miércoles, 6 de marzo de 2013

James Horner (Compositor)


James Horner

Los Ángeles (Estados Unidos), 1953

El autor que nos trae aquí hoy, sí que está especializado en componer bandas sonoras de cine.
Comienza su andadura en 1979 con el film de terror: “Up from depths” (Charles B. Griffith).
En su dilatada y sinuosa carrera ha dejado una considerable muestra de su talento compositivo, como veremos más adelante. Siendo nominado en 10 ocasiones al Oscar, 8 veces en la categoría a mejor banda sonora, en la que conseguiría alzarse en una ocasión con la preciada estatuilla por la melodía de “Titanic” (James Cameron, 1997) y 2 más a mejor canción, por la que obtuvo, en el mismo año, el segundo Oscar con la canción “My Heart Will Go On”, también del film “Titanic”. Además, cuenta con otro gran número de premios y nominaciones, como: 2 Globos de Oro de 10 nominaciones, 2 nominaciones a los BAFTA o 3 Grammy de 9 nominaciones, entre otros.
En sus más de treinta años en este bello arte de la composición de bandas sonoras, ha dejado un número importante de grandes temas que pasarán a la historia de este género musical. Aunque haya voces que levanten críticas hacia su peculiar estilo de autoplagiarse -entre las cuales me incluyo-, en lo que ha sido denominado como “Parabará” -por su similitud onomatopéyica- “conjunto de notas que emplea cuando quiere enfatizar sus composiciones”, artimaña muy recurrente en muchas de sus obras, como podéis ver en el ejemplo que os dejo.
Pero, pasemos a ver cuáles son estos grandes temas y algunos otros no tan conocidos de este prolífico compositor, quien cuenta en su haber con algo más de 150 obras entre cine y televisión.

Comenzaremos en sus inicios, cuando en 1980 compone la melodía del remake, en esta ocasión futurista, de “Los siete samuráis” de Kurosawa. Si el clásico remake del oeste llevaba por nombre: “Los siete magníficos”, aquí, en un alarde de ingenio le ponen por título: “Los siete magníficos del espacio” (Jimmy T. Murakami).
Pero no no salgamos del guión y vayamos a lo que nos trae por aquí. Así él nos deja con una composición que nos retrotrae a esas producciones de ciencia ficción de los años 80, con melodías que nos recuerdan a la de otros consagrados compositores como Goldsmith o Williams.

En 1982, es nuestro autor quien toma el relevo al mismísimo Goldsmith con la composición para la secuela de “Star Trek, la película” (Robert Wise, 1979). En la que sería la segunda entrega de la saga: “Star Trek II. La ira de Kan” (Nicholas Meyer, 1982). Unión que se mantendría en otra ocasión más: “Star Trek III. En busca de Spock” en 1984, donde el propio Spock (Leonard Nimoy) se haría cargo de la dirección -lo haría en dos ocasiones-.

En 1983 tenemos dos bandas sonoras destacables, que no los filmes que la acompañaron: “Proyecto Brainstorm” (Douglas Trumbull), donde nuestro autor nos deja una muestra de su talento en este thriller de ciencia ficción que se desarrolla en un presente real.
Y la pobre cinta, también de ciencia ficción, sólo que en este caso de batallas interplanetarias: “Krull” (Peter Yates, 1983). Lo único destacable en él es, que tenemos a un James Horner en estado puro. Banda sonora sinfónica, donde el compositor mantiene el pulso de las escenas con sus melodías épicas.

Al igual que con otros compositores de larga y productiva trayectoria, me veré obligado, a partir de este momento, a tener que ser muy selectivo con la obra de nuestro autor, ya que la segunda mitad de la década de los ochenta supone el despegue definitivo de Horner.
Así pues, en 1985 compone una nueva melodía para un film de ciencia ficción -más similar en su estilo al de aventura romántica de “ET, el extraterrestre” (Steven Spielverg, 1982)-. Con Ron Howard como responsable del film. Me refiero a la dulce: “Cocoon”.
En Ella, Horner logra combinar sobriamente melodías de tonos mágico-románticos, para mantenernos en una montaña rusa de emociones. Las mismas que experimentan los veteranos protagonistas del film.

En 1986 sería el encargado de poner melodía a la estupenda coproducción europea -Alemania, Italia y Francia-, basada en la trama detectivesca de la genial obra de Umberto Eco: “El nombre de la rosa”.
Quien, acompañado por un buen reparto internacional, encabezado por un sereno Sean Connery. Una estupenda fotografía a cargo del italiano Tonino Delli Colli. Y una soberbia dirección por parte del director francés Jean-Jacques Annaud, hacen de ella una de las mejores películas europeas de la década de los 80.
James Horner, lejos de sus temas sinfónicos, compone una banda sonora atonal, mística y enigmática, con la que refuerza el guión del film.

Del mismo año es “Aliens, el regreso”, en la que sería su primera colaboración con el oscarizado director, James Cameron. En ella, como ya ocurriera en Star Trek, vuelve a relevar a Goldsmith. Componiendo una banda sonora que le llevaría a su primera nominación al Oscar.

Pasamos a 1988, donde nuestro autor nos deja una controvertida e impresionante sinfonía de acompañamiento. Con ella nos detendremos un poco más, ya que hay varios aspectos reseñables.
Primero: en ella se produce un claro plagio de las obras de Schumann: “Rhénane” y Edward Grieg: “Peter Gynt”.
Segundo: que tenemos una de las primeras apariciones del recurrente “Parabará”.
Todo esto que os comento se hace patente en el tema “Elora Danan”.
Si conseguimos obviar todo esto, tenemos una gran banda sonora de una fuerza sinfónica fuera de lo común. Aquella que acompañaría al film fantástico: “Willow”, con Horner de nuevo a las órdenes de Ron Howard.
Fantástica historia de aventuras que narra las peripecias en las que se verán envueltos el pequeño Willow y, el poco fiable, Madmartigan, en el intento de evitar dejar caer a la pequeña Elora Danan en manos de la malvada Reina Bavmorda.

Nos vamos ahora a 1994, donde, en un significativo cambio de registro, James Horner nos deja una romántica y emotiva banda sonora para el film: “Leyendas de pasión” (Edward Zwick).
Película en la que la gran composición de Horner se ve acompañada por una impresionante fotografía de los hermosos paisajes de las montañas rocosas. Aunque, me imagino, que las féminas prefirieron las otras imágenes, las del reclamo femenino: Brad Pitt.
Comentar que, por ella, nuestro autor fue nominado al Globo de Oro.

Y llegamos a 1995, año en el que aunque no llegara a lograr recoger ninguno de los premios a los que fue nominado, sin duda podemos decir que compuso su obra maestra: “Braveheart”.
En ella, el polifacético Mel Gibson interpreta y dirige esta épica película sobre una de las leyendas escocesas: William Wallace.
Film que obtendría 5 Oscar, entre ellos el de mejor director y película. Mientras que su compositor tendría que conformarse con las nominaciones al Oscar, Globo de Oro y BAFTA.

La Academia de Cine Norteamericana, como suele ocurrir en estos casos, recompensó a Horner dos años más tarde, concediendo en 1997 el Oscar por partida doble: mejor banda sonora y canción. En este caso por la composición para el  sobrevalorado film “Titanic”, de nuevo a las órdenes de James Cameron y su monumental superproducción.
Nuestro compositor, aunque no logra la brillantez de “Braveheart”, consigue una más que aceptable obra, que como comentaba, si le llevó a alzarse con los dos Oscar, el Globo de Oro y el Grammy (canción), además de la nominación al BAFTA.

En 1998, vuelve a componer una gran melodía para otra cinta de aventuras, en este caso la del héroe enmascarado mexicano en: “La máscara del Zorro” (Martin Campbell).
Película de entretenimiento, donde nuestro Zorro, Antonio Banderas, se encuentra muy bien acompañado. Por un lado, por la exótica belleza de Catherine Zeta-Jones. Y por otro, por la sabiduría y prestancia del veterano Anthony Hopkins.
Horner compone un tema principal de ambiente ambiguo, más similar a aquellas melodías que evocaban aventuras mágicas en el Cercano Oriente que al México de principios del XIX, lo cual soluciona con otros temas en los que tira de los típicos tópicos hispanos.

Pasaremos al nuevo milenio, ya que en 2001 compone la intimista banda sonora del film británico “Iris” (Richard Eyre). Film que narra la compleja relación matrimonial entre la escritora británica Iris Murdoch y su entregado consorte, John Bayley. Con unas fantásticas interpretaciones a cargo de los veteranos: Judi Dench y Jim Broadbent, el cual se alzaría con el Oscar a mejor actor secundario.
Nuestro compositor realiza una formidable obra de una delicadeza exquisita y tonos románticos que dulcifican el drama.

Es cierto que, Horner, sin llegar a caer en un problema serio de inspiración, empieza a presentar serios síntomas de falta de originalidad en los últimos tiempos, por lo que estos últimos años, aunque participa en grandes producciones, también nos deja melodías que nos recuerda en exceso a otras anteriores.
Así, a partir de este momento, tan solo mencionaré algunas obras que, si bien, no todas ellas le han supuesto un claro éxito al autor, han tenido un lugar destacado en la historia del cine, al ir acompañando a algún film singular.

Así, siguiendo el hilo cronológico, pasaremos a ver una serie de bandas sonoras de filmes épicos en los que Horner vuelve a su autoplagiante parabará.
Comenzamos con el primero de ellos, “Enemigo a las puertas” del mismo año que “Iris” (2001) y de nuevo a las órdenes del francés Jean-Jacques Annaud (“El nombre de la rosa”), James Horner nos deja una nueva composición de su característico estilo, en la que deja poco o nada nuevo y en la que repite cada vez que lo necesita su manido parabará, y peor aún, el tema “Tania” presenta cierta similitud con “La lista de Schindler” del gran John Williams.

2004, “Troya” (Wolfgang Petersen), donde se levanta la polémica por el rechazo de la partitura de Gabriel Yared, a cambio de la improvisada de Horner. Quien vuelve a tirar de recursos trillados y… una vez más… el parabará.

2009, “Avatar”, una vez más a las órdenes de James Camerón, Horner, lejos de lo que cabía esperar para un film en el que se tantos seguidores esperaban un nuevo resurgir. No, Horner, vuelve a hacer de las suyas. Y en un más difícil todavía, logra lo que todo el mundo esperaba que no repitiera… el autoplagio y, una vez más, el parabará.
Aun así, deja algunos bellos temas que nos hicieron disfrutar de la magia del cine y de esta tecnológica, hermosa y visual película, aunque bien hay que decir… de argumento poco original.

Y finalizaremos en 2012, de la mano de Peter Parker en: “The Amazing Spider-Man” (Marc Webb). Si bien no es uno de esos temas de superhéroes que pasarán a la posteridad, al menos, Horner nos deja un gran trabajo de estética apropiada para el film al que va dirigido y de temas épicos muy logrados, quizás, solo le falte ese tema central que logre imbricarse en el personaje, pero por lo demás… bastante logrado.

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

10 comentarios:

  1. Me gusta. Sí, me gustan estas composiciones musicales de Horner. No sé si influye el hecho de que no se "disperse" y esté especializado en bandas sonoras de cine. Este hombre tenía que valer lo suyo y además ser lo bastante valiente como para ser el sucesor de un compositor tan enorme como Goldsmith haciéndose cargo de la secuela de Star Trek.

    Como siempre, un profano en la materia como yo desconcía el nombre del compositor de las melodías de El nombre de la rosa, Braveheart, Titanic, La máscara de El Zorro, Troya y Avatar. Todas las he visto.

    El "parabará" será una cuestión discutible por gente informada, criticable por entendidos del tema, pero un lego en la materia como yo acaba de enterarse de sus autoplagios. Bueno, Horner no hace daño a nadie con su "parabará", lo malo sería plagiar a otros. El caso es que su "fórmula mágica" funciona acompañanado buenas películas.

    En Titanic dices que es un film sobrevalorado. Aún admitiendo eso quiero matizar que sólo por la reconstrucción de su hundimiento merecía la pena ver la película, porque para la mayoría de la gente ha sido la forma de saber cómo se hundió. Antes de la película poquísima gente podía pensar que se hubiera partido en dos de la forma que lo hizo. Si te fijas, todas las reconstrucciones pictóricas lo imaginaban hundiéndose "normal", en plan "clásico", es decir, metiendo la proa en el agua con cierto ángulo y a partir de ahí desaparecer bajo el agua en cuestión de segundos. No fue así, sino como lo muestra la película.

    Eso sin contar el hecho de que se dieron a conocer al mundo las primeras imágenes submarinas del famoso barco gracias a la avanzada tecnología de robots.

    El Titanic es muy famoso pero, como dice Arturo Pérez-Reverte, no era un barco honrado.

    Avatar me gustó. Era escéptico antes de verla, pero empujado por mi familia accedí finalmente a entrar al cine, y me resultó entretenida.

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  2. He de reconocerle, que Horner no se encuentra entre mis compositores preferido. Ello no quita que no reconozca su trabajo y el valor de algunas de sus obras.
    Es cierto que muchos autores tienden a labrarse un estilo propio que llegan a repetir en más de una ocasión, otros van más lejos y en momentos de debilidad incluso plagian a otros compositores.
    Es normal que para la mayoría de las personas que ven un film o varios donde estos compositores han intervenido, este detalle, pase totalmente desapercibido. Pero para los aficionados a las bandas sonoras, esto es algo muy a tener en cuenta al autor. Lógicamente si lo extrapolamos a cualquier otra rama artística, por ejemplo, ya que menciona a Pérez Reverte. En literatura, no estaría bien visto un autor cuya obra se basara en el plagio o el autoplagio, por muy buena que hubiera sido su obra matriz.
    En cuanto a las películas que menciona, bueno, son eso... grandes superproducciones, con mucho marketing y tecnología punta a su disposición, lo menos que cabría esperar de ellas es que, si narran un acontecimiento real, tenga algo de rigor histórico. Algo que las grandes superproducciones norteamericanas suelen saltarse, muy habitualmente, a la torera.
    En cuanto a Avatar... Avatar es cine para los sentidos, es pura diversión, quién quiera otro tipo de cine más reflexivo tiene a otros directores. Lógicamente este gana mucho en la gran pantalla y con la tecnología 3D.
    Lamento haber minusvalorado la obra de Cameron sabiendo que con los temas del mar usted no parte peras, intentaré ser más comedido si en otra ocasión se presenta un caso similar, no se me enfade, se lo intentaré compensar ;).
    Un saludo.

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  3. Interesante blog... si señor, pero se os olvida mencionar que TODO lo que hace James Horner es un plagio en si mismo. Como botón de muestra...

    Fievel=In the Steppes of Central Asia de Borodin
    Fievel Goes West= Rodeo Suite de Aaron Copland
    Troy= War Requiem de Britten
    Humanoides el abismo= Charles Ives y su Unanswered Question
    Rocketeer (tema central)=Wabash Cannon Ball de Roy Acuff
    Cariño he encongido a los niños= Los Goonies!!!
    Willow= En el tema "Tir asleen" escuchamos la cantana de octubre de prokofiev
    Parabara= rachmaninov
    Willow (tema central)= mir stanke le
    Braveheart (love theme)=Kishin Haiden de Kaoru Wada
    La mascara del zorro (tema central)= Uuno Klami, Suite Kalevala (sobre el min 27 sale el tema)
    Avatar y Titanic son un caso aparte, puesto que recopilan todos los plagios de Horner habidos y por haber, desde el parabara, a las Las cuatro Plumas, pasando por Glory y Projecto X
    Cariño he encongido a los niños copia a Nino Rota, además del famoso tema Powerhouse... Y uno de los pocos momentos originales del score lo repitio años más tarde en el Grinch
    Star Trek III (stealing the enterprise) y Willow (escape from the tavern) son casi identicos y ademas con un plagio de Prokofiev (como Glory, donde suena ivan el terrible)
    Aliens (main title)= gayane ballet de Kachaturiam

    y asi hasta el infinito y mas alla (inclusive la que para mi es su mejor obra, land before time, que repite musica de Natty Gunn y bastante musica clasica, como
    de The Wooden Prince de Bela Bartok)

    Y si veis el comienzo de DELITOS y FALTAS de woody allen, escuchareis el
    famoso tema de Cocoon (no el central, sino el del basket, si, ese con silbidos)
    La batalla del hielo de Alexander Nevsky suena en Los Siete Magnificos del Espacio.
    Hasta Krull, otra bso muy apreciable, tiene un tema central casi calcado a la loca historia del mundo de John Morris, por no mencionar que en Troya, el tema de aquiles es igual al cascanueces (y por extension, a stargate)

    Pd: he obviado los que ya habeis mencionado

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  4. Muchas gracias Sr. anónimo, no sé como agradecerle este aporte de información.

    No es que se me haya olvidado, si lee mi respuesta en este hilo a un comentario anterior, sabrá lo que pienso de este autor. Así que, como ve, estoy totalmente de acuerdo con usted.
    Esto no quita, que no reconozca el papel jugado por el compositor en la historia del cine, en esta ocasión, su habilidad para plagiar o autoplagiarse y seguir siendo uno de los compositores más considerados en la meca del cine. Y eso, indudablemente... a este compositor no hay quien le gane (aunque Zimmer le vaya muy a la saga).

    Muchísimas gracias de nuevo por toda la información aportada. Es para mí un placer disfrutar con sus, más que sobrados, conocimientos.

    Un saludo.

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  5. Muy cierto lo que comentas de Zimmer y su legión de "negros", que llevan años copiandose unos a otros. Supongo que como todo queda en "casa", pues les da igual.

    No obstante, me gustaría recalcar un detalle sobre Horner. Es cierto que siempre esta copiando, pero en el 90% o más de los casos, su plagio consigue mejorar el original. Como comentó un par de veces el bueno de Roque Baños, en la música clásica la mayor parte de los compositores no solían pararse a hacer variaciones de los temas que creaban. Y Horner se ha aprovechado de ese detalle.
    Lo sangrante es que nunca acredite las fuentes, aunque es cierto que el propio Horner ha reconocido varias veces que le gusta homenajear (jajaja) a sus ídolos...

    Suelo comentar que Horner emplea la técnica de Hans J Salter (la salterizacion). Salter (grandisimo autor) hacía 40-50 bandas sonoras al año y le gustaba crear temas ambientales que se pudiesen reutilizar en posteriores trabajos. La Universal, en sus películas de monstruos, lo solía hacer, por eso rara vez veíamos un créditos de "music by". En su lugar ponían "musical direction", y en esas bso trabajaban diferentes compositores (Mancini, Stein, Gertz...)

    Saludos!!

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  6. ¡Dios, no sabe lo que estoy disfrutando ante tal demostración de conocimientos!
    Uno llega a pensar con el tiempo que es un marginal en cuanto a gustos musicales se refiere. Afortunadamente, uno llega a tener estos momentos de gloria en los que compruebas que no estás solo y que el tiempo invertido sirve para tener conversaciones tan agradables como estas.

    Totalmente de acuerdo en cuanto a lo que comenta. Una vez más coincido con lo que expone. Está claro que cada uno tiene sus compositores preferidos, y que, sus composiciones, original o no, nos llena en mayor o menor medida cuando se introducen en sus respectivos filmes. Pero nunca saldrá de mi boca una mala palabra hacia su labor, ya que, considero que su trabajo requiere de un don natural del que yo carezco, por lo que tienen todo mi respeto.
    Otra cosa es valorar su obra, y si Horner es un "copión" o un "salteador" (permítame esta pequeña licencia y que me aproveche de sus conocimientos para crear este juego de palabras), a esto cada uno dará la importancia que ello le merezca.
    Personalmente, Horner para mí, siempre tendrá el hueco que se merece entre otros muchos de los grandes en esto de las bso, aunque tengamos que hacer de tripas corazón para darle esa última "o".

    No crea que he pasado por alto su último comentario, y sobre todo, esa parte en la que dice "Suelo comentar...". ¿Dónde? amigo anónimo, ¿no será usted uno de esos frikis que le ha dado por aprovecharse de las nuevas tecnologías para dejar constancia de su rara pasión? jajaja. Si es así, le ruego que lo haga saber, estaré encantado de echarle un vistazo y disfrutar con sus conocimientos.

    Un saludo.

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  7. Pues primeramente se lo "suelo comentar" a mis amigos, ya que a todos nos gusta el cine y aunque a ninguno le apasiona la música tanto como a mi, he conseguido (ya hace tiempo) que presten atención a la música que acompaña las películas.

    Y después, efectivamente, aprovechando la red, visitando diferentes blogs dedicados a la música de cine. Yo tenía uno donde analizaba las pelis y las bandas sonoras de las viejas pelis de la Universal o la Hammer... pero hace tiempo que desapareció. Aunque volverá!

    Y también participando en algunos foros de bandas sonoras. Aunque a día de hoy estoy un poco vago, hace años comencé a recopilar todos los plagios que iba detectando, ya fuesen homenajes (vease la segunda parte de "Hammond's Plan" de Williams en Lost World, homenaje claro y sincero al King Kong de Steiner), simples parecidos (esas notas iniciales de Agnes de Dios y el You are the Pan de Hook), plagios descarados como los de Horner o Zimmer, o plagios como resultado de esa maliciosa musica temporal que tan mnal se lo hizo pasar a Jerry Goldsmith en "Alien", por ejemplo.

    Saludos!!!

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  8. Pues es una lástima que lo abandonara, siempre es interesante tener sitios a los que recurrir en busca de información que no sea la consabida Wikipedia.

    Espero que cuando llegue el momento de ese anunciado retorno, se pase por aquí para dejar constancia de ello.

    Bueno, vaya imagen que le estoy dando. Esto es lo malo de tener un blog tan triste en participación como el mío, cuando llega alguien y hace algunos comentarios... lo machaco, jajajaja.

    Bueno, espero que no le hay molestado este tercer grado al que le he sometido, le prometo que no volverá a ocurrir ;)

    Un saludo.

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  9. Descansa en paz, James Horner.
    Me siento un poco mal por haberte dado tanta caña por tus conocidos plagios. Lo cierto es que la música de cine no volverá a ser lo mismo sin tus cuidadas orquestaciones.
    Un día triste, negro, terrible.

    Saludos.

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  10. La misma sensación me ha dejado a mí cuando he sabido de la noticia.

    Creo que, aunque no pasaba por uno de sus mejores momentos, al haber sido sustituido en algunos de sus proyectos a última hora. Aún podía habernos dejado alguna que otra composición memorable.

    A partir de ahora echaremos en falta sus consabidos parabarás.

    Descanse en paz.

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