulares caseros interpretados por  Yootha Joyce y Brian Murphy-. Y posteriormente a "El nido de Robin" (1977-1981), serie donde veíamos a un Robin algo más centrado sin la compañía de sus dos antiguas compañeras de apartamento.
En el plano musical llamaron la atención, no por poseer las grandes composiciones sinfónicas tan comunes en los seriales de época británicos, sino que se trataron de simpáticas melodías ligeras y bastante acertadas, al menos las dos primeras, las cuales corrieron a cargo de John Hawksworth, quien sería acompañado por Roger Webb en "Los Roper".

El año que veremos a continuación tiene un significado muy especial para mí, ya que en 1974 iniciaba su emisión una de las series documentales que más influencia ha tenido a la hora de transmitir el amor a la naturaleza y al mundo salvaje en una España en la que se empezaban a vislumbrar aires de cambio, "El hombre y la Tierra". 
Esta corría a cargo de nuestro gran divulgador y naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. Una serie que ayudaba a concienciar tanto al público como a unas administraciones, que hasta el momento habían permanecido bastante ajenas de la necesidad de tomar medidas para conservar nuestro legado natural, a tomarse en serio esto del conservacionismo.
Lamentablemente, todo este trabajo se vería truncado un 14 de marzo de 1980, cuando un accidente de avioneta se llevaba a Félix Rodríguez de la Fuente y varios de sus colaboradores cuando se encontraban filmando una serie de nuevos capítulos en Alaska.
Hay que comentar que, parte del mérito de este fenomenal trabajo divulgativo, fue debido al gran equipo que logró formar el creador de este proyecto. Uno de estos integrantes sería el compositor nacional Antón García Abril, autor que contaba con una gran y reconocida trayectoria en nuestro país, y artífice de uno de los mejores trabajos de su carrera. García Abril nos dejaba en esta fenomenal serie documental con varios de sus temas más recordados. Hermosas y poderosas melodías que quedarían fusionadas al recuerdo de un visionario como Félix Rodríguez de la Fuente (dejando a un lado la lacrimógena versión del "Amigo Félix" del dúo Enrique y Ana).

También en 1974 llegaba a las pequeñas pantallas la adaptación de la novela "Born free" ("Nacida libre" en España) de Joy Adamson. Afortunadamente, en 1966 se había realizado la versión cinematográfica a las órdenes del director James Hill, película en la que sin duda alguna destacó la gran banda sonora realizada por uno de los genios de todos los tiempos, John Barry (canción: letra de Don Black y voz de Matt Monro). Los productores de la serie tuvieron la acertada idea de mantener el oscarizado tema de la versión cinematográfica como tema de inicio, algo que, aunque no lograba mejorar la calidad de un producto destinado a satisfacer a las familias en un horario apto para todos los públicos, sí que nos permitiría a aquellos amantes de las bandas sonoras disfrutar del gran tema de Barry al comienzo de la serie, ya que el resto de los temas correrían a cargo de Dick DeBenedictis y Richard Shores.

1975 sería el año de otra melodía para el recuerdo. Aquellos individuos que andábamos por el planeta con pocos años a nuestras espaldas seguro que recuerdan con cierto agrado la melodía que daba inicio a la carrera de los hombres de Harrelson, "S.W.A.T." (1975-1976)
La pegadiza melodía firmada por el compositor Barry De Vorzon, era interpretada por el grupo funk "Rhythm Heritage" y lograba convertirse en febrero de 1976 en la nº 1 de la Billboard Hot 100 estadounidense (Singles). Igualmente, aunque bastante modificada, en 2003 servía como tema principal para su versión cinematográfica, aunque la versión del rapero  LL Cool J dejara un tanto irreconocible el tema original.

Volvemos nuevamente a tierras hispanas, ya que si los anglosajones se dedicaban a presumir
de sus detectives y cuerpos de seguridad, nosotros lo haríamos con una figura muy de la tierra, El Bandolero. Así en 1976 llegaba a nuestros televisores "Curro Jiménez" (1976-1979).
Con una dulcificada historia sobre el bandolerismo andaluz y su lucha contra las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). La realidad era mucho más prosaica, ya que el personaje se basaba en la historia del salteador Andrés López (1819-1849), más conocido como "El barquero de Cantillana", Bandolero sevillano cuyas correrías distaban mucho del romanticismo épico de Curro Jiménez y sus compañeros de aventuras.
Pero como no creo que fuera el rigor histórico lo que llevó a los productores de la serie a convertir a este salteador de caminos en el Robin Hood de Ronda, pasemos a ver las melodías que acompañaron al célebre salteador de caminos televisivo. 
La banda sonora correspondía al malogrado compositor Waldo de los Ríos, a él le debemos su tema de inicio y el fantástico tema flamenco que escribía para la serie: Duelo de navajas". Admirable tema que ha sido interpretado desde su creación, entre otros, por intérpretes de la talla de Paco de Lucia y,  más admirable aún es, si tenemos en cuenta que el compositor era argentino.

Acercándonos al ocaso de la década tenemos como tema más destacable el recurrido intro de "Soap" ("Enredo" 1977-1981). El tema que daba entrada a este célebre sitcom  logró hacerse con un hueco en nuestros corazones, en gran parte, gracias a su simple pero simpática composición e, indudablemente, por su asociación a los cómicos y agradables recuerdos que sus personajes nos reportaron.
El autor de la popular melodía fue el estadounidense George Tipton, el mismo que en 1985 pondría música a otra recordada comedia, "Las chicas de oro".

Si al comenzar la década de los 70 decíamos que la producción musical en los Estados Unidos había sido algo plana en cuanto a su originalidad, no iba a ser una excepción el final. Esto no quiere decir, como hemos ido viendo que, dentro de su limitada variedad, no surgieran melodías merecedoras de un lugar para el recuerdo. Uno de estos es el tema que acompañó a la saga familiar de magnates del petroleo tejano en "Dallas" (1978-1991), serie que daría a uno de los malvados televisivos más odiados de la historia de la pequeña pantalla, J.R.
En cuanto a la parte musical se refiere, la serie optó en varias ocasiones a los Emmy a mejor composición, pero sin duda lo que muchos de nosotros recordaremos es el tema de inicio compuesto por Jerrold Immel (ver intro).

Cerraremos la década de los 70 con una de las mejores series animadas de todos los tiempos "Érase una vez... el hombre" (1978). Aunque se trate de una producción francesa en ella participaron un gran número de países europeos, entre ellos España con RTVE, más algunas televisiones de otros continentes como Canadá y Japón.
Si bien es cierto que, los capítulos en los que se hacía mención a nuestro país no salíamos muy bien parados, la serie tuvo gran relevancia al llevar a la pequeña pantalla, y de forma muy amena, la historia de la humanidad.
En el plano musical, la entrada fue algo variopinta, ya que si bien en la versión francesa e inglesa contó con la Tocata y Fuga en Re menor de J. S. Bach, en España fue la versión coral del Septiminio de Ludwig van Beethoven la que se hizo bastante popular. 
Sin embargo, el autor de la banda sonora de la serie, y compositor que merece un más que reconocido homenaje, fue el japonés Yasuo Sugiyama. Sugiyama nos dejó temas tan maravillosos como "L'ingénieux maestro", "La famille Pierrot" o aquella que acompañaba al inexorable paso del tiempo "Et le temps passe...".

La década de los 80 es un periodo curioso, ya que habrá varios países en donde van a destacar nombres propios como es el caso de EEUU con Bill Conti, Italia con Ennio Morricone o Australia con Bob Young. Mientras tanto, en España, el afortunado era Antón García Abril.

Pero empezaremos la década con una composición muy especial, la que daba paso a la fantástica serie documental "Cosmos". Si Carl Sagan nos dejaba pegados al televisor gracias tanto a sus dotes divulgativas como a las de gran astrofísico, el griego Vangelis, músico que se había adelantado al tiempo con sus temas electrónicos, nos dejaba un impresionante trabajo de acompañamiento. 
Aunque la música para la serie documental no era nueva ni exclusiva del compositor heleno (contaría con algún que otro tema musical de diferentes autores), el grueso sí que sería natural del barbudo compositor. Así, eran varias las melodías tomadas de distintos álbumes como el  "Heaven and Hell" de 1975 al que corresponde el "Tema de inicio", el "Albedo 0.39" de 1976 al que corresponde el genial tema "Alpha". Además de otros temas de álbumes como el Entends-tu les Chiens Aboyer? de 1975, el "Beaubourg" de 1978 o de la banda sonora del film "Chariots of Fire"("Carros de fuego", 1981).
Es cierto, que los avances en espacio profundo desde la edición de la serie hasta nuestros días han podido dejar algo desfasado este documental de 1980 (para ponerlo al día se realizaba en 2014 la nueva serie documental "Cosmos: A Space-Time Odyssey"), pero sin duda sigue siendo muy grato, incluso a día de hoy, poder revisualizar esta producción y deleitarse tanto con las palabras del científico como con la música del compositor.

Al mismo año pertenece la serie coproducida entre televisiones de Australia, Francia y España y destinada al público juvenil, "El valle secreto". Serie que obtuvo una muy buena acogida sobre todo en Australia y de la que podemos decir que destacaba, ante todo, su tema de inicio.
Este en realidad se trata de la libre adaptación que hacía Bob Young del popular tema australiano "Waltzing Matilda". Melodía tan popular en nuestras antípodas que llegó a postularse como posible himno nacional, y que el compositor, certeramente, adaptaba para acompañar el comienzo de la serie. Lógicamente, el mérito del éxito de la melodía no podremos concedérselo a Young. Algo que si podíamos hacer cuando unos años más tardeen 1986, nuevamente en una coproducción donde participaba TVE, componía el tema de inicio para la secuela de la anterior, "El profesor Poopsnagle"
Simpático tema que, aunque no lograba la prestancia del anterior, cumplía más que de sobra en la serie donde iba destinado.

1981 es para mi gusto el mejor año de la década, en él veremos dos de mis composiciones favoritas, pero antes veamos algunos detalles más del año, ya que daría mucho de sí.
Por una parte tenemos a un Bill Conti en estado de gracia, donde nos encontramos al autor de la banda sonora de "Rocky" (1976) convertido en el gran triunfador a la hora de musicalizar series en los EEUU. Así, Conti, nos dejaba este año dos señoriales composiciones en en sendos seriales señoriales "Falcon Crest" y "Dinastia". En ellas, el compositor, con su grandilocuente sinfonismo romántico acompañaba los pasos de las maquiavélicas conspiraciones familiares de estos poderosos clanes.

En España, y alrededores, era por el contrario una serie familiar la que lograba hacerse con un hueco en el corazón de los telespectadores: "Verano Azul". Nuevamente la genialidad de Antonio Mercero hacía que, en esta ocasión, nos enamoráramos de un grupo de jóvenes veraneantes en bicicleta y, sobre todo, del querido y bonachón amigo pescador, "Chanquete" (En el que sería uno de los papeles más recordados del veterano actor Antonio Ferrandis. Incluso más que el papel que un año más tarde llevaría a alzar el Oscar a José Luis Garci con su "Volver a empezar").
En cuanto al plano musical no es que destacara en exceso el trabajo del maestro Carmelo Bernaola, pero sin duda el tema de inicio ha quedado grabado a fuego en el recuerdo de miles de niños Españoles de los ochenta.

Ahora sí que nos iremos a ver esos dos temas que para este servidor deberían estar en el Olimpo de las mejores composiciones de la televisión.
Por un lado tenemos el que lograba crear uno de los grandes de todos los tiempos (Jerry Goldsmith) para acompañar la miniserie histórica "Masada". 
En una banda sonora conjunta con el compositor Morton Stevens, Goldsmith lograba firmar un tema de inicio esplendoroso como pocos como él podía hacer.
En esta superproducción norteamericana de cuatro capítulos que narraba el asedio de las tropas romanas a la fortaleza palestina de Masada -Producción que contó con un reparto de lujo encabezado por actores de la talla de Peter O'Toole, secundado por nombres como Peter Strauss, Barbara Carrera o Anthony Quayle - Goldsmith se salía y nos brindaba un tema épico que servía como punta de lanza para alzarse con el Emmy a mejor composición musical.

Por otro lado tenemos el tema que servia de entrada a la miniserie de 11 capítulos, en este caso británica, "Retorno a Brideshead". Seríe que también contaría con enormes actores como los veteranos Laurence Olivier y  John Gielgud y un entonces joven y prometedor actor, Jeremy Irons.
Si la serie conseguía la unanimidad en cuanto a su calidad tanto por parte de crítica como de público, en gran parte gracias a la valía tanto de actores como de directores (Charles Sturridge y Michael Lindsay-Hogg), a un gran grupo, entre los cuales me incluyo, además, nos dejaría prendados su banda sonora.
Con un tema de inicio que lo podría haber firmado el propio Delerue, era Geoffrey Burgon, un habitual componiendo para series británicas, quien realizaba la banda sonora que le enviaba directamente a recibir el segundo Ivor Novello de su carrera.


En puntos muy opuestos a las dos series vistas anteriormente, en 1982 EEUU nos dejaba con dos de sus series más recordadas. Por un lado nos encontrábamos con el musical "Fama" (1982-1987), serie que aprovechando el éxito logrado por el film de Alan Parker en 1980 nos traía el argumento a la pequeña pantalla. 
La trama que consistía fundamentalmente en demostrarnos como los protagonistas podían
montar un complicado baile en los lugares mas insospechados de la escuela de danza. No era de extrañar ver como encuentros casuales entre dos o varios de los protagonistas por pasillos, cafetería, aulas o lavandería acababan en una coreografía improvisada en la que todos los presentes en el lugar salían bailando sin apreciarse, al menos por parte de este servidor, fallos en el conjunto. 
Todo muy raro, no sé por qué... y aunque algo me hiciera sospechar que aquel encuentro casual había sido premeditado y ensayado con mucha antelación, lograba engañar a este servidor quien terminaba matriculado en el conservatorio de música intentando seguir los pasos de Bruno Martelli (allí, no solo aprendí que la fama costaba, sino que la música era un don del que yo carecía).
La banda sonora, como en otras ocasiones vistas anteriormente no era original, ya que se trataba de un conjunto variado de canciones pop, y el mismo tema de inicio que el obtenía el Oscar a mejor canción en el film de Alan Parker en 1980, "Fame". 
"Fame" era un tema compuesto por  Michael Gore y letras de Dean Pitchford e inmortalizado por la poderosa voz de Irene Cara, actriz que interpretaba a Coco Hernández en la película original.

Por otro lado teníamos el inconfundible y eletrónico leitmotiv de K.I.T.T. Tema que daba entrada a las peripecias de un hasta el momento desconocido galán David Hasselhoff (en el papel de Michael Knight) y su inseparable compañero en "El coche fantástico" (1982-1986).
El célebre tema era compuesto por Stu Phillips, aunque en la banda sonora intervendrían dos compositores más, Don Peake y William Broughton.

Personalmente me quedo con un tercer trabajo de 1982, el que volvía a salir de las manos de uno de los más grandes de todos los tiempos, Ennio Morricone.
La música aparecía en la coproducción Italia-USA-Francia-GB-Austria y estaba encabezaba por la RAI italiana. Serie que narraba las aventuras del famoso mercader veneciano, "Marco Polo".
La homónima miniserie que contaría con las interpretaciones de destacados actores internacionales como  Burt Lancaster, Anne Bancroft, John Gielgud, F. Murray Abraham, Ian McShane o Leonard Nimoy, lograba alzarse con el Emmy a mejor serie en 1982.
Mientras, en el plano musical, Morricone nos dejaba uno de sus trabajos más logrados para la televisión de esta década. Así, con un hermoso tema principal, de corte dramático, jugaba con los contrastes y se volvía exultante a mitad de este para finalizar con el triste ambiente de partida.

Un año más tarde de los Estados Unidos nos llegaba la pegadiza melodía del grupo de mercenarios más popular de los 80, " The A Team". De la serie poco hay que comentar que no sepamos ya de este dispar grupo de desertores del ejército norteamericano. Lo cierto es que, pocos de los que creciéramos en aquellos años, podremos negar haber adoptado el papel de alguno de sus personajes en nuestros juegos infantiles.
En cuanto a su banda sonora decir que el pegadizo tema de inicio era compuesto por Mike Post y Pete Carpenter, autores que realizaban una melodía ecléctica en la que combinaban marcialidad y modernismo en la dosis justa para este producto de entretenimiento de sobremesa.

En 1984 llegaba a toda España desde el circuito catalán de RTVE (donde comenzaba un año antes) "Planeta imaginario". TVE nos dejaba con un surrealista experimento destinado al público infantil. A día de hoy aún me pregunto cuál era el fin de aquel programa en el que, una criatura como era yo en aquellos entonces terminaba con la extraña sensación de haber estado soñando, o más bien, haber sufrido una pesadilla despierto. 
Está claro que, un programa como ese, poco futuro se le hubiera augurado en pantalla a día de hoy, pero en aquella España de 1984 en la que solo existía la oferta de las dos cadenas públicas, este, lograba permanecer torturando los endebles cerebros del público infantil hasta 1987.
Lo único que no logró aquel insufrible programa (afortunadamente), fue que llegara odiar las melodías del impresionista francés Debussy. Ya que el tema con el que daba comienzo no era otro que el Arabesque Nº 1 del compositor galo, solo que la versión elegida fuera la electrónica del japonés Isao Tomita.

También en 1984 iniciaba su andadura la serie sobre las particulares investigaciones de uno de los más singulares protagonistas que dio vida la célebre novelista británica Agatha Christie, "Miss Marple" (1984 - 1992).
No era la primera vez que la pequeña o gran pantalla daban vida a uno de los detectives creados por la escritora, tan solo un año antes la London Weekend Television nos dejaba con la simpática pareja de detectives formada por el matrimonio Beresford (Tommy y Tuppence), quienes nos hacían pasar una agradable velada nocturna con sus cómicos métodos detectivescos en "Agatha Christie's Partners in Crime" (aquí "Matrimonio de sabuesos").
En esta ocasión era la BBC quien producía la adaptación y, aunque mantenía cierto toque de humor o flema británica, el octogenario personaje no daba tanto juego cómico como la anterior pareja, al requerir esta un tono más sobrio. Si bien es cierto que, el carácter chismoso y entrometido de la protagonista, dejaba algunos momentos realmente simpáticos.
Pero como lo que nos trae aquí es la parte dedicada a la música... vayamos a ello, ya que la serie contaba con una banda sonora muy british y un fantástico tema de inicio creado por Ken Howard. Con ese particular toque de sinfonismo pastoral británico el compositor nos dejaba una estupenda melodía que tan bien va en los filmes ambientados en zonas rurales inglesas y requieren de cierto aire retro.


A mitad de los 80 nos encontramos con una nueva composición de Bill Conti para la televisión norteamericana. En esta ocasión la serie se alejaba de los culebrones internos de ricas familias americanas para desarrollarse en plena Guerra de Secesión norteamericana  (1861-1865), donde se pondría a prueba la amistad de dos oficiales de West Point que se verían abocados a luchar en bandos opuestos, "Norte y Sur".
Conti realizaba, como el tan bien sabe hacer, una grandilocuente obra sinfónica romántica con la que expresaba magistralmente la magnitud de los hechos y emociones que en la serie se iban a desarrollar.

Acercándonos al final de la década nos encontramos como en 1987 se realiza otra nueva coproducción de varios países europeos entre los que se encuentra España y en la que vuelve a llevar el peso de la misma la RAI italiana, "El secreto del Sahara". Así vemos como tanto director, como gran parte de los actores, guionistas y autor de la obra original eran de origen transalpino. Lo mismo que ocurría con la composición, que volvía a recaer en las manos de Ennio Morricone.
La miniserie de 4 capítulos narraba las aventuras supuestamente adaptadas de la obra de Emilio Salgari (sin especificar cuál) corridas por un arqueólogo norteamericano que buscaba la mitológica "Montaña parlante". 
La producción, que sin ser una joya se dejaba ver, nos permitió apreciar las respetables interpretaciones de Michael York y Ben Kingsley, la aceptable de Miguel Bosé y la inclasificable de Ana Obregón (más preparada para papeles como los de "Ana y los siete").
Sin duda, la serie se sostendría gracias a su maravillosa fotografía y hermosos paisajes, el esforzado trabajo de profesionales como York o Kingsley y la gran banda sonora de Morricone, compositor que conseguía uno de sus trabajos más logrados para la televisión en una serie que no pasaría a la posteridad, pero de la que, al menos, siempre podremos recordar su música.

Al final de la década volvíamos a encontrarnos con una nueva serie dedicada a otro de los famosos personajes de la escritora británica Agatha Christie. En esta ocasión le correspondía el turno al célebre detective belga Hércules Poirot, en "Agatha Christie: Poirot". 
Longeva serie que comenzaba al final de los ochenta (1989) para prolongar su emisión hasta 2013. Serie en donde hay que alabar la fantástica interpretación realizada por David Suchet en el papel de Poirot.
La banda sonora fue realizada por Christopher Gunning (de 1989 a 2004), Stephen McKeon (de 2005 a 2008), Christian Henson (de 2009 a 2013). Siendo Gunning quien se encargaría de componer el tema de inicio con el que comenzaron la mayor parte de sus capítulos. Un tema con cierto aire nostálgico y evocador a los años de actividad del detective.

Curiosamente, y aunque parezca increíble, del mismo año es también la más longeva aun,  "The Simpsons". Serie animada que ha logrado mantenerse fresca e interesante hasta nuestros días.
De las cabezas de los creadores Matt Groening, James L. Brooks y Sam Simon salían las irreverentes y desternillantes aventuras de esta peculiar familia amarilla que nos lleva acompañando más de dos décadas.
Aunque la banda sonora de la serie ha sido firmada por los compositores Alf Clausen, Richard Gibbs, Arthur B. Rubinstein, el popular tema de inicio lleva el sello del compositor que ha acompañado a Tim Burton en la mayoría de sus películas, que no es otro que el mismísimo Danny Elfman ("Eduardo Manostijera", "Batman", "Charlie y la fábrica de chocolate",...). Autor que lograba con este tema uno de sus primeros grandes éxitos, aun desmarcándose del estilo gótico que tan buenos resultados y éxitos le ha reportado acompañando la obra del director Tim Burton.

Pues con esta terminamos nuestra primera parte dedicada a las series de televisión. Espero que os haya gustado, ya que prometo que, en breve, tendremos la continuación. Segunda parte donde veremos algunos temas que nos han ido acompañando desde 1990 hasta nuestros días en series como Twin Peaks, Lost, Game of Thrones,...

Un saludo.

3 comentarios:

  1. Ahora que veo lo de Looney Tunes, y siguiendo con el tema de las copias, plagios e inspiraciones. Es bastante curioso escuchar los créditos de The Dude goes West (un western algo complicado de encontrar) de Tiomkin, y el opening de los Tiny Toon de Bruce Broughton.

    ResponderEliminar
  2. Es todo un honor para mí contar con sus inestimable presencia en este humilde y personal blog sobre música de cine, amiga Lucía Pérez. Estoy seguro que aprenderé mucho con sus impagables conocimientos. No dude un segundo cuando necesite que le lleven a otro campeonato. ;)

    ResponderEliminar
  3. Aprenderemos mutuamente :D sigo leyendo!

    ResponderEliminar