Singularidades


Singularidades

He decidido abrir este tema de nombre tan particular por una sencilla razón. No todos los autores que se han dedicado a este precioso trabajo de la composición cinematográfica han tenido la suerte de ser tan prolíficos como algunos de los que ya hemos visto en el apartado Autores, o siéndolos, no han conseguido esa representativa cantidad de trabajos destacables, sin que esto quiera decir que en algún momento determinado de su carrera lograran realizar esa pequeña joya que los puso en un momento determinado entre el firmamento de estrellas de la composición cinematográfica.
Es cierto, que muchos de estos compositores, por diversas circunstancias, no han podido o querido verse encasillados en este bello apartado musical, mientras, otros por azares del destino conseguían ese éxito tan insistentemente buscado por otros . Curiosamente,  para no volverlo a lograr nunca más. 
Esto último es un hecho frecuente con compositores de modas temporales y pasajeras, los cuales, consiguen relevancia en momentos culminantes del estilo en cuestión, para, poco más tarde, caer en el olvido. Algo que, afortunadamente para ellos y desafortunádamente para otros más constantes e incluso brillantes (aunque de estilos más ortodoxos) se vean relegados, en más de una ocasión, a posiciones alejadas en las nominaciones a reconocidos galardones.

Lo que hoy nos trae aquí son esas composiciones. Esas bandas sonoras de autores que por diversas circunstancias no han tenido o tuvieron un bagaje largo o exitoso en el séptimo arte, pero que, en un momento determinado lograron disfrutar de su momento de gloria, brindándonos aquella obra que dejó su impronta asociada a algún film, serie o documental.

Veremos como muchas de ellas, aun dejando una gran huella en el momento de ser creadas, por circunstancias que se escapan a mi humilde entendimiento, han ido perdiendo esa magia que percibimos cuando fueron compuestas. Obras, a las que algunos cuantos románticos seguimos insistiendo en dar ese lugar que perdieron hace ya mucho tiempo atrás, ya que dejaron ese recuerdo imborrable en nuestra memoria.
Otras sin embargo, se mantienen tan vivas en el tiempo como cuando las vieron nacer. Convirtiéndose en obras intemporales, que son versionadas o utilizadas en multitud de ocasiones, gracias, a  mantener la frescura de sus inicios.

Es cierto, que intentar poner todas estas obras que lograron tener su momento de gloria pero cuyos compositores no volvieron a lograr un nuevo gran éxito, es una tarea harto difícil. Así, espero no dejarme muchas en el tintero y no descartando tener que añadir alguna más una vez publique este artículo.
Tampoco descarto el tener que eliminar alguna. Pero por si alguien se preguntara, cómo es posible que pueda hacer esto. Bueno, no es por que deje de tener espacio en este hueco. Sería debido a que muchos compositores de los que haré mención siguen en activo, por lo que es lógico que vuelvan a tener nuevos éxitos. Y reitero, este apartado es para obras singulares, temas únicos o único gran éxito de un compositor y si el autor merece tener su espacio propio, así será.

Pues… una vez hecha esta pequeña introducción, sólo nos queda empezar a conocer estas exclusivas joyas. 

Como viene siendo habitual, realizaré el repaso de forma ordenada cronológicamente, partiendo de las obras más antiguas a las más actuales.

Así, iniciaremos esta singular andadura en el año de 1949, con esa gran obra que desarrollamos en el apartado sobre "La II Guerra Mundial", me refiero al clásico británico “El tercer hombre” (Carol Reed, 1949). Film para el que el vienés Anton Karas componía un magnifico tema para ser interpretado con un particular instrumento: la cítara. Tema que lograba convertirse en una de las composiciones escritas originalmente para este instrumento más famosas de todos los tiempos y única composición para el cine de este autor.

No nos iremos muy lejos, ya que nos quedamos en Europa, sólo que en esta ocasión nos vamos al continente y arribamos en la Francia de 1958. País donde un polifacético cómico escribe, dirige y protagoniza esta crítica ácida a la despuntante nueva sociedad tecnológica: “Mi Tío” (Jacques Tati).
En ella, los compositores Alain Romans y Franck Barcellini serían los encargados de crear la agradable banda sonora que se convertiría en una de los temas más representativo del cine europeo de la época y, posiblemente, de todos los tiempos. Bella y  jovial melodía de aires afrancesados que no ha perdido un ápice de su frescura con el paso del tiempo.

Pasemos al año 1964, esta vez, con una co-producción entre EEUU y Grecia: “Zorba el griego” (Mihalis Kakogiannis, 1964). Potente drama donde un magnífico Anthony Quinn nos dejaba una de sus mejores interpretaciones gracias al papel del alegre y vital Zorba. Film en el que destacaría otra gran interpretación, la que recaía en la estrella internacional griega, Irene Papas.
Pero si en la película destacaban las grandes interpretaciones de sus actores, la banda sonora a cargo del griego Mikis Theodorakis sobrepasaba los limites de lo terrenal y alcanzaba el Olimpo de las composiciones. Para ella, crea el tema e inventa baile folclórico: “La danza del Sirtaki” o también conocida como “La danza de Zorba”. donde mezcla las versiones lenta y rápida de la danza del folclore griego: Hasapiko. 
Lo curioso no es que sólo  se convirtiera en un éxito internacional, sino que, además, pasaba a formar parte como sello de identidad de la cultura popular griega. Pocos podíamos imaginar que antes de "Zorba el griego" no existiera la danza del Sirtaki como tal. Así, una vez más, vemos la influencia del cine en la cultura popular.


Pasamos al año 1967, fecha en la que me voy a saltar una de mis normas. Ya que aunque no sea usual en mí colocar canciones, en este caso haré una excepción. En esta película con banda sonora compuesta por Dave Grusin, lo que realmente destacaron en el film fueron las canciones del dúo que la acompañaron.
El Graduado” (Mike Nichols, 1967). Los temas a los que me refiero, fueron obra de Simon & Garfunkel. Canciones que si bien no eran originales, contó con una de ellas creada expresamente para el film: "Mrs. Robinson". Tema que se convertía en un nuevo éxito de la pareja y con el que se hacían con dos Grammys.
Este film iría acompañado, además de por el tema "Mrs. Robinson" y su versión instrumental, de otros éxitos anteriormente editados por Simon & Garfunkel, como: "The Sounds of Silence" o "Scarborough Fair/Canticle" (entre otros), temas que como he dicho anteriormente no eran originales. 
Canciones que sirvieron para profundizar en la huella dejada por esta estupenda y recordada película de finales de los sesenta y controvertido romance.


En el año de 1973 era rescatado un gran tema de 1902The Entertainer. Y aunque no se trate de una composición original, no podía dejar de mencionarlo, ya que el film al que acompañó no hubiera sido el mismo sin él.
El Golpe” (George Roy Hill, 1973). Si bien la banda sonora estaba firmada por Marvin Hamlisch, autor quien consiguiera el Oscar a mejor adaptación musical. El tema que nos acompaña durante gran parte de la película, se trata del ragtime de Scott Joplin “The Entertainer”. Tema, que como he comentado anteriormente fue compuesta en 1902 y sobre la que Hamlisch realizaría la adaptación para el film.


Tras este, pasamos a uno de esos grandes éxitos de temporada. El que nos deja el duro film “El expreso de medianoche” (Alan Parker, 1978). En pleno desarrollo de la música electrónica comercial (tecno-pop), el italiano Giorgio Moroder, nos deja esta banda sonora de ritmos electrónicos con la que obtuvo el Oscar y el Globo de Oro, más la nominación al Grammy.
Es posible que la banda sonora haya quedado algo desfasada, pero no podemos decir lo mismo del film que, con una estupenda dirección a cargo de Alan Parker, un intenso guion realizado por Oliver Stone sobre la autobiografía de Billy Hayes y su paso por las cárceles turcas; y en la que un malogrado Brad Davis y un asténico John Hurt realizaban unas de las más sobrecogedoras y creíbles interpretaciones dramáticas que he podido ver en mi ya no tan corta vida.

Nos vamos a 1981, año en el que veremos dos grandes composiciones. En primer lugar me gustaría hablar de una serie que me impactó gratamente cuando la vi, allá por mediados de los 80: “Retorno a Brideshead” (Charles Sturridge). Serie en la que un compositor que no frecuenta mucho el cine y la televisión, Geoffrey Burgon, se encargaba de componer la banda sonora de la miniserie. Para ello, realiza una composición sinfónica de una belleza exquisita y… muy británica, con la que acompañaría a esta miniserie y donde destacaba sobre manera su tema de inicio. Lógicamente se trataba de una serie británica, que contaría con un gran reparto, entre los que encontrábamos al entonces joven Jeremy Irons junto a dos grandes figuras británicas, los veteranos Laurence Olivier y John Gielgud. En una serie con un argumento algo atrevido para una España en plena transición, al hablar abiertamente sobre la homosexualidad masculina,  aunque bien hay que decir, tratado de  manera muy correcta, como tan bien saben hacerlo los británicos.

En el mismo año tenemos el Western: “La puerta del cielo”, film del controvertido director Michael Cimino. 
No me extenderé ya que ha sido tratado en el apartado dedicado al Lejano Oeste. Por lo que sólo añadiré que, aparte de llevar a la ruina a la United Artist (UA),  acabar con casi toda la credibilidad del realizador quien obtuvo el premio a peor director en la ceremonia de los Premios Razzie y tener un serio fracaso comercial. Pues… aun así, este que os escribe, lo considera un gran film, quizás le sobre algo de metraje, pero, aunque muchos pensaran lo contrario, está bastante bien realizada e interpretada. ¡Y cómo no! ya que es lo que nos trae por aquí, posee una estupenda y memorable banda sonora sustentada en ritmos del folklore norteamericano (Country). El culpable de ello sería el  compositor David Mansfield, y si tuviera que elegir un tema del film, sin dudas sería este: “Heaven’s Gate Waltz”.

No avanzamos mucho en esta ocasión y nos quedamos en 1984. Ahora, para tratar la extraña combinación que se produce en el film fantástico de aventuras medievales: “Lady Halcón” (Richard Donner). Donde el señor de la música electrónica: Alan Parsons será el encargado de poner melodía al film de corte medieval. Aunque el trabajo de la composición no recae en Parson, quien delega el trabajo a Andrew Powell que se acompaña de algunos otros componentes de The Alan Parsons Project para su grabación. Si hay algo que destacar, es el arriesgado trabajo de Powell. Quien crea una mezcla de ritmos electrónicos junto a sinfónicos que dan un aire bastante anacrónico para el contexto en el que debía ir introducida la melodía, pero que, aun así, conseguía un resultado más que aceptable.


No ocurría lo mismo con su coetánea: "Superdetective en Hollywood" (Martin Brest, 1984). Película en la que la música electrónica de Harold Faltermeyer va como anillo al dedo en el film que lanzaba definitivamente al estrellato al cómico afroamericano, Eddie Murphy. Y para el cual se crea el simpático tema principal que ha logrado convertirse en todo un clásico.

Dando un gran salto en el tiempo, nos vamos hasta el año de 1998, año donde nos encontramos con la banda sonora del oscarizado John Corigliano para el film canadiense dirigido por François Girard: “El violín rojo”.
Bella historia que sigue la trayectoria de un singular violín a lo largo de su vida, desde su creación en un taller de un artesano italiano del siglo XVII, hasta una casa de subastas a finales del siglo XX. Film para el que Corigliano realiza una intensa y hermosa partitura, lógicamente, para violín, que era interpretada por el prestigioso violinista Joshua Bell.

Con otro gran salto nos vamos hasta el año 2008, año en el que la alemana Doris Dörrie realiza la desgarradora “Cerezos en flor”, película sobre vejez y soledad, sobre proyectos rotos, sobre amor y abandono… sobre amistad, sobre vivir… y morir. 
Cinta para el que Claus Bantzer compone una serena obra con la que dosifica el dramatismo de esta bella y lograda película, pero en el que las piezas del compositor alemán eran acompañadas de otras composiciones de reputados autores japoneses como Ryūichi Sakamoto, Shunsuke Mizuno o Shibusa Shirazu quienes introducen algunos bellos temas de aires orientales, y otros que, siendo del país, optaban por no hacerlo y obtenían un resultado espectacular, como es el caso del magnífico “Little Black Book” de Yoko Kanno.

Como avanzar dando grandes saltos en el tiempo seria ya bastante complicado, a menos que poseyéramos una máquina del tiempo. Nos quedaremos en el año 2009, Año en el que los hermanos belgas Van Dormael nos dejaban el fantástico romance del Sr. Nadie en “Las vidas posibles de Mr. Nobody”. 
Si en la dirección nos encontrábamos con Jaco Van Dormael. Este, como ya hiciera en anteriores ocasiones, recurría a su hermano, el guitarrista Pierre van Dormael,  para que le compusiera la banda sonora del film. Pierre para ello realiza una sencilla y hermosa banda sonora para su instrumento. En esta película en la que Jared Leto (Réquiem por un sueño) interpretaba al indeciso Sr. Nadie. Sujeto cuya vida cuenta desde su lecho de muerte. O más bien… vidas, ya que narra las posibles existencias dependiendo de sus decisiones, o mejor dicho, sobre sus indecisiones.
Bellos relatos narrados desde planos muy estéticos, donde Dormael se acompañará en los momentos de retrospección a la niñez del protagonista, de la acertada melodía de las voces femeninas del cuarteto:  “The Chordettes” y su tema “Mr. Sandman”. 
Desafortunádamente, El compositor Pierre Van Dormael no podría asistir al estreno del film, ya que moría de cáncer en 2008. Recibiendo póstumamente el Premio Magritte por la composición de la película.

Finalizaremos con la banda sonora de un corto de animación nacional: "El vendedor de humo" (Jaime Maestro Sallés, 2012). En donde los estudiantes de la escuela de animación de Valencia, "PrimerFrame", nos demuestran como cuando si se quiere hacer las cosas bien, no hay nada que envidiar a los grandes estudios PIXAR. 
Así, en el año de 2012 realizaban el fantástico corto de animación que obtendría el Goya en esta categoría, más otros muchos premios por su estupenda labor. 
La producción contaría con la banda sonora compuesta e interpretada por la banda también valenciana: "Twelve Dolls", quienes hacen que el visionado del film sea un verdadero gusto para nuestra vista y oídos, enganchándonos con su vitales y alegres ritmos de charanga. 

Y es todo por hoy, espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

Dedicado a mi amigo José Amor, de quien partió la idea para crear este nuevo apartado, aunque tenga que reconocer que al final... me  desviara un pocobastante.

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