Alan Menken
New
Rochelle, Nueva York (Estados Unidos), 1949.
Hoy
hablaremos de un autor especializado en composiciones para películas destinadas
a los más pequeños de la familia y quizás habría que matizar un poco más, y
decir, a las más pequeñas de la familia.
Autor
muy ligado a la factoría Disney y una de las personas que ostenta un lugar
privilegiado en cuanto al número de Oscar en su haber: 8 en total -4 a mejor
banda sonora original y 4 a mejor canción- de 19 nominaciones. Además de contar
en su palmarés con 7 Globos de Oro de 16 nominaciones, 11 Grammy de 17
nominaciones y 2 nominaciones a los BAFTA. Como podemos observar, su currículo
no es nada desdeñable.
Menken,
lastrado por su pasado en el mundo del teatro, desarrolla a lo largo de su
carrera cinematográfica un estilo muy a la usanza de los grandes musicales de
Broadway, y siento decir que, algo ñoña para mi gusto, aunque no siempre sea
así. Queda muy lejos de mi intención menospreciar la labor de este gran
compositor, de quien opino, ha realizado grandes obras. Y, aunque
tendente a un estilo marcadamente romántico, y repito, algo excesivo para mi
gusto, no todas sus composiciones lo son.
Tengo
que reconocer, que he dudado mucho a la hora de desarrollar o no el post sobre
Alan Menken, ya que, si hay algo por lo que ha destacado Menken a lo largo de
su carrera, ha sido por la realización de musicales, y por tanto, canciones de
películas.
Ya
he comentado en anteriores ocasiones, que mi intención en este blog no es
hablar de dichas canciones, sino de los acompañamientos musicales (b.s.o.). Por
lo que este autor me complicaba bastante la tarea si quería hacer un artículo
aceptable dando la espalda al apartado canciones, ya
que me vería abocado a obviar una parte muy importante de su dilatada carrera. Finalmente, y
espero que lo entendáis, lo que he decidido hacer es una excepción. Así en esta
ocasión, hablaremos sobre algunas de las canciones más destacadas de Menken. Ya que, pienso,
sería un sacrilegio hablar sobre la obra de este compositor y dejar de lado el
cincuenta por ciento de su trabajo.
Si
bien, como mi intención en este blog no es esa y aquellos que me conozcan
sabrán lo melón que puedo llegar a ser, intentaré centrarme, siempre que me sea
posible, en sus bandas sonoras.
Una vez hecha esta aclaración, pasaremos a desarrollar el trabajo realizado por
Menken en el séptimo arte. Aunque antes, me gustaría señalar que nuestro autor
ha realizado composiciones también para la televisión y, como ya hemos
comentado anteriormante, para el teatro.
Pues,
como ya sabemos, inicia su carrera como compositor de acompañamientos musicales
en el mundo del teatro. Así, en 1982 escribe para la obra del Orpheum Theatre
de Nueva York: “Little Shop of Horrors”
(“La pequeña tienda de los horrores”),
donde establece una muy buena relación con el letrista Howard Ashman, con el que
trabajará hasta la muerte de este en 1991. Gracias al éxito obtenido por la
obra de teatro, veremos su versión cinematográfica en 1986. Siendo el encargado
de llevarla al celuloide el entonces debutante y ex titiritero británico: Frank
Oz.
En
ella, se opta por mantener las canciones originales de la obra de teatro, a la
que sólo se le incorporará un nuevo tema: "Mean Green Mother from Outer Space".
Por
la que Menken y Ashman obtendrían la nominación al Oscar a mejor canción.
Tras
este fulgurante comienzo, inicia una prometedora relación con una de las
factorías más importantes del cine USA: la Disney.
Y
como no podía ser menos, en 1989 compone para ella la premiada banda sonora de
la cinta de animación: “La Sirenita” (John Musker y Ron Clements).
Sí
había alguna forma de comenzar una relación, no podía haber sido mejor que
esta. Así, Menken consigue el Oscar a mejor banda sonora y mejor canción por: "Under the Sea" (“Bajo el mar”), además, de estar nominado por otra
canción: "Kiss the Girl" (“Bésala”). Pero no quedará ahí la cosa, ya que también
logra hacerse con dos Globo de Oro y un Grammy (más otra nominación). Comentar,
que en el apartado de canciones iría nominado junto a su letrista Howard Ashman.
Es
cierto, que el peso de estos filmes recae sobre las canciones, como es norma
común en los musicales de princesas Disney. Aun así, esto no restará importancia
a la banda sonora, la cual presenta grandes melodías de una fuerza sinfónica
sobresaliente, como podemos observar en el tema: “The Storm”.
Después
de tan prometedor comienzo llega en 1991 su segunda trabajo para la Disney, y
lejos de que el éxito de su debut pudiera parecer un sueño, Menken vuelve a
sacar pecho y realiza otro exultante trabajo para “La Bella y la Bestia” (Gary Trousdale y Kirk Wise).
Consiguiendo 3 Grammy, 2 Oscar (banda sonora y canción) de 4 nominaciones y 1
Globo de Oro de 2 nominaciones, además de una nominación al BAFTA.
Comentar
que el tema de amor ganador del Oscar a mejor canción: “Beauty and the Beast”, estaría interpretado en su versión original por la veterana actriz
Angela Lansbury, que sería la encargada de poner la voz al personaje de la Sra.
Potts (la tetera encantada).
Vemos
como, salvo en su primer trabajo en “La pequeña tienda de los horrores”, las colaboraciones con la Disney están marcadas por un
estilo extremadamente romántico. Esto cambiará en el siguiente trabajo, con la
nueva cinta de animación: “Aladdin” (John Musker
y Ron Clements, 1992), que aunque presente algún tema “tierno”, el resto de la
obra no lo es, prevaleciendo las composiciones de carácter cómico.
Simpática
y alegre banda sonora que, una vez más, obtuvo grandes resultados: ganadora de
2 nuevos Oscar de 3 nominaciones, 2 globos de oro de 4 nominaciones, 4 Grammy
de 5 nominaciones y una nominación al BAFTA.
En
él nos encontramos con un desafortunado contratiempo, ya que Menken tendría que
cambiar de letrista para este film, debido al desgraciado fallecimiento de
Ashman un año antes, siendo sustituido por Tim Rice.
La
buena relación que existía entre compositor y letrista, y, viendo como la vida
de Ashman se iba deteriorando por momentos, hizo que ambos decidieran
anticiparse a los acontecimientos, decidiendo adelantar trabajo y dejar
compuesta varias de las canciones que posteriormente se incluirían en el film,
como son: "Arabian Nights",
"Friend Like Me" y "Prince Ali" (“Principe Ali”).
Aunque
el Oscar lo recibiría Rice por el tema más ñoña del film: “A Whole New World” (“Un mundo ideal”).
En
el acto de entrega, el propio Rice elogiaría el trabajo de Ashman en la recogida
de su galardón.
Y
como no hay dos sin tres, y en este caso, tres sin cuatro. En 1995 compone su
siguiente gran éxito “Pocahontas”
(Mike Gabriel y Eric Goldberg). Con ella continúa con su más puro estilo
romántico para acompañar a esta nueva y atlética princesa Disney.
Y
siguiendo con el éxito de obras precedentes se alzaría con dos nuevos Oscar,
esta vez a mejor banda sonora original (comedia o musical) y mejor canción. En
esta ocasión junto al letrista Stephen Schwartz. El tema agraciado sería: “Colours of the Wind” (“Colores en el viento”), que además obtendría un Globo de Oro
y un Grammy.
En
1996, siguiendo con los trabajos para la Disney y sus filmes de animación, nos
deja una de las obras más potentes y dramáticas escritas por él: “El Jorobado de Notre Dame” (Gary Trousdale y Kirk Wise). Si bien
se tuvo que conformar sólo con la nominación al Oscar y al Globo de Oro, no
creo que fuera por no merecérselo -Pienso que esta tiene mucha más calidad que
algunas de sus anteriores obras premiadas-, más bien, opino que fue, por no
despertar suspicacias en el mundillo cinematográfico.
En
esta ocasión, lejos de lo que cabía esperar al tratarse de una obra dirigida al
público infantil, el ambiente siniestro del que se reviste esta obra, quizás,
sea excesivo. Menken, dando giro radical, opta por temas lúgubres y de gran
dramatismo, y para suavizar, los acompaña con otros de corte épico. Estos, harán
algo más llevadero el espectáculo al público al que supuestamente iba destinado
el film. Siendo, en esta ocasión, muy pocos los temas que encontremos de su estilo
habitual, los románticos.
Un
claro ejemplo de lo que comento, lo podemos observar en el bello tema “The Bells of Notre Dame”.
Una
vez más, para las letras de las canciones Menken volverá a contar con Stephen
Schwartz.
1997
será el momento para otro nuevo héroe de animación Disney, solo que en este
caso se trate de la antítesis del último. Me refiero al apolíneo “Hércules” (Ron Clements y John Musker).
Si
bien no es una de las obras más destacadas de nuestro autor, sí que presenta
algunas curiosidades, como la inclusión de temas musicales anacrónicos para la
época en la que se desarrolla el relato, algo que Menken no había hecho hasta
esta ocasión, habiendo mantenido cierta fidelidad compositiva en relación al
argumento y al periodo en que este se desarrollaba la historia.
Así,
el film comienza con un curioso tema góspel “The gospel thru”,
mientras que el resto de la obra gira en torno a temas cómicos o épicos y otros
más sórdidos para acompañar al malvado Hades.
En
este caso, el letrista elegido para acompañarlo fue David Zippel, ambos
obtuvieron la nominación al Oscar y al Globo de Oro por la canción “Go the distance”.
Dando
un salto de diez años –lo que no significa que nuestro autor permaneciera inactivo
en el transcurso de esta década- nos vamos hasta 2007. Donde de nuevo para la
Disney, sólo que en esta ocasión para un film con personajes reales, compondrá
la banda sonora de “Encantada. La historia de Giselle”
(Kevin Lima).
En
este musical, donde la princesa de cuentos Giselle, se ve transportada por las
malas artes mágicas de la malvada reina bruja hasta... nuestra realidad. Un
ecléctico Menken realiza un fantástico revoltillo musical, en el que combina melodías
que nos trae a la cabeza sinfonías del inigualable Mundo de Colores Disney,
algo del ambiente gótico de Elfman, y la gran traca final, con la que uno
termina mirando al cielo para ver por donde saldrán los fuegos de artificio.
Para
las canciones vuelve a trabajar con Stephen Schwartz, con quien obtendrá una
triple nominación a los Oscar, doble al Grammy y una al Globo de oro.
En
2010 seremos protagonistas de otra nueva y acertada obra de Menken. Aunque
parece coincidir la incorporación de Alan Menken con la metamorfosis producida
en las protagonistas Disney. Las cuales dejan de ser esos seres desvalidos que
necesitaban de su príncipe azul, héroe que
venga a deshacer los entuertos en los que ellas, consciente o
inconscientemente, se han visto envueltas. Mutando a otros que, aun conservando
su candidez, presentan un comportamiento mucho más activo y altanero, asumiendo
roles más heroicos que sumisos. Lógicamente… este cambio no es debido a la
incorporación de nuestro autor a la Disney.
Así
en este año de 2010, llegamos a esta sorprendente adaptación del célebre cuento de
los hermanos Grimm, Rapunzel, que llevaría por título: “Enredados” (Nathan Greno y Byron Howard).
Donde
una algo ingenua, pero nada desvalida Rapunzel, tendrá que bregar con el encantador
antihéroe Flynn Rider, corriendo múltiples aventuras en su camino por alejarse
de las zarpas de la malvada de turno.
No
sé, si en esta película me veo algo condicionado al empatízar con uno de mis
vástagos, y ello, no me permite ser todo lo objetivo que debiera, pero lo
cierto es, que a mí me resultó una banda sonora de lo más agradable, con temas tan
destacables como esta simpática melodía de tonos celtas: “Kingdom Dance”.
Mientras,
en el apartado de las canciones, que es donde nuestro autor suele obtener sus mejores
resultados, consiguie el Grammy por el sensiblero tema “I see the light” junto al letrista
Slater Glenn, más otra nominación; además de la nominación al Oscar y al Globo
de Oro por la misma canción. Yo, por llevar un poco la contraria y, nuevamente,
condicionado por la princesa de mi casa, sumado a que no soy un muy seguidor de este tipo de canción romanticona –ya que tanta ñoñería me da un poco
de dentera-, diré que hay dos temas que me llaman más la atención que la
galardonada, y que, para mi gusto, quedan bastante mejor que la premiada, estos
son:
Por
un lado, el cómico y vital tema “I've Got
A Dream” (“Mi sueño es”).
Y
en contraposición, el dramático, sórdido y satírico “Mother knows best” (“Madre sabe más”).
Ambos,
una vez más, al más puro y acertado estilo Broadway.
Aunque
debo admitir, que entienda que, al tratarse de un film de princesas, las pequeñas
princesas de la casa… requirieran su dosis de cursilería.
Con
ellos terminaré mi disertación por hoy, esperando que haya sido de vuestro
agrado.
Un
saludo.
Dedicado a mi querida Rapunzel, por saber llenar de alegría nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario