Las Series de T.V. (II)



Vayamos con la segunda parte de "Las Series de T.V.". Si en la primera nos quedábamos al término de la década de los 80, ahora continuaremos con los 90.

Aunque cuando echo la vista atrás tengo la impresión que 1990 está muy cercano en el tiempo, tan sólo he de pararme a pensar un momento para darme cuenta que el tiempo tiene esa terrible cualidad a la hora de jugarte malas pasadas. Es curioso, ya que, es en ese preciso momento cuando me doy cuenta de los grandes cambios producidos en ese corto espacio temporal. Más aún, si me fijo en detalles como el que nos trae hoy por aquí, ya que por aquellas fechas hubiera requerido de todo un acto de contrición para no sentirme el culpable de la desforestación del planeta. Ya que, a lo máximo que habría aspirado en aquellos días hubiera sido a malgastar miles de hojas en blanco machacadas bajo mi humilde Olivetti Lettera 10, hasta lograr un texto, lo suficientemente decente, como para decidirme a publicarlo (si es que lo conseguía).
Es en esos momentos cuando me doy cuenta de lo sorprendente que han sido estos últimas décadas. Si a día de hoy, un acto tan simple como este puede resultar de lo más natural, todavía me resulta increíble que toda esta información pueda estar a disposición de cualquiera en tan solo unos cliks, el que un escrito pueda llevar adjunto archivos de música, vídeos,... Algo que tan sólo unos años atrás podría haber parecido ciencia ficción
Lo cierto es que, actos tan cotidianos como los que realizamos hoy en día, gracias a estos últimos avances tecnológicos; a principios de la década con la que vamos a comenzar esta segunda parte, aún costaban trabajo imaginar (Hay que tener en cuenta que si bien a día de hoy compartir información a través de internet es algo de lo más común, los primeros navegadores surgían a los inicios de los 90, no siendo hasta 1995 cuando irrumpía el gigante Microsoft con su Internet Explorer y daba de esta forma el pistoletazo de salida serio a esto de la comunicación global).



Pero volvamos a retomar el hilo, ya que nos adentramos en una década que se vivió con especial entusiasmo en mi país de procedencia, España. Mientras, no muy lejos, en el otro extremo de Europa, la del Este, se sufrían las consecuencias provocadas por la desintegración del antiguo bloque soviético.

De esta manera, nos encontramos en una España que tras varias décadas de enclaustramiento lograba abrirse al exterior, y un 1992 mágico. En este año Barcelona lograba celebrar las primeras Olimpiadas de la historia en territorio español (fracasadas las del 36), mientras que mi ciudad de origen, Sevilla, se abría al mundo celebrando la exitosa EXPO'92 en conmemoración al 500 aniversario del descubrimiento de América. Todo esto, unido a la edad del aquí presente, hace que los 90 adquieran un especial color para este que os escribe (espero que todo esto no influya a la hora de mantener la máxima imparcialidad en los temas que vamos a ver a continuación, algo que, pienso, no será posible).



Y así llegamos a este esperado 1990, año en el que veremos tres series que, aunque el paso del tiempo no ha tratado con la misma fortuna, llevaron temas musicales fantásticos.

Empezamos por tanto con muy buen pie. La primera obra que veremos será la banda sonora que acompañaba a la surrealista y archiconocida obra de David Lynch y Mark Frost, "Twin Peaks" (1990-1991). 

En las dos temporadas que duró la onírica serie, seguimos los pasos de la mística investigación llevada a cabo por el singular agente del FBI, Dale Cooper, para esclarecer el asesinato de la controvertida Laura Palmer.

Si la puesta en escena del director y guionista estadounidense (Lynch) nos dejaban hipnotizados con su sugestiva irrealidad y psicodélico humor, el tema de inicio del compositor Angelo Badalamenti nos cautivaba desde el primer segundo.
No es que en sí la banda sonora fuera muy compleja, al contar con un pequeño ramillete de melodías que se repetían hasta la saciedad durante las dos temporadas que duró la serie.
De ella destacaron el tema romántico ", el "Audrey's Dance" (que era empleado para aquellos momentos de tensión o misterio)  y, lógicamente, el tema central que escuchábamos al inicio (con sus diferentes variaciones).

Como curiosidad, comentar que tres de las canciones de la banda sonora original llevaron letras del propio Lynch: "The Nightingale", "Into the Night", "Falling", temas que serían interpretados por la voz de Julee Cruise. Además, el director, también aprovechaba para hacer algún escarceo como actor, interpretando un simpático papel de agente con bastantes problemas de audición.

Desafortunadamente no corría la misma suerte la serie que veremos a continuación, y no es por no merecérselo.
Es cierto que la obra de Lynch es una joya en muchos sentidos, algo que con una sitcom tan irreverente como "Get a Life" ("Búscate la vida" en España) era difícil que el gran público llegara a un consenso tan unánime en cuanto a su valoración (aunque si buscamos en páginas como IMDB la primera obtiene un 8'9 - sobre 10 - por 8'4 de "Get a Life", o en Filmaffinity, donde obtiene una valoración mucho más ajustada: 7'9 por 7'8. Eso sí, el número de votantes en muy superior en "Twin Peaks" por lo que hay que aclarar que está más compensada la puntuación de la obra de Lynch). Aun así, el trabajo realizado por Chris Elliott (el recordado amigo de  Ben Stiller y psicótico amante de Cameron Díaz en "Algo pasa con Mary") tanto en su faceta creativa, como en el papel protagonista, es digno de mención.
La serie que estaría en pantallas desde 1990 a 1992, giraba en torno a la vida de un maduro repartidor de periódicos que con más de 30 años seguía viviendo en casa de unos padres que lo detestaban y al que le ocurrían una serie de historias a cada cual más absurdas y desternillantes.
Como curiosidad decir que el papel de sufrido padre recaía en Bob Elliott, padre en la vida real del protagonista.
"Get a Life" recurría para su presentación a una secuencia en la que dejaba entrever algunos de los atributos de este despreciable y a la vez entrañable sujeto. Simpático intro que era acompañado por el muy acertado "Stand" de R.E.M. Mientras, la banda sonora corría a cargo de Stephen Graziano.

La tercera en discordia, y preferida por un servidor que os escribe, es: "Northern Exposure" ("Doctor en Alaska" en España).
Serie que estaría en pantalla 6 temporadas (1990-1995) obteniendo un Globo de Oro y un Emmy a mejor serie de televisión, más varias nominaciones durante su larga trayectoria.
Y es que nos encontramos en Cicely, remoto pueblo de Alaska, donde ha ido a parar el cosmopolita doctor neoyorquino, Joel Fleischman.
Con un elaborado y agradable guion en donde se mezclaban situaciones tan dispares que en no pocas ocasiones parecían haber salido de la pluma del mismísimo Woody Allen, mientras que en otras tomaban un aire místico gracias a la combinación de mitos y leyendas de los pobladores oriundos del lugar, daban como resultado este producto tan sugestivo y encantador. Si a ello le añadimos el bucólico entorno, un muy compensado y coral desarrollo de sus personajes y una banda sonora ante la que habría que quitarse el sombrero, daba lugar a esta premiada serie que tuvo la mala fortuna de pasar por la televisión española a unas horas poco adecuadas para hacerse con un mayor número de adeptos.
En cuanto al apartado musical, decir que, el compositor de la banda sonora original fue David Schwartz, autor de las melodías originales de sus seis temporadas. A él debemos el mágico tema de inicio, el homónimo "Northerrn Exposure". Aunque la serie, a lo largo de su trayectoria. contaría, además, con una muy acertada y ecléctica variedad de temas preexistentes de diferentes autores y géneros (tan ecléctica como la propia serie).

Pero, si bien la década hacía presagiar con este impecable comienzo que daría mucho que hablar... finalmente sería un tanto decepcionante. Ya que si por algo destacan los 90 es por su falta de originalidad.
En un periodo en el que tanto las producciones de series como de miniseries han alcanzado una considerable expansión a nivel mundial y donde sobresalieron algunas creaciones muy recordadas, este fenómeno no iría parejo con el desarrollo de sus acompañamientos musicales, ya que aquí lo que se impuso fue, o bien la comercialidad, o la solvencia sin mayores complicaciones.
Así, vemos como (sobre todo en las producciones norteamericanas) se retoman muchos de los grandes éxitos cinematográficos para llevarlos a la pequeña pantalla y se reutilizan como intros muchos de esos famosos temas centrales de los filmes originarios, a los que se les realizan ligeras variaciones.
Por otro lado, también destacará el uso de canciones; éxitos musicales preexistentes de autores más o menos conocidos que se emplearán bien para dar entrada o acompañar el desarrollo de las series (algo que ya hemos visto en "Get a life" con el "Stand" de R.E.M).
Y por último, en el otro extremo tenemos la funcionalidad, bandas sonoras o temas que se limitan a cumplir su cometido sin más pretensiones, no sé si con el fin de no restar mucho protagonismo a las series que acompañaban o que tiraron de compositores de segunda o tercera fila (de estas no veremos ninguna... y fueron muchas).

Un caso singular nos encontramos en "Las aventuras del joven Indiana Jones" (1992-1993) donde todo hacía prever que nos encontraríamos con el célebre tema central  de la saga cinematográfica creada por un grande entre los grandes, John Williams, pero en la que, curiosamente, no ocurría eso. Y, aunque resultó del todo inevitable que en las creaciones de los tres compositores que intervinieron en la serie (Laurence Rosenthal, Joel McNeely y Frédéric Talgorn) apareciera algún guiño al magnífico tema de la saga cinematográfica, estos realizaron un trabajo impecable rehuyendo del genial trabajo de Williams. Un claro ejemplo de esos guiños lo tenemos en el memorable tema principal realizado por Laurence Rosenthal que podemos escuchar en el archivo adjunto.

En 1993 vamos a tener dos series con temas destacables y originales. El primero de ellos lo veremos en la serie de aventuras subacuáticas destinado al público juvenil. 
Ambientada en un futuro distópico cercano, en "SeaQuest DSV" (1993-1996) nos encontramos como autor del tema principal, y de toda su primera temporada, a un viejo conocido en esto de las bandas sonoras, John Debney ("La isla de las cabezas cortadas", "La pasión de cristo", "Iron Man II",...). El compositor firmaba un estupendo y enfático trabajo en los 23 capítulos que duraba la 1ª temporada y se alzaba con el Emmy a mejor tema para series en 1993.
En las siguientes temporadas Debney sería sustituido por Don Davis ("Matrix", "Jurasic Park III",...) quien realizaba la composición de la segunda y tercera entrega para, también alzarse con el Emmy en 1995 por su tema "Daggers". Y la última temporada, ya como "SeaQuest 2032", posiblemente la de nivel más bajo, le correspondería el turno a Russ Landau.

El otro trabajo destacable corresponde a la musicalización de la aclamada, "Expediente X" ("X Files", 1993-2002). La producción que contó con todos los ingredientes para convertirse en serie de culto, lograba mantenerse en pantalla gracias a una cuidada estética y el placer que genera lo desconocido. Si a ello le sumamos la tensión sexual generada entre la pareja protagonista formada por el crédulo Fox Mulder y su antagónica compañera, Dana Scully (David Duchovny y Gillian Anderson, actores que lograban con sus dispares personajes crear ese contrapunto necesario para dar credibilidad a una temática que requería de mucho dogma de fe para congraciarse con el público más escéptico), daba como resultado esta Sci-fi para el recuerdo.
En el plano musical, Mark Snow lograba con su música acentuar el ambiente frió, viciado y agorafóbico de esta conspiranoica producción de ciencia ficción que te dejaba con esa extraña sensación de inseguridad ante amenazas externas en tu propio planeta.
Así, con su tema de inicio, el compositor dejaba claro hacia donde quería llevarte la serie. Algo que Snow seguiría desarrollando en las sucesivas temporadas, dejando a su paso algunos temas que verían su reconocimiento en forma de nominaciones a los Emmy, y otros que, aunque no obtuvieran dicha recompensa, no por ello dejaban de ser menos sugerentes.

En 1994 nos encontramos con dos claros y populares casos del uso de música comercial preexistente, el primero de ellos lo vemos en el conocido sitcom, "Friends" (1994-2004).
Si en 1990 veíamos como en otra sitcom, "Get a Life", se aprovechaban de la popularidad de la melodía de un grupo de éxito como R.E.M., en este ocasión ocurría todo lo contrario, ya que, si por algo es conocida la banda norteamericana "The Rembrandts", es por ser la autora del tema  "I'll Be There for You" que daba paso a la célebre comedia de los noventa.
Mientras tanto, la banda sonora original corría a cargo de Michael Skloff, compositor que era elegido para realizar este ingrato trabajo, ya que en este tipo de series quedan muy limitadas las posibilidades a la hora de demostrar la valía del autor; donde, si hay algo que destaca...  son las risas enlatadas.

En este mismo año veríamos una serie en la que se combinaban todos los casos  descritos anteriormente, ya que, si la serie empleaba en su inicio una adaptación del épico tema creado por Basil Poledouris para el biónico agente que en 1987 popularizaba el film de Paul Verhoeven, la serie homónima "RoboCop" (1994-1995), además, usaba una gran variedad temas hard rock para enfatizar el carácter callejero y violento del film. Ejemplo de ello lo tenemos en el tema de cierre "A Future to this Life".

En 1995 tenemos la fuerte irrupción de Joseph LoDuca en la composición de dos series de corte épico "Hércules: Sus viajes legendarios" y su spin off "Xena, la princesa guerrera". Aunque ambas series estaban mas destinadas al simple entretenimiento y exhibición de sus hercúleos protagonistas que a divulgación de la mitología griega (bastante adulterada por cierto), el trabajo de LoDuca fue impecable. Y si la banda sonora para la serie precursora "Hércules: Sus viajes legendarios" llevaba un tema de inicio épico al más puro estilo americano y por ende poco original, es con su predecesora "Xena, la princesa guerrera" con la que LoDuca saca su máximo partido. Para ello el compositor se servirá de una estupenda combinación de melodías folclóricas de lo más variopintas (donde podremos escuchar una gran variedad de sonidos  del viejo mundo) y la destacable presencia del canto difónico.

La siguiente parada la haremos en 1997, fecha en la que nos encontramos con dos nuevos casos de los ya vistos anteriormente y uno afortunadamente nuevo. Por un lado veremos la versión realizada por Joel Goldsmith (hijo del ilustre Jerry Goldsmith) para el intro de "Stargate SG-1", versión de la fantástica banda sonora realizada por David Arnold en 1994 para la cinta "Stargate" de Roland Emmerich.

En otro lado tenemos las canciones que lanzaban a la poderosa voz de Vonda Shepard al estrellato, la serie "Ally McBeal". Aunque la banda sonora la firmaba Danny Lux, es poco probable que alguien recuerde alguno de los temas compuestos por él, mientras varios de los temas de la cantante, compositora y actriz pasaban a la posteridad. Lógicamente, sería el tema "Searching my soul" que daba inicio a los capítulos el más recordado.

Y como nueva y original composición tenemos aquella que acompaña a la longeva serie británica "Los asesinatos de Midsomer". Serie que continua con la tradición de los seriales británicos detectivescos y que posee uno de los intros musicales más interesantes de la década, el compuesto por Jim Parker. Autor que retoma la tradición del uso del inconfundible Theremin para acompañar musicalmente a una serie de la Gran Bretaña.


En 1998 me quedaré con dos series, una, la homónima obra francesa de Alejandro Dumas "El conde de Montecristo", célebre novela que, una vez más, era llevada a la pequeña pantalla. En esta ocasión, seria una coproducción entre Francia-Italia-Alemania, y el director elegido para tal hazaña, el francés Josée Dayan. 
La miniserie, que no escatimó en gastos, contó con un gran reparto internacional, donde destacarían en el papel protagonista un brillante Gérard Depardieu (que daba vida a Edmond Dantès), actor que sería secundado por actores de la talla de Jean Rochefort, Ornella Muti,... además de sus dos hijos Guillaume Depardieu y Julie Depardieu.
La banda sonora corría a cargo de un viejo conocido en esto de la música cinematográfica, Bruno Coulais, aquel que algunos reconocerán por ser el autor de la popular banda sonora de "Los chicos del coro" (Christophe Barratier, 2004).
Coulais daba muestra de su buen hacer y nos dejaba una obra oscura, cargada de dolor y a la vez exultante, con la que se hacía cargo de las diferentes situaciones por las que atravesaría la historia de Dantès, el amor, la traición, la condena y su venganza final.

Y estamos de suerte, ya que si en la miniserie vista anteriormente le correspondía el honor a Bruno Coulais, en la que veremos a continuación le tocaba el turno a otro viejo conocido, Trevor Jones. Sí, el coautor junto a Randy Edelman de la tan escuchada "El último Mohicano" (Michael Mann, 1994). Quien cuatro años más tarde, esta vez en solitario, componía la banda sonora de la miniserie "Merlín" (Steve Barron, 1998). 
No era la primera vez que Trevor Jones se las tenía que ver con la nieblas de Ávalon, ya que en 1981 realizaba la banda sonora de la legendaria "Excalibur" (John Boorman, 1981). Quizás fuera el gran trabajo que firmó en este film lo que llevo a los productores a contar con Trevor Jones, y la verdad es que este no nos defraudó. Jones creaba una obra sinfónica épica de aires rozianos. Y es que al escucharla se nos viene a la cabeza grandes obras del húngaro ("Ben‑Hur", "El Cid", "Rey de reyes",...) o el de alguno de sus sus discípulos más aventajados (como los "Conan" de Basil Poledouris).

Y está claro que Trevor Jones no lo hacía mal, ya que al año siguiente volvía a ser contratado para musicalizar la miniserie sobre la emperatriz egipcia "Cleopatra" (Franc Roddam, 1999). Excelente trabajo en el que el compositor no cambiaba de estilo para obtener idénticos resultados.

Este mismo año nacía la serie italiana "Comisario Montalbano" (Alberto Sironi, 1999). Acostumbrados a los detectives anglosajones, irrumpe con fuerza un policiaco que bebe de las aguas del Mare Nostrum. El encargado de la parte musical es Franco Piersanti, autor conocido por sus colaboraciones con los directores italianos Nani Moreti y Gianni Amelio, pero con poca trascendencia fuera del país transalpino. Y como siempre es de agradecer un cambio a la hora de poder escuchar nuevos vientos musicales, este será el caso de Persanti, quién para acompañar las andanzas del comisario escoge aires mediterráneos y aquellos que surgen de la combinación de estos en tierras americanas. Bellas melodías que rompen con la corriente anglosajona y nos dejan algo de aire fresco en estas rara avis.

Y para finalizar la década de los 90, lo haremos con un serial de animación que no es que destaque precisamente por la belleza de su intro musical, ni posiblemente la estética de sus personajes, pero que por una razón que veremos a continuación, creo, debemos tenerla en consideración. Me refiero a "Bob Esponja".

Está claro que no es su "Quién vive en la piña debajo del mar?!!!..." lo que ha hecho recalar a este surrealista personaje en este espacio. Pero, es que, entre los muchos temas populares y originales que salen en la serie, uno de los que más se repiten en las absurdas aventuras de este infantiloide ser no es otro que el "What shall we do with a drunken sailor?". Canción marinera que se hizo muy popular entre los tripulantes de los buques británicos del siglo XIX. Animosa melodía que junto a otras compondrán la variopinta colección musical de la extravagante serie. Entre las que también podríamos destacar otras de aires irlandeses como el "The Rake Hornpipe" o el "The Tip Top Polka". 
Pero es que, en su largo periplo, el Sr. Bob Esponja y sus amigos de Fondo de Bikini nos han dejado una multitud de buenos temas que abarcan desde el jazz, música celta, hawaiana, rock,... por lo que tendríamos que dedicar un especial a nuestro espongiforme amigo, y como no es eso lo que nos trae hoy por aquí, despediremos al señor Esponja y a la década de los 90 con otro de los simpáticos temas que acompañan al personaje: "Nostalgic Hawaii" y todo ello gracias a Jeremy Wakefield, Bradley Carow y a The Blue Hawaiians.

La entrada del nuevo milenio será un periodo rico en series, a la ya amplia gama de canales televisivos se les suman las opciones digitales, lo que favorece que proliferen con cierta facilidad series para todos los gustos y edades. Lógicamente, esto obliga a que, para que una serie obtenga el beneplácito del público, tenga que currárselo muy mucho. Es por ello muy normal ver que, diferentes cadenas y productoras, en esta lucha por la audiencia se vuelvan sumamente crueles y despiadadas con aquellos productos que no logra los niveles de audiencia deseados (mucho más exigentes cuanto más costosas sean las producciones); provocando un baile de cancelaciones, en muchos casos incomprensible. 
En esta búsqueda por innovar y hacer el producto más atractivo entran en juego una serie de aspectos entre los que destacan el visual que, ayudado por las nuevas tecnologías digitales, consiguen unos efectos por los que muchos hubieran matado años atrás.
Y, está claro que, si queremos que todo esté en orden, no podremos abandonar el aspecto musical. Si a un buen argumento, lo apoyamos con una buena artillería tecnológica y cojeamos en su acompañamiento musical, puede (no siempre es así) que el producto se resienta.
Esto queda claro (como veremos a continuación) en lo que llevamos de nuevo siglo, al menos, en lo que a las grandes producciones se refiere, aunque también veremos temas memorables en algunas producciones mucho más humildes.

Algo que quiero dejar claro antes de empezar con el nuevo milenio, es que, aunque el número de series se dispara exponencialmente en comparación con etapas precedentes, no por ello trataremos una mayor cantidad de temas, ya que al ser tantas, es muy posible que me deje alguna atrás por desconocimiento. En otros casos, porque no aportan nada nuevo a lo visto anteriormente. Y, lógicamente, porque en muchas de ellas lo menos relevante es su banda sonora.
Pero siempre habrá series con bandas sonoras de las que merezca la pena hablar sobre ellas. Así, comenzamos en el año cero de este nuevo siglo XXI, ya que en el mismo 2000 los franceses continúan con la tradición de llevar a la pequeña pantalla grandes clásicos de su literatura. En esta ocasión le toca el turno a Victor Hugo y a una de sus obras más significativas, "Los miserables". El encargado para dirigir el nuevo proyecto vuelve a ser Josée Dayan, el mismo que en 1998 se encargaba de "El conde de Montecristo". Y nuevamente con el icono francés (ahora ruso) Gérard Depardieu interpretando el papel protagonista, al prófugo Valjean. Personaje que se las verá con su némesis,  el incansable inspector Javert (encarnado por el genial actor estadounidense, John Malcovich). A ellos se les unirán nombres de la talla de Jeanne Moreau o Christian Clavier.
En cuanto a su banda sonora, el honor recae en esta ocasión en el compositor francés Jean-Claude Petit, autor quien entre sus obras más destacadas brilla con luz propia el "Cyrano de Bergerac" de Jean-Paul Rappeneau de 1990. 
Petit realiza un trabajo encomiable, como el que ya hiciera Bruno Coulais en "El conde de Montecristo" creando una gran obra sinfónica, muy enfática, acorde al momento histórico en el que se desarrolla la obra.

Un año más tarde nos encontramos con el que sería de los últimos trabajos del gran compositor estadounidense Michael Kamen ("Los inmortales", "Robin Hood, el principe de los ladrones",...), "Hermanos de sangre". Serie coproducida por  Steven Spielberg y Tom Hanks en la que se narraban las experiencias de la Compañía Easy del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista norteamericana durante su incursión tras el desembarco de Normandía en tierras europeas hasta la captura el Nido del Águila. Una producción que daba la sensación de estar viendo la versión extendida de "Salvar al soldado Ryan" (Steven Spielberg, 1998). 
Buena serie para todos aquellos amantes del acontecimiento histórico que fue la Segunda Guerra Mundial, ya que logra un alto grado de rigor histórico en los acontecimientos que narra (algo poco usual en los productos made in USA), aunque esté bastante focalizado en el papel de las tropas estadounidenses y, en concreto, en el de la Compañía Easy.

Este mismo año tenemos otra gran composición, en esta ocasión para una miniserie de temática muy británica y crisol de nacionalidades, de manufactura estadounidense y dirección germana (Uli Edel), "Las brumas de Avalon". El encargado de la composición de esta miniserie de dos capítulos fue el portorriqueño Lee Holdridge y canciones de la canadiense Loreena McKennitt. Holdrige, volvía a ser nominado a los Emmy por su brillante trabajo de aires celtas.

Y en 2003 nos encontramos con el fichaje por tierras hispanas de la promesa argentina, Federico Jusid. Compositor que logrará gran relevancia con sus composiciones para producciones españolas a partir de este año y, autor que ha demostrado tanto en sus trabajos para cine como televisión que dará mucho que hablar con sus futuros trabajos.
Como es habitual los inicios suelen ser modestos y en este caso no sería una excepción. Así, la serie a la que iría destinado este primer trabajo en España es un thriller de nueve episodios de Antena 3 que pasaría sin pena ni gloria por nuestras pantallas, pero con el que nuestro compositor deja un agradable sabor de boca, "El pantano".

Será a partir de 2004 cuando empecemos a encontrarnos con los verdaderos pesos pesados de esta década. Ya que este año es cuando llegaba a nuestras pantallas la serie con el piloto más caro de la historia de la televisión (hasta esa fecha), "Lost".
Serie que alcanzaba tales grados de audiencia que el mismísimo presidente Obama tendría que cambiar de fecha su discurso anual por coincidir con el estreno de la última temporada.
Y es que la serie de J.J. Abrams se convertía en una verdadera adicción, aunque dejara un sabor agridulce al no lograr cerrar en sus últimas temporadas todo el entramado que nos mantuvo enganchados en sus inicios. Aun así, posiblemente sea una de las series mas recomendables de la primera década del nuevo milenio.
Y si la serie logró un nivel muy alto gracias a sus recursos técnicos, un grupo de guionistas que no sabemos qué fumaban y un reparto convincente; lo que hacía Michael Giacchino fue para quitarse el sombrero. Y es que el oscarizado compositor ya nos tiene acostumbrados a demostrarnos su genialidad, pero, en aquellos ahora lejanos 2004, muchas de sus grandes obras estaban aún por llegar. Así, Giacchino, en las seis temporadas que duró la serie fue desplegando toda su artillería a base de bellos temas sinfónicos que iban destinados a muchos de sus personajes principales, situaciones, lugares,... y que, posteriormente, pasaban a convertirse en leitmotiv en la serie.
Entre los más destacados tenemos el "Life and Death" o el "The Oceanic 6".


Un año más tarde seguiríamos de suerte, ya que en este año de 2005 se hacía cargo de las nuevas temporadas del viejo conocido, "Doctor Who", el compositor británico Murray Gold. En esta nueva andadura del enigmático viajero del espacio-tiempo, el hasta ese momento poco conocido compositor, tomaba el relevo de otros grandes maestros que habían ido acompañando a esta longeva serie para dejarnos claro que tenía mucho que decir. Y es que Murray Gold nos deja temas tan maravillosos como este "I am the Doctor", impresionante melodía que lograba ensombrecer al recordado tema de inicio de Ron Grainer de 1963.


En 2006 veremos por un lado el Spin-off de la serie "Doctor Who", serie que usará por título un anagrama de su predecesora, "Torchwood". 
Este, era el empleado por la productora para evitar la piratería cuando se enviaban los capítulos del viajero doctor desde Cardif a Londres. Original juego de letras que acababa dando nombre al nuevo proyecto.
Como la temática mantiene cierta similitud con la serie original, los productores deciden continuar la misma línea musical de su predecesora, aunque añadiendo algo más de electrónica, por lo que Murray Gold vuelve a ser contratado para tal fin. Me imagino que para aliviar un poco la labor del compositor, enfrascado en la tarea de componer también para la serie original, se decide contar con la ayuda de Ben Foster, orquestador de Murray Gold en "Doctor Who". Así que, entre ambos, conciben la banda sonora de este nuevo proyecto.
Un buen ejemplo de todo lo anteriormente comentado lo tenemos en el tema "Captain Jack's" potente tema de aires zimmeriano.


Y por otro, la pequeña joya que llega de nuestro país vecino, Francia.
Simpática y estética serie sobre unos insectos un poco tocanarices y su estrella principal, la incordiante mariquita. 

Excelente producción creada por Thomas Szabo y Hélène Giraud y producida por Futurikon, France 2 y Disney Chanel (Serie que tendría su recompensa en forma de largo cinematográfico en 2013). Me refiero a "Minúsculos, la vida privada de los insectos".
La banda sonora corría a cargo de Hervé Lavandier, autor que se luce con una sencilla composición en su intro y al que volveremos a escuchar con algo más de peso y una obra más compleja en su versión cinematográfica "Minúsculos: El valle de las hormigas perdidas" (Thomas Szabo y Hélène Giraud, 2013).

En 2007 nos topamos con la aclamada coproducción realizada entre Irlanda-Canadá-EEUU sobre el reinado de Enrique VIII de Inglaterra, "Los Tudor". Durante cuatro temporadas y 38 capítulos pudimos seguir las conspiraciones palaciegas, amores, desamores y particulares gustos sexuales del monarca británico.
En cuanto a su banda sonora, Trevor Morris se hizo cargo de la composición durante las cuatro temporadas, logrando un formidable resultado. 
Con un intro, que no siendo malo, presenta ciertos elementos anacrónicos, no tanto sobre la melodía sino más bien en cuanto a la instrumentación empleada, pero que cambia con el posterior desarrollo musical de los capítulos. Aunque a lo largo de estos también aparezca algún que otro sonoro "plagio vs. versión" como el "Wolsey commits Suicide". Versión del "The Gael" de Dougie MacLean, melodía de 1990 que Trevor Jones también "adaptó" como tema principal para "El último mohicano" que Michael Mann rodaba en 1992 y que, nuevamente, Trevor Morris vuelve a hacer en 2007.

Finalizaremos la década como la empezamos, ya que será con otra serie gala con la que despediremos estos primeros diez años del nuevo milenio. La elegida será "Cartouche, el magnífico" (Henri Helman, 2009). Miniserie que narraba la historia del mítico bandolero francés del siglo XVIII.
La banda sonora corría a cargo de Cyril Morin y, aunque Morin no hace nada novedoso, crea una banda sonora solvente para acompañar las aventuras del benefactor espadachín galo.

Y llegamos al final para hacerlo por todo lo grande, ya que la segunda década de este nuevo milenio ha sido abundante en gratas sorpresas. En ella podemos decir que está habiendo de todo un poco, intros maravillosos, bandas sonoras espectaculares, temas de corte moderno, clásico, nuevos y preexistentes,... Una lástima no poder poner todos los que son, aunque puedo decir que, los que estén, merecerán la pena escucharlos.

Y es que el comienzo de la nueva década viene con una de mis preferidas, "Sherlock". Moderna versión del detective privado más popular del planeta, donde se adaptan los casos del famoso personaje de Sir Arthur Conan Doyle a la actualidad. 
Con un reparto fantástico encabezado por el camaleónico Benedict Cumberbatch (Sherlock), quien irá acompañado en todo momento por su inseparable Dr. Watson, encarnado por Martin Freeman (actor que volveremos a ver más adelante). Con ellos seremos testigos en primera persona de los casos llegados al 221B de Baker Street y sus fugaces encuentros con su némesis, el profesor Moriarty.
En el plano musical disfrutamos de la composición de uno de los maestros británicos más solicitados del momento, David Arnold (Independence Day, StargateCasino Royale,...), quien en esta ocasión se verá acompañado por Michael Price. Ambos crean una banda sonora muy compensada con la que deleitarse tanto de sus temas sinfónicos como electrónicos.

En el mismo año, pero en un plano mucho más clásico, tenemos "Downton Abbey". 
La serie sigue la estela de aquellos clásicos británicos como "Arriba y Abajo" (1971), "Retorno a Brideshead" (1981),... donde se nos vuelve a mostrar de forma muy dulcificada el sistema de clases existente en la Inglaterra de principios de siglo XX, representada en forma de señores y sirvientes. Serie donde brilla con luz propia una maravillosa Maggie Smith, veterana actriz que deslumbra con su papel secundario de vieja dama y adalid de las viejas costumbres, quien encuentra un maravilloso contrapunto en otra gran actriz veterana, Penelope Wilton; quien interpretará el antagónico papel de dama de clase media y defensora de los nuevos tiempos.
El encargado de poner música para tal proyecto es John Lunn, compositor quien también logra un buen trabajo en "La reina blanca" (2013), y quien no solo brilla con su refinado intro, sino que durante las sucesivas temporadas fue realizando un fantástico trabajo de musicalización, logrando tal familiaridad con los personajes y el entorno que, en las últimas temporadas, esa simbiosis dio lugar a un trabajo mucho más personal y acertado.

Y si comenzábamos la década con "Sherlock", ¿qué puedo decir de la que viene a continuación?. Ya que hablar de este fenómeno que daba el salto del papel a la televisión para hacerse con millones de entregados seguidores por todo el mundo, millones de fans deseosos de participar y romper con todas las previsiones a la hora de atender los castings. Pues esta es ni mas ni menos que "Game of Thrones".
Serie que llevaba a la pequeña pantalla la inconclusa y aclamada obra de George R. R. Martin, "Canción de hielo y fuego", para hacerla viral. Y es que ni el propio Martin era capaz de imaginar lo que se le venía encima cuando David Benioff y D.B. Weiss se hacían cargo del proyecto.

De la serie poco puedo decir que no se haya hablado ya en miles de foro a lo largo y ancho del planeta. Solo puedo alabar el preciso trabajo a la hora de llevar el mundo de Martin a la pequeña pantalla para dejarnos apreciar con toda clase de detalles los diferentes matices de las villas de los Siete Reinos, así como las ciudades libres de Volantis, Braavos,... o las llanuras Dothrakis. Y sobre todo, poner cara al odiado Joffrey, John Nieve, Tyrion Lannister,... o a los temidos caminantes blancos.
Y si la serie cuenta con unas imágenes espectaculares gracias a la potente intromisión de la tecnología digital que logra en postproducción convertir todos los cromas en escenas de un realismo sobrecogedor, un plantel de maquilladores y diseñadores magníficos que han transformado actores en gigantes, muertos vivientes o caminantes blancos, en fin, todo lo que se le presupone a una superproducción al más puro estilo Hollywood. Pues si a todo ello le añadimos lo que nos trae aquí, su música... ¿Qué más puedo decir?
Y es que Ramin Djawadi no solo nos deja un tema de inicio que será recordado largo tiempo (mas un intro que lo tiene todo a nivel estético), sino que el joven compositor logra a lo largo de las sucesivas temporadas ir tejiendo un mapa musical que parece estar planificado por el propio George R. R. Martin; de esta forma ira dotando en el transcurso de las temporadas con su propia melodía a las diferentes casas, los Lannister y su lema "A Lannister Always Pays His Debts", Los Stark con su querida y dura "Winterfell", al igual que algunos personajes significativos que contarán con su propio tema. Un claro y bello ejemplo de ello lo tenemos en al tercera temporada cuando crea para la Madre de Dragones, liberadora de esclavos y legítima heredera al trono de los Siete Reinos, Daenerys Targaryen su "Mhysa".
Y si algunos dudaron en un principio de la capacidad de un joven e inexperto Djawadi a la hora de hacerse cargo de un gran proyecto como este, el alemán ha dejado claro que, no solo era capaz, sino que ha superado con creces sus mejores expectativas.

En el mismo año que "Juego de tronos" irrumpía en los hogares, también lo hacía la irreverente "Shameless" norteamericana. Remake de la homónima serie británica de 2004, la familia Gallager se mudaba de Manchester a Chicago para hacernos reír y sufrir con las aventuras de esta disfuncional familia.
En el plano musical, los encargados de la composición eran Fil Eisler y Mark Mothersbaugh, pero si en algo destaca la serie es por su música preexistente, entre la que destaca su tema de inicio "The Luck You Got de la banda The High Strung.

En 2012 nos topamos con una serie francesa que goza de una muy cuidada estética y, para mi gusto, bastante recomendable: "Les Revenants"
Aquellos seguidores de "The walking dead" puede que no coincidan conmigo a la hora de valorar este producto como lo hace un servidor, ya que su creador, Fabrice Gobert, sigue la estela de otros cineastas franceses como Chabrol, Ozon,... y su cine pausado. De esta forma, esta historia de renacidos, no lleva prisas a la hora de explicar el porqué vuelven estos personajes a su pueblo tras años de su muerte (tanto es así, que entre la primera temporada y la segunda hubo una pausa intencionada de tres años), sino que Gobert se recrea en ellos y en las consecuencias de su inesperado retorno. Y todo ello, con una delicada fotografía y una fantástica banda sonora a cargo de la banda escocesa Mogwai, banda que logra ese contrapunto de tensión y dramatismo con sus sugestivos temas.
Aunque aquellos que estén más acostumbrado a el estilo anglosajón, siempre les queda la posibilidad de ver su remake made in USA, "The Returned", que se hacía en 2015.

Este mismo año de 2012 nos volvemos a encontrar con el argentino Federico Jusid en una nueva serie española. Y es que el compositor se muestra ya mucho más maduro y deja en esta serie sobre la más famosa de nuestras regentas uno de sus mejores trabajos para la televisión, hasta el momento: "Isabel".
Gran obra sinfónica la realizada por Jusid para acompañar los pasos de la reina española que unió las coronas de Castilla y Aragón y financió el gran proyecto de Cristobal Colón.


Pero este primer lustro todavía nos tenía preparadas varias gratas sorpresas, y es que, en 2013, llega de tierras británicas la interesante producción de Channel4, "Utopia". La serie que copiaba el formato cómic para transportarlo a la pantalla pequeña, jugaba con unos muy saturados colores primarios para cargarlos de significado. 
Y es que, en esta intrigante y conspiranoica serie que seguía los pasos de unos frikis que, sin quererlo, se veían envueltos en una peligrosa aventura tras caer en sus manos un cómic de culto que ocultaba un peligroso secreto, fue una de las sorpresas más gratas del 2013 y posiblemente del lustro.
Si bien es cierto que la serie contaba con algunas escenas de violencia bastante duras (tanto explicitas como implícitas) no apta para un público delicado, aun así, la serie te atrapaba para dejarse ver con desenfreno.
Y en el plano musical, si a la serie le faltaba algo para demostrar su desquiciada y desquiciante personalidad, el chileno Cristobal Tapia de Veer acababa de rematarlo. Y... ¡BOOOM! el cóctel lanzaba su brillante señuelo y te atrapaba en su hipnótico delirio. Dos temporadas en las que pudimos saber quién era  Jessica Hyde...

Este mismo año de 2013 también llegaba a las pantallas un producto creado al otro lado del Atlántico, "Da Vincis's Denons", otra de esas series made in USA empeñadas en desvirtuar la historia por el mero fin de entretener. En este caso el agraciado con tan humillante ofensa es uno de los mayores genios del Renacimiento italiano, Leonardo di ser Piero da Vinci.
La serie que se centra en el periodo de juventud del maestro, se saca de la manga una serie de aventuras en un contexto histórico de muy dudosa procedencia. 
Y, si dejamos de lado todo esto y nos ceñimos al mero espectáculo, bueno, no es que sea una serie de culto pero entretiene (que parece ser su único cometido).
Y ya descargado mi enfado contra la frivolidad de los estadounidenses a la hora de manipular toda la historia en la que ellos nos hayan sido partícipes (aunque tampoco suela salir mucho mejor parada esta), pasemos a ver lo que nos trae por aquí.
El autor de la banda sonora es un viejo conocido de los seriofilos de última incorporación, el norteamericano Bear McCreary. A él le debemos la melodía de series tan reconocidas como "Battlestar Galactica" (2004-2009), la de la popular "The Walking Dead" (2010-presente) o "Black Sails" (2014-presente). Pero es con "Da Vinci's Demons" con la que lograba su primer Emmy, y lo era gracias a su tema de inicio, una estupenda composición que además de servir de intro se convertía en el tema principal de la serie.

Y finalizaremos este segundo repaso que nos ha llevado desde la década de los noventa a la actualidad con dos series de 2014.
La primera que veremos será la aclamada "True Detective", aunque he de puntualizar que destacaré, tanto en el plano musical como en el resto, lo que fue su primera temporada. Ya que la segunda ha resultado ser un tanto decepcionante.
Y es que la primera temporada lograba engancharnos en una complicada trama de misteriosos asesinatos de aspecto ritual en una rural y un tanto deprimente Luisiana, lugar donde dos policías de dispar personalidad tendrán que compartir la investigación y largas momentos de espera que darán lugar a conversaciones de un valor incalculable. Y es que ahí residía la diferencia con sus semejantes, en los elaborados diálogos que surgían entre dos figuras tan dispares, diálogos en los que recaía toda la fuerza en un asombroso Matthew McConaughey y su cerebral y hastiado personaje. Y como contrapunto, su compañero, un clásico policía terrenal e inestable equilibrio moral, papel que recaía en un acertado Woody Harrelson.
La serie, que llevaba a su director Cary Fukunaga a lograr el Emmy a mejor dirección por serie dramática, obtenía numerosas nominaciones a Emmy (12), Globos de Oro (4), Satellite Awards (3),... Y conseguía asegurarse su continuidad con su descepcionante segunda temporada.
En el plano musical, el encargado era el reconocido T Bone Burnett, autor reputado en temas country que con sus melodías folk acentuaba el ambiente rural sureño de la serie.
Pero si algo destacaba, ese era su espectacular inicio, intro al que acompañaba la melodía del dúo The Handsome Family y su tema"Far From Any Road" de 2003.


La segunda y última (de momento), otra serie policíaca que complicaba la existencia a la anterior a la hora de hacerse con un número mayor de premios. Esta, aprovechaba el título de la aclamada obra de los Cohen (quienes solo participarán en esta ocasión como productores ejecutivos) para irrumpir con fuerza en nuestras pantallas, "Fargo".
Si bien es cierto que la primera temporada presentaba cierta similitud con la obra original de los hermanos Cohen de 1996, en su segunda temporada se distanciaba un tanto, de tal forma que parecía salir, más que de las manos de los Cohen, de las de Tarantino. Y si "True Detective" perdía fuelle en su segunda temporada, no ocurría lo mismo con "Fargo", sino que esta se reinventaba. 
Es cierto, que esta segunda no contaría con el personaje encarnado por Billy Bob Thornton (Lorne Malvo), actor que borda la excelencia en el papel del psicópata asesino a sueldo que complicaba la vida al anodino Lester Nygaard, papel interpretado por Martin Freeman (el Watson de "Sherlock"). Pero aún así, lograba mantener nivel muy alto con una historia que ocurría 33 años antes e implicaba a algunos personajes comunes.
En cuanto a la música, decir que Jeff Russo sería el elegido para hacerse cargo de la banda sonora de ambas temporadas, autor que realiza un muy buen trabajo, dejando un magnifico tema de inicio y principal con el "Bemidji, MN", tema que mantenía la estética dejada por Carter Burwell para la película original.

Y es todo por el momento, espero ir incorporando en adelante nuevos trabajos, o mejor aún, poder abrir una tercera parte de este "Las Series de T.V.".

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario