miércoles, 27 de marzo de 2013

Alberto Iglesias (Compositor)


Alberto Iglesias

San Sebastián (España), 1955

Hoy veremos a nuestro compositor nacional más reconocido y laureado fuera y dentro de nuestras fronteras.
Primero en ser nominado en la categoría a mejor banda sonora original en los célebres Oscar de Hollywood. Cuenta en su haber con varias nominaciones a prestigiosos premios internacionales: 3 a los Oscar, 1 al BAFTA, 1 al Globo de Oro.
Pero todo no ha sido quedarse con la miel en los labios, de hecho, nuestro autor también cuenta con 10 Goyas de 12 nominaciones, 2 Felix (o Premios del Cine Europeo) y 1 prestigioso Satellite (entregado por la International Press Academy), entre otros.

Sus inicios están ligados a otro reconocido compositor nacional de merecida fama fuera de nuestras fronteras, Javier Navarrete. Con él formaría un grupo de música electrónica.
No es hasta la década de los 80 cuando realiza sus primeras bandas sonoras, primero con algunos cortos. Siendo su primer trabajo para un largometraje en 1983 con el film histórico: “La conquista de Albania” (Alfonso Ungría).
Es en esta década cuando trabaja por primera vez con uno de los directores con los que ha colaborado en más ocasiones: Julio Médem. En esta primera ocasión en un corto: “La seis en punta” (1987).
Pero no es hasta la década de los 90 cuando su relación con este y la nueva incorporación del manchego, Pedro Almodóvar, consigan darle la proyección que lo lanzará a romper fronteras y a hacerse un hueco entre los nuevos valores en alza de este bello género musical.

Una vez puestos en situación, pasaremos al desarrollo de las obras más destacadas de nuestro autor.

Empezaremos con uno de los primeros trabajos con Médem “Tierra” (1996), aunque Alberto Iglesias sea un compositor versátil, nuestro autor crea muy pronto un estilo propio que se caracteriza por composiciones de corte dramático muy opresivas, como ya hiciera años atrás el gran Bernard Herrmann. Con las cuales, acompaña en las películas a protagonistas que presentan personalidades complejas llenas de  matices o secretos –muy comunes en los filmes de los directores mencionados anteriormente-.

En 1997, con un estilo similar, compone para un director que en esta ocasión rompe con su estilo filmográfico, Bigas Luna, en el film: “La camarera del Titánic”. Drama romántico que parte del fugaz encuentro amoroso entre un joven y la camarera del Titánic, el día antes de la partida del malogrado buque. En él, como comentábamos, Iglesias vuelve a su estilo dramático-romántico opresivo, con el que hace rumiar al espectador el angustioso final del efímero romance.

Igual patrón sigue en la bella historia de amor de “Los amantes del círculo polar”, de nuevo con Médem a los mandos en 1998. Donde unos distantes y fríos protagonistas, nos dejan esta apasionada historia de amor en los gélidos y hermosos paisajes del círculo polar.

En 1999, realiza el que será el tercer trabajo junto al manchego, Pedro Almodóvar: “Todo sobre mi madre”. Drama por el que el director conseguiría el Oscar, Globo de Oro y BAFTA a mejor película extranjera o de habla no inglesa y algún que otro prestigioso premio más.
Curiosamente, lo que destacaba en el film no fue la composición de Alberto Iglesias, sino la canción del senegalés Ismaël Lô “Tajabone”.
Y Alberto Iglesias… se volvía a mantener fiel a su estilo.

En 2001 volvemos a encontrarnos a nuestro autor trabajando para Médem en la erótica: “Lucía y el sexo”. Peculiar película, no apta para todos los públicos, pero donde nuestro compositor, para aliviar tanta tensión sexual, realiza un giro radical en su composición, dulcificando en extremo sus melodías y dejándonos temas tan bellos como el dedicado a la sensual “Lucía”, papel interpretado por mi exultante paisana, la lozana, Paz Vega.
Por ella, lograría el merecido Goya nuestro compositor.

Volvemos en 2002 con Pedro Almodóvar y su singular “Hable con ella”. Nueva película del director que alcanza un gran reconocimiento fuera de nuestras fronteras, obteniendo galardones como el Oscar a mejor guión original y la nominación a mejor director, además del Globo de Oro a mejor película extranjera,  BAFTA a mejor película de habla no inglesa y guión original, Cesar a mejor película europea,…
Personalmente, ni fu ni fa, prefiero otras de él, pero sobre gustos… colores.
Alberto Iglesias nos deja una obra dramática con ritmos muy nuestros, que dan ese aire de tragedia española al film.

En 2004 otra vez a las órdenes de Almodóvar, escribe el que posiblemente sea su mayor homenaje al gran maestro Bernard Herrmann,  banda sonora que contiene un gran tema que nos evoca la composición que acompañaría a la película del genio del suspense: “Psicosis”, en un film en el que nuestro autor combinará con mucha sabiduría sus melodías. Y en el que, un arriesgado, Almodóvar, juega con los turbios secretos del pasado de sus protagonistas: “La mala educación”.

Pasemos ahora al que será su primer gran éxito de nivel internacional, aquel que acompañó al film británico basado en la obra homónima de John Le Carré: “El jardinero fiel” (Fernando Meirelles, 2005). Con una composición que no se aleja en exceso de su estilo habitual, realiza como variaciones significativas la inclusión de ritmos e instrumentos africanos.
Película en la que se desenmascaran las tramas sociopolíticas de las grandes corporaciones –en este caso las farmacéuticas- en los países del tercer mundo. Gran interpretación a cargo de los actores protagonistas, destacando en el femenino la actriz británica Rachel Weistz, que obtendría el Oscar y Globo de Oro a mejor actriz de reparto. Y un Alberto Iglesias que, entre otros, sería nominado al Oscar, Satellite y BAFTA a mejor banda sonora.

Volver” (Pedro Almodovar, 2006) y volver… y volver. Alberto Iglesias se encasilla en su música de suspense, con la salvedad, que en esta ocasión lo adereza de aires flamencos.  Aun así obtendría una buena acogida, recibiendo el Goya y el Félix por ella.
Comentar, que la película se acompañaría por la canción aflamencada de Estrella Morente, adaptación del tango homónimo de Carlos Gardel: “Volver”.

2007 nos dejará su segundo gran éxito internacional, la banda sonora de la melodramática: “Cometas en el cielo”. Ella le supondría su segunda nominación al Oscar y al BAFTA y primera al Globo de Oro. Logrando hacerse con el Satellite.
Intensa y emotiva composición con la que nuestro autor nos acompaña en esta película que se centra en la historia afectiva de los personajes protagonistas y arañar ligeramente en una trama sociopolítica de un país como Afganistán, tema, este último, que habría dado bastante más juego.

2009 nos trae una nueva banda sonora de Alberto Iglesias “Los abrazos rotos”. Una vez más acompañando a un film de Almodóvar, y una vez más en su línea; con composiciones que inciden más en lo psíquico que lo emocional y muy  acorde a las turbulentas personalidades de los protagonistas del film. En ella, una vez más, se hace patente la perfecta simbiosis generada entre ambos, la cual hace que resulte difícil concebir una película del manchego sin las melodías de Iglesias.
Y… nuevo Goya y Félix para nuestro compositor.

2011 nos deja una de las composiciones más sobrecogedora y de mayor fuerza de nuestro autor, la caótica, intensa y transgresiva melodía de “La piel que habito”. Con ella parece echarle un pulso al propio director, con el que ha llegado a tal compenetración que cuando uno brilla, lo hace el otro. Pero que, lamentablemente, cuando uno se derrumba, también arrastra al otro, algo que hemos podido comprobar en el último film juntos “Los amantes pasajeros” (2013).

Este mismo año de 2011, es también el año de su tercera nominación al Oscar y BAFTA. En esta ocasión por otro film británico: “El topo” (Tomas Alfredson).

"Sobria intriga psicológica (...) entretenida adaptación (...) El topo es el anti James Bond." (Carlos Prieto: Diario Público)”.

Y, quién mejor  para atraparnos en los matices psicológicos de la trama. Pues sí, él, nuestro Bernard Herrmann nacional, don Alberto Iglesias Fernández-Berridi.

Finalizaremos en este mismo año con el film francés: “El monje”. Thriller de temática sobrenatural basado en una novela del autor del siglo XVII, Matthew Gregory Lewis, y ambientada en un monasterio cisterciense de la misma época.
Alberto Iglesias realiza una formidable y sobrecogedora melodía para este estético film, donde el papel protagonista recae sobre un soberbio L’enfant Terrible francés: Vicent Cassel.

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

2 comentarios:

  1. Pues me alegro mucho de encontrar --y saber, que lo desconocía por completo-- un compositor español de gran nivel reconocido internacionalmente como atestiguan sus premios, nominaciones y reconocimientos.

    Sería cuestión de que su nombre figurase en un par de exitosas películas de las que es capaz de producir la gran industria del cine americano y pasará a estar en ese más alto escalón posible cuando se pone tanto dinero en dólares y pasa a ser conocido en todo el mundo (todo ello dicho sin desmerecer que existan buenas películas con menos presupuesto, que el talento se tiene o no se tiene).

    Por cierto, ni una sola de las películas mentadas en este artículo la he visto. Ni una.

    LUCÍA, por mucho que atraiga y altere la sangre ese animal erótico que es Paz Vega, jamás me entraron ganas de verla. Algo más reciente nombrado aquí, LA PIEL QUE HABITO, no me atrae lo más mínimo, seguramente porque le he cogido manía a Almodóvar que años atrás me gustaba y ahora ya no.

    Me gustan otras obras, en la historia del cine hay muchas. Además, admito que no soy muy cinéfilo.

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  2. Realmente "El jardinero fiel", es una de esas películas de reconocido prestigio que usted menciona. Está claro que no es "El Caballero Oscuro" o "Avatar", más destinadas a llegar a un mayor número de público, pero,aun así, es un film de merecido reconocimiento.
    Menos repercusión tuvieron las otras dos cintas, la norteamericana "Cometas en el cielo" y la británica "El Topo", aunque contaran con buena acogida por parte de crítica y público.
    En cuanto a Almodóvar, he de reconocer que me ha pasado algo similar a lo que usted comenta, aunque a mí,sigan gustándome algunas de sus últimas y dramáticas cintas.
    En cuanto a "Lucia y el sexo", sin querer caer en lo mojigato, me pareció excesiva, pero, bueno, no me debería haber sorprendido, el título ya avisaba de que iba a versar el film, y Paz Vega... bien merecía su visionado.

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