La II Guerra Mundial


El Cine y la II Guerra Mundial

Está claro que el cine es un referente de nuestra sociedad, por tanto, es de esperar que tienda a tratar temas relevantes de ella; más aun, cuando son acontecimientos que afectan a parte o a toda ella. Si a esto le añadimos el carácter beligerante del ser humano y en especial del género masculino, el cual, por una extraña e incomprensible razón, siente una especial atracción por el arte del Dios Marte,. Objeto, que como fin último, requiere ser saciado de manera real o ficticia. Nosotros, optaremos por esta última. 
Es normal por ello que mucha de la temática de este nuevo arte se desarrolle sobre acontecimientos de este tipo, bien sea en un contenido histórico (Romanos, espadachines, western,…), contemporáneo (conflictos internacionales, mafia, policíacas,…) o futurible (batallas estelares, mundos apocalípticos,…).
Hoy veremos la II Guerra Mundial, periodo que por su peso en la historia reciente y por lo comentado anteriormente, ha sido muy recurrente desde el inicio del conflicto hasta nuestros días.
Este caso, al igual que comentábamos con el western, ha sido tratado desde todas las perspectivas posibles, así, lo hemos visto desde el bando vencedor… lo más habitual, o desde el perdedor… bastante menos común. O bien, centrándose en el desarrollo militar del conflicto, en el de los sufridos civiles, desde la perspectiva de grupos étnicos o religiosos…
Todo esto a su vez tratado con carácter dramático, bélico, ficticio e incluso cómico.
Nosotros trataremos el paso de la II Guerra Mundial por el cine desde su aspecto melódico, para ello, tendremos en cuenta el momento temporal en que se encuentre el conflicto: preguerra, guerra y posguerra, aunque, en este último, sólo atenderemos al periodo inmediatamente posterior al fin del conflicto.

Prometo no excederme mucho, por lo que intentaré resumir cuanto me sea posible. Lo cierto es, que más de uno tendrá una película en mente de la que posiblemente no lleguemos a hablar. Debéis entender que desarrollar este tema de una manera abreviada y no dejar alguna banda sonora fuera de la lista es prácticamente imposible.

Como comentaba anteriormente, este tema tan recurrente surgirá con el propio conflicto. Empleado en ese primer momento con distintos objetivos, como el de enardecer a los diferentes bandos en la contienda, fomentar el patriotismo, el arraigo de pertenencia a uno u otro bando, limar asperezas con antinaturales aliados o fomentar el odio hacia el enemigo. Y por supuesto, intentar modificar la visión del conflicto dependiendo del bando en el que se estuviera.
Una vez finalizado este, y durante un primer periodo de la posguerra, se produce cierto relajamiento en la producción de filmes sobre el tema en cuestión. Me imagino, que con el objetivo de dejar descansar un poco a aquellas pobres y sufridas almas del conflicto y ofrecerles películas de  una temática distinta a la que habían terminado de padecer. De esta manera  lograr que. al menos, sus visitas al cine lograran la ansiada evasión del triste y desolador panorama con el que se encontraban tras el mismo.
Pero esta tregua duraría poco. Irrumpiendo poco más tarde con gran fuerza.
Este incremento de películas esencialmente bélicas, provendría fundamentalmente de los grandes estudios británicos. y sobre todo... los hollywoodenses. Quienes no se resentirían tanto de los estragos causados por el conflicto. Y que, acompañado de la bonanza económica de un país convertido en primera potencia mundial tras la finalización del mismo, y ya vencidas las barreras psicológicas en los posibles consumidores, les permitiría realizar grandes superproducciones. 
Mientras, el resto seguía dedicado a lamerse las heridas y/o realizar producciones de menor coste. Producciones que normalmente no pasaban del consumo interno, aunque en contadas ocasiones conseguían dejarnos alguna maravilla que lograba sobrepasar fronteras.

En el último periodo, el abanico se abre a nuevas incorporaciones. Aunque, el hecho esté muy condicionado por el mercado que estas puedan llegar a tener, que es poco. Mercado acaparado casi en exclusiva por la producciones anglosajonas. Pero que, aun así, logra dejar algunos huecos para que alguna que otra producción de otros países logren llegar hasta nuestras pantallas y danos una idea menos sesgada del conflicto.

Una vez puestos en situación comenzaremos con nuestro repaso a las melodías de estos filmes tan memorables.

Comenzaremos en 1940, con el conflicto en sus inicios y donde un genial Chaplin nos deja una inolvidable y satírica obra de arte con “El gran dictador”, film para el que compondría junto a Meredith Willson la banda sonora y por la cual recibirían la nominación al Oscar en el apartado a mejor música original.

Continuamos ahora, con la guerra ya finalizada, para trasladarnos al año 1949 y hablar de la que fuera elegida en 1999 como la mejor aportación británica a la historia, me refiero al film que se desarrolla en una dividida Viena de posguerra y en el que un sobrio Joseph Cotten y el camaleón, el genio,… Orson Welles nos demuestran su potencial interpretativo en este film magistralmente dirigido por Carol Reed, hablo de “El tercer hombre”.
Pero si la obra es estupenda, ¿qué podemos decir de su banda sonora?...
En ella, Anton Karas nos hace subir al cielo con tan solo una Cítara como instrumento y dejarnos con una de las melodías más fantásticas, menos orquestadas y bellas de la historia del cine.

Pero las grandes bandas sonoras de este género, a mi entender, fueron de nacimiento tardío. No es hasta finales de los años cincuenta cuando aparece una de sus obras maestras, me refiero, a la tantas veces silbada melodía de “El puente sobre el rio Kwai” (David Lean, 1957). Aunque tendremos que recalcar que dicha melodía no es original, ya que se trata de la “Marcha del Coronel Bogey”. Marcha militar británica que los soldados del coronel Nicholson silbaban al desfilar y que posteriormente fue seleccionada por Malcom Arnold para incluirla en su banda sonora, obra por la que obtuvo el Oscar a mejor banda sonora, como era de esperar.
Esta crearía escuela, así, con un estilo muy similar surgieron “La gran evasión” (John Sturges 1962) compuesta por el genial Elmer Bernstein, para esta estupenda película de fugas.
Y algo más tarde, el gran John Huston, filmaba en 1981 “Evasión o victoria” donde Bill Conti realiza casi un calco de la anterior, no sé, si por hacerle un homenaje a esta o simplemente por copiar el formato que tan buenos resultados dio en el anterior film.
Como podemos ver, se trata de tres películas que no solo presentan cierta similitud en sus bandas sonoras, sino que, además, presentan similitud argumental, así, las tres están enmarcadas en pleno conflicto, en un ambiente carcelario de campo de concentración para oficiales, con la fuga como patrón vinculante y todo esto acompañado de grandes repartos, el resto… lógicamente... es diferente.

Volviendo con el hilo cronológico, retomamos con la siguiente banda sonora, realizada el mismo año que “La gran evasión”. Me refiero a la orquestal obra sobre el día D (6 de junio de 1944) en “El día más largo” (Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki, 1962). Compuesta por un Maurice Jarre en estado de gracia para el film que narraría el mayor ataque combinado de las fuerzas aliadas sobre Francia. 
Acontecimiento para el que serían movilizados unos 3.500.000 hombres, más una ingente cantidad de armamento y recursos militares. Lógicamente, me refiero al ataque real y no al film, que aunque muy conseguido, no podría haberse permitido estos excesos, a menos… que quisieran volver a invadir Francia.

Ahora nos vamos a la década de los setenta donde nos encontramos con: “Patton” (Franklin J. Schaffner, 1970). Film que narra la vida del polémico general y héroe de guerra norteamericano, autor de la derrota del mariscal Rommel en las arenas de África y que murió por las lesiones sufridas en un accidente de tráfico al poco de finalizar la guerra, en diciembre de 1945. Y donde, un magnifico Jerry Goldsmith nos deja una estupenda composición que lo acompañará a lo largo del film.

Dejar de mencionar la magnífica banda sonora de este curioso Musical que nos ha dejado canciones que han pasado a la historia del cine gracias a la composición de John Kander, a la voz de Liza Minnelli y al estrambótico maestro de ceremonias genialmente interpretado por Joel Grey, sería un delito. Así que acompáñenme al... “Cabaret” (Bob Fosse, 1972). 
Cierto es, que, aunque se desarrolla unos cuantos años antes del inicio de la guerra, ya que su trama parte del año 1931, en ella, se nos deja apreciar cómo va calando en la sociedad alemana la ideología nacional socialista, pensamiento que los llevaría pocos años más tarde a invadir Europa. Es por ello que la he incluido, aun a sabiendas de que quedaran unos cuantos años para el inicio del conflicto internacional.

Fellini hace algo similar en 1973 con el film “Amarcord”, sólo que él desarrolla la historia en la ciudad ficticia de Borgo y ofrecernos esta obra maestra del cine. Comedía “a la italiana” ambientada en la Italia fascista de los años treinta, para la cual el director cuenta, una vez más, con el gran Nino Rota como compositor, quien, en un alarde de maestría, nos brinda con una de sus mejores obras.

Damos un salto de diez años para hablar de una belleza que viene de un  lugar más exótico, en este caso, se trata del film japonés “Feliz Navidad Mr. Lawrence” (Nagisa Oshima, 1983). El cual, cuenta con la conmovedora banda sonora de Ryuichi Sakamoto, quien no se conforma sólo con componer para el film, sino que se arriesga en un más difícil todavía y nos demuestra sus dotes interpretativas a la hora de compartir protagonismo con el mismísimo David Bowie, quien a su vez, también se extralimita y pone voz a la melodía del film.

Dando otro salto de diez años, nos vamos con el oscarizado film de Steven Spielberg  “La lista de Schindler” (1993). Donde,  John Williams, nos deja esta sobrecogedora melodía, recibiendo el Oscar a mejor banda sonora a film dramático por acompañar a esta dura y triste película sobre el holocausto nazi. 
Film con el que comenzamos un ciclo de tres películas con bandas sonoras estupendas y cuyo argumento gira en torno a campos de concentración o ghettos judíos.

Así, cuatro años más tarde, con una temática similar pero contada de una forma muy diferente nos sorprende el cómico italiano, ahora metido a director, Roberto Benigni, con la genial cinta: “La vida es bella” (1997). 
Film con dos partes bien diferenciadas, una primera tierna y mágica, la segunda triste y sobrecogedora, que hacen de esta película una verdadera obra de arte. Teniendo parte de culpa la composición de Nicola Piovani, el cual realiza una encantadora banda sonora que nos hará vibrar en los momentos felices y estremecernos en los difíciles.

Y finalizamos el ciclo con “El Pianista” (2002). Este conmovedor film británico, dirigido por el polaco Roman Polanski, que narra el drama en el que se  ven envueltos los judíos polacos tras la invasión Nazi de Varsovia, en especial, el pianista polaco Wladyslaw Szpilman; que cuenta con la banda sonora original del polaco Wojciech Kilar, y donde el resto del acompañamiento es obra del genio polaco Fréderic Chopin. Podríamos decir que solo falló el actor que, aunque de padre polaco, es norteamericano; me refiero a Adrien Brody, quien realizó una magnífica interpretación que le valió el Oscar a mejor actor.

Vuelvo a retomar el hilo cronológico con la banda sonora del alemán Hans Zimmer. Obra compuesta para el film que narra una de las muchas batallas del pacífico, en este caso, la que se produjo al intentar hacerse con el control de la estratégica isla de Guadalcanal entre tropas norteamericanas y japonesas.
Película que, como en muchas de las anteriores, contó con un reparto de auténtico lujo. Y, donde el autor nos deja, para este interesante film bélico, una excelente composición que nos recuerda bastante a otra de sus obras más recientes, la del film “Origen” (Christopher Nolan, 2010), solo que en este caso se trate de una versión menos novelada. Me refiero a la sobria banda sonora de “La delgada línea roja” (Terrence Malick, 1998).


En 2005 tenemos una de esas películas en las que somos capaces de ver la Segunda Guerra Mundial desde otra perspectiva, la del bando japonés: “Yamato” (Junya Sato).
Film bélico sobre los últimos días del acorazado Yamato, buque que tuvo la misión de realizar una operación suicida contra la flota norteamericana poco antes del final del conflicto.
En ella tenemos a Joe Hisaishi realizando una bella y épica composición que nos puede incluso a llevar a confusiones, ya que nos recuerda a melodías de Williams, Zimmer o incluso Morricone.

Continuamos con una se esas extrañas joyas que surgen en países no habituales en las salas de proyección, la argelina “Days of Glory” (Rachid Bouchareb, 2006). Película, que nos narra magistralmente las aventuras y desventuras de un grupo de argelinos que se alistan voluntarios para luchar por su patria (Francia), al igual que lo hicieran otros 130.000 oriundos. 
Film en el que se nos  narra la valentía de unos personajes que, no sólo tuvieron que luchar contra los nazis, sino que también tuvieron que hacerlo contra el racismo dentro de sus propias filas. Banda sonora compuesta por el francés de origen marroquí Armand Amar quien nos deja esta curiosa, bella y diferente banda sonora.

Aproximándonos al final de este repaso, nos encontramos con una película que modifica la realidad histórica para traernos un relato como sólo puede hacerlo él. Me refiero a: “Malditos bastardos” (Quentin Tarantino, 2009). Film muy Tarantino, donde destaca la interpretación del doblemente nacionalizado (austriaco y alemán) Christoph Waltz, quien interpreta el papel del oficial alemán Hans Landa y por cuyo trabajo obtuvo el Oscar a actor secundario.
La banda sonora nos deja esta hermosa y vital tarantela compuesta por nuestro insigne ítalo Ennio Morricone.

Y finalizaremos en el año 2010 con: “El discurso del rey” (Tom Hooper). Donde Alexandre Desplat nos deja este, en parte dulce y en parte dramático, acompañamiento para el film sobre el monarca británico Jorge VI y su problema de dicción. Film que nos narra la terapia que siguió el rey para superar su problema a la hora de poder pronunciar los discursos que tendría que emitir durante el duro periodo en el que le tocó asumir el reinado.

Como podemos observar finalizado nuestro repaso, pocos son los grandes y consagrados compositores que se ha quedado sin realizar trabajos para algún film de este singular acontecimiento. Si bien es cierto, que nos han faltado algunos por mencionar, os puedo asegurar, que sería muy extraño que no tuvieran ninguna composición en un film que se desarrollase durante este periodo histórico, otra cosa es, que las composiciones cuenten con la suficiente calidad para hacer mención de ellas, aunque no discuto que me pueda haber dejado alguna fuera.

Esto es todo por hoy, espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

Dedicado a mi hermano y su afición por este acontecimiento histórico.

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