Hans
Zimmer
Hans Florian
Zimmer, Fráncfort (Alemania), 1957
Está
claro, que la industria cinematográfica norteamericana es la más productiva de
occidente, y sólo desbancada por la india a nivel mundial. Lo que la diferencia de
esta última, es que la primera tiene como fin la obtención de pingues
beneficios, y la segunda, está creada para satisfacer su consumo interno.
Bien,
lógicamente, una factoría que busque la rentabilidad económica tiene que ser
muy meticulosa a la hora de ofrecer su mercancía y de esta manera poder lograr un
mayor campo de influencia. Por lo que industria norteamericana, para lograr esto, se
ha basado en la realización de grandes superproducciones, destinando para ello
una gran cantidad de dinero y medios, dinero que lógicamente prevé recuperar
una vez el film salga al mercado.
Todo
esta retahíla que os estoy largando, totalmente fuera del contexto de las bandas sonoras, y mucho más alejado aun del tema que nos trae aquí... nuestro autor. Viene a colación para hacer hincapié sobre una cosa. Hacer ver que, una industria que se
soporta sobre estos pilares, debe estar continuamente reinventándose, y no sólo
en el plano tecnológico, sino en todos sus aspectos. Y lógicamente, el musical también está obligado a ello.
Este sistema, les lleva a captar a grandes
compositores. Viéndose obligada a atraer a su lado a todo aquel que dé un toque
de frescura y originalidad a sus composiciones, aunque sea de fuera de sus
fronteras. Y es ahí donde entra nuestro compositor de hoy. Autor alemán, que se ha hecho cargo de la composición de las bandas sonoras de gran parte de las superproducciones y éxitos de taquilla de los últimos años. Y fundador de una de las empresas más lucrativas dedicadas a la composición de bandas sonoras, la "Remote Control Productions" -anterior Media Venture-. Productora que ha dado salida a jóvenes autores como John Powell. Klaus Badelt, Lorne Balfe, Ramin Djawadi,
Lisa Gerrard, Harry Gregson-Williams, Steve Jablonsky o Trevor Rabin, entre otros. Noveles compositores de los que empezamos a tener constancia de su buen hacer.Bien, pues e su caso, él también fue aprendiz antes que maestro. Así estubo bajo la tutela del poco conocido compositor de bandas sonoras, el británico, Stanley Myers. Quien, entre otras, compondría para el film de Michael Cimino “El Cazador” (1978), además de escribir para obras británicas de principios de los ochenta como “Trabajo clandestino” (Jerzy Skolimowski, 1982) o “Eureka” (Nicolas Roeg, 1983), películas que pasarían sin pena ni gloria por las pantallas aunque contaran con actores de relieve como Jeremy Irons o Gene Hackman.
No es el caso del auto que nos trae hoy aquí, quien, gracias a su genialidad, no correrá la misma suerte que su mentor. Este, no solo consigue superarlo, sino que se convertirá en uno de los autores
más reputados de los últimos tiempos, contando en su haber con algunas de las bandas sonoras de más éxito de las últimas décadas.
Como
hemos visto en otros compositores tratados anteriormente, con Hans Zimmer nos
ocurre lo mismo. Al no limitar su trabajo a la gran pantalla, su
reconocimiento es también merecido por sus composiciones para su hermana pequeña, e incluso, más recientemente, por los trabajos para videojuegos. Como en el caso de los temas para las sagas “Call of Duty: Modern Warfare 2” (2009). O “Crysis 2” (2011), obra esta última poco original, ya que copia el formato de la anterior. Además,
hay que recalcar que, ambas fueron realizadas en colaboración con Lorne Bafe.
Una anotación que sí me gustaría hacer, es, que este compositor, recurre con cierta regularidad al uso de temas de éxito de otros autores. Muy recurrentes son las referencias a la obra del ilustre Morricone, del que parece ser un gran admirador de su obra. Así, entre otras, aparecerán temas del gran maestro en bandas sonoras como las de “Gladiator” o en la saga de “Sherlock Holmes”.
En
su dilatada carrera como compositor de bandas sonoras ha obtenido varios
premios y nominaciones, entre los que podemos destacar: el Oscar conseguido por
la banda sonora de “El rey León” (Bob
Minkoff, 1994). O dos Globos de Oro, el primero, conseguido por la anteriormente
mencionada; y, el segundo, por la composición para el film “Gladiator”
del director Ridley Scott en el año 2000. Además, cuenta en su haber con ocho nominaciones a los Oscars, ocho
a los Globos de Oro (en ambos casos, no incluidas las premiadas), once a los Grammy (entre
ellos 4 galardones),… hasta el momento.
Para hablar con rigor de las bandas sonoras en los últimos veinte años es
obligatorio hacer mención a Hans Zimmer, quien pronto dejó claro a hasta donde podía llegar. Así, en 1988, tras haber dado el salto y arriesgarse en
tierras de los antiguos Siux, obtiene el que sería su primer éxito con la
composición de música electrónica para el film “Rain Man” (Barry Levinson). Estilo que mantendría
en algunas de sus siguientes composiciones y que ya usara en su etapa en
el Reino Unido.
Un
año más tarde vuelve a repetir con la música electrónica, solo que esta vez
añadiendo instrumentos orientales y orquestación en el film de Ridley Scott, “Black Rain” (1989). Considerada por sus seguidores como
una de sus mejores composiciones en este primer periodo; acompaña soberbiamente
a este film que narra las desventuras en las que se ve envuelto Michael Douglas,
en el papel de un policía neoyorkino atrapado en el violento Japón de los
submundos de la Yakuza.
Entramos
en la siguiente década con un film que tuvo el gran fallo de adelantarse diez
años, hecho, que le privó de poder convertirse en un film de culto en los EEUU: “Llamaradas” (Ron Howard, 1991). Bodrio monumental
con muchos efectos especiales, una banda sonora efectiva y mentiras a
cascoporro. Superproducción muy “a la americana” que no la salva ni el reparto.
Pero
el reconocimiento no tardaría en llegar, solo que este, lo hace de la mano del
cine de animación para los más pequeños. Así, en 1994 compone la banda sonora
que le facilitará el Oscar y su primer Globo de Oro, la ya mencionada “El rey león” (Rob Minkoff y Roger Allers). Cuatro
años más tarde, escribiría la bella melodía de “El príncipe de Egipto” (Simon Wells, Steve Hickner y Brenda
Chapman, 1998) con la que obtendría la nominación al Globo de Oro.
Aunque
también es del mismo año otra bella composición, la que nos acompañaría en el
film bélico “La delgada línea roja”
(Terrence Malick). Obra, en la que sienta las bases para una futura composición mucho más elaborada e intensa en 2010. Me refiero, a la banda sonora del film
“Origen” (Christopher Nolan).
Ya
metidos en el nuevo milenio, compone una de sus obras de más éxito. Composición,
que lo catapulta hacia su segundo Globo de Oro: “Gladiator”
(Ridley Scott, 2000). En ella, nos deleita con una fantástica melodía tanto
para los momentos de acción como para los dramáticos. Obra compuesta en
colaboración con el también alemán Klaus Badelt, aunque la autoría de la obra
siempre recaiga en manos del maestro. Algo que no ocurrirá en una posterior
colaboración en donde se produce cierta confusión, como veremos más adelante.
Del
mismo año es la libre y hermosa adaptación del tema tradicional inglés "Scarborough Fair" tema que hicieron popular en los años sesenta el dúo Simon &
Garfunkel al ir incluido entre los temas del célebre Film de Mike Nichols: "El graduado" (1967): “Scarborough Fair/Canticle”
. Zimmer lo empleará con gran tino en la banda sonora de la cinta bélica “Black Hawk derribado” (Ridley
Scott, 2002).
2003
nos deja otra gran composición de este autor, en esta ocasión, para el film: “El último samurái” (Edward Zwick). Otra nueva película de acción-bélica,
géneros, en los que parece sentirse muy cómodo este autor.
Pero
también este es el año de un film que trae con él una gran banda sonora, aunque
algo caótica y controvertida. Me refiero a la melodía del film “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla
Negra” (Gore Verbinski). En la que, aunque aparezca como titular de la
composición el joven Klaus Badelt, en su realización intervienen hasta nueve compositores de la Remote Control Production, entre ellos, el Sr. Zimmer; quien compone el tema: “He’s a pirates”.
Es por ello, que, junto con el condicionante de ser el autor del resto de las bandas sonoras de la saga, sea confundido y se le asigne la autoría del mismo; aunque, como hemos visto, el que conste oficialmente como autor en el registro sea su discípulo, Klaus Badelt.
Es por ello, que, junto con el condicionante de ser el autor del resto de las bandas sonoras de la saga, sea confundido y se le asigne la autoría del mismo; aunque, como hemos visto, el que conste oficialmente como autor en el registro sea su discípulo, Klaus Badelt.
El
2005 le dará una nueva participación en otra aventura épica, esta vez de la
mano del héroe nocturno: Batman. Componiendo la banda sonora del film: “Batman Begins” junto a otro gran compositor, James Newton Howard. Comenzando, de esta manera, la que será la primera de
las colaboraciones con Christopher Nolan en la saga del héroe Murciélago.
En él, mantiene ese estilo repetitivo que lo caracteriza, con el que acompañará a un hombre murciélago algo más sobrio que en anteriores ocasiones. Al que, un magistral, Christian Bale le consigue sacar todos sus matices.
En él, mantiene ese estilo repetitivo que lo caracteriza, con el que acompañará a un hombre murciélago algo más sobrio que en anteriores ocasiones. Al que, un magistral, Christian Bale le consigue sacar todos sus matices.
En
2006 continua con la saga de Piratas del Caribe, solo que, en esta ocasión, es
él el que se lleva toda la gloria en la composición de esta segunda entrega: “Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto”
(Gore Verbinski). En ella, escribe un genial tema para su protagonista principal, el
mismísimo Capitán, Jack Sparrow.
Otra
gran composición en 2006, será la que acompañe a la versión cinematográfica de
la obra de Dan Brown “El código Da Vinci” (Ron Howard).
El
siguiente año dará la tercera composición para las aventuras del intrépido y
desastrado capitán pirata, Jack Sparrow, en: “Piratas del Caribe: en el fin del mundo” (Gore
Verbinski, 2007). Donde, Zimmer, compone otra maravillosa banda sonora para
esta nueva entrega en la que nos deja una excelente representación de su buen
hacer.
2008
volverá a ser un buen año para Zimmer. Año, en el que se embarca en proyectos
como la fantástica cinta de animación “Kung Fu Panda” (Mark Osborne y John Stevenson) para la
que compone junto a su discípulo avanzado, John Powell, una preciosa banda
sonora de ritmos orientales.
O
la segunda entrega del director Christopher Nolan para “El caballero Oscuro”, melodía más en su línea, en la que
continua con su estilo repetitivo y potente que nos mete de cabeza en el ritmo
vertiginoso del film, y que vuelve a coescribir junto a Newton Howard.
Aunque
de este año también son los trabajos de las composiciones para: “Madagascar 2” (Eric Darnell y Tom
McGrath), del que es autor de las melodías de los tres filmes.
O la melodía del film político “El desafío, Frost contra Nixon” (Ron Howard), entre otras.
O la melodía del film político “El desafío, Frost contra Nixon” (Ron Howard), entre otras.
Como
podemos observar, Hans Zimmer, es un autor de lo más productivo y comercial, de
hecho, como estamos viendo, se ha convertido en uno de esos compositores
talismanes. Siendo reclamado para aquellas superproducciones que requieran asegurar cierta
intensidad en sus acompañamientos y dar mayor énfasis a sus argumentos.
Así,
en 2009, nos vuelve a dejar varias composiciones para otras películas del género de acción. Como el trabajo realizado para el monumental despropósito de “Sherlock Holmes”.
Film,
donde el insigne detective se ve convertido en una mezcla entre Kung Fu y Robocop.
Quien, embutido de forma burlesca en la época victoriana, desvirtúa, de manera
soez, los textos de Sir Arthur Conan Doyle. En un film, cuya única intención es
dejarnos un producto comercial y efectista, muy alejado del sobrio e intimista Holmes de las novelas de Conan Doyle.
Lógicamente,
para hacer esto, el británico Guy Ritchie debía contar con un compositor
singular a la hora de realizar la banda sonora que requería el film, y
ciertamente… lo consigue. Aunque para ello el compositor recurra al plagio, nada
más y nada menos, que del ilustre maestro del Spaghetti, Don Ennio Morricone y
su tema “Farewell to Cheyenne”.
Me
imagino o... espero, que su intención fuera rendirle pleitesia, ya que en la secuela de esta:
“Sherlock Holmes: Juego de sombras”
(Guy Ritchie, 2011), no sólo versiona, sino que incorpora el tema del gran
maestro “Dos mulas y una mujer”.
Otro
de sus trabajos en este año es, para la nueva adaptación del sobrevalorado Dan
Brown, en la precuela cinematográfica de las aventuras de Robert Langdon: “Ángeles y demonios” (Ron Howard). Donde nos vuelve a dejar
una intensa y emotiva composición, en la que mantiene el tema central compuesto
para el primer film de dicho personaje, aunque con ligeras modificaciones.
En
los siguientes años, hasta la actualidad, citaré como composiciones destacadas,
la ya mencionada “Origen” (Christopher
Nolan, 2010), La segunda entrega del Oso Karateca “Kung Fu Panda 2”
(Jennifer Yuh, 2011), donde vuelve a colaborar con John Powell o la tercera del
Batman de Nolan: “El Caballero oscuro: La
leyenda renace” (2012).
Para
terminar, vuelvo a dejar un enlace para aquel que quiera escuchar algo más
sobre la obra de este autor.
Espero que haya sido de vuestro agrado.
Un
saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario