miércoles, 26 de junio de 2013

Bill Conti (Compositor)

Bill Conti

Providence, Rhode Island (Estados Unidos), 1942.

Hoy veremos a un autor que hizo historia en las décadas de los setenta y  ochenta.
Compositor de algunas de las melodías más populares de aquellos años, cuenta con grandes temas que pasarán a formar parte de los anales de la historia del cine. Claro ejemplo de ello lo tenemos con la célebre banda sonora del púgil más famoso del Séptimo Arte, Rocky Balboa.

Con una trayectoria profesional algo irregular pero muy vinculada al mundo del cine. No sólo compone bandas sonoras de películas, sino que también será el autor que más veces ha escrito y dirigido las melodías con la que se han acompañado las ceremonias de entrega de premios de la academia del cine norteamericano (Oscar). Hecho por el que ha obtenido once nominaciones al Emmy, logrando alzar uno de ellos en tres ocasiones (1992-1998-2003).
También son muy reconocibles algunas de las composiciones realizadas para la pequeña pantalla en los años 80, como son el caso de los populares temas de las no menos populares series de televisión: “Falcon Crest” (1981-1990), “Dinastia” (1981-1989, 1991) o “Norte y Sur” (1985, 1986, 1994).

Aunque, como podemos comprobar, es un autor de reconocido prestigio y cuenta en su haber con un número considerable de nominaciones a premios de gran relevancia. Sin embargo, ha logrado alzarse en contadas ocasiones con alguno de ellos, ya que, salvo los tres Emmy mencionados anteriormente, sólo es poseedor de un cuestionado Oscar. Tema del que hablaremos con algo de más detalle a continuación.

Una vez presentada la tarjeta de visita de nuestro autor de hoy, pasaremos a conocer algunas de las melodías que le han reportado su merecida fama.

Este italoamericano, aprovechando su ascendencia transalpina, lo lleva en sus inicios a probar suerte en el país de sus ancestros, lugar donde escribirá para algunas obras menores de finales de los sesenta. Entre ellas nos encontramos con la coproducción hispano-italiana dirigida por el español José María Elorrieta “Un sudario a la medida” (1969).

Una vez de vuelta a los Estados Unidos entra en contacto con el singular director Paul Mazursky, para el que compone las melodías de varias de sus películas de principios de los setenta como: “Blume enamorado” (1973) y “Harry y Tonto” (1974).

Pero no es hasta 1976 cuando consigue realizar la obra que lo llevaría a su despegue definitivo “Rocky” (John G. Avildsen). Con un guion realizado por el propio Stallone para esta cinta de bajo presupuesto, se filma esta película con la que tanto el actor-guionista, como nuestro compositor, alcanzarían una popularidad insospechada. Y no sólo eso, sino que el film consigue hacerse con un significativo  número de premios de prestigio como el Oscar, Globo de Oro o BAFTA en varias de las categorías más codiciadas.
Así, “Rocky” rompe moldes y se transforma en un icono de los años setenta que trasciende hasta nuestros días. Creando una saga de sucesivas, pero cada vez más decadentes, secuelas sobre el heroico “Potro italiano”.
De lo que estoy completamente seguro, es que gran parte del éxito del film se debió a su banda sonora, y por supuesto, a su compositor. Ya que este logra crear una de las obras más emotivas y motivantes de la historia del cine.
Con ella, consigue el crédito suficiente para volver a ser el autor del siguiente capítulo de la saga del púgil italoamericano. A quien acompañará en todo su dilatado periplo, salvo en la cuarta entrega: “Rocky IV”, de la que se encargaría el otro italoamericano, el compositor Vince DiCola.

Una vez conseguido el objetivo de entrar con esta composición en ese selecto grupo de músicos populares de Hollywood, pero aún con muchas cosas por demostrar, escribirá, antes de finalizar la década de los 70, algunas nuevas bandas sonoras para películas; sólo que en esta ocasión con desigual resultado. Así, con varios filmes que intentan claramente copiar el formato triunfante de la anterior, tendremos algunas cintas en las que, de nuevo, se emplea un argumento que gira en torno a un personaje de voluntad inquebrantable, de nuevo, protagonizados por un imparable Stallone, y de nuevo, con música de Bill Conti.
Lógicamente, aunque algunas consiguieran tener un más que aceptable éxito en pantalla, no lograron emular a su antecesora. Claro ejemplo de ello lo tenemos en el film de Norman Jewison, “F.I.S.T”, en 1978.
Film en el que Stallone interpreta a un idealista y reivindicativo trabajador que se enfrentará a los responsables de su fábrica. Quien, en su carrera por conseguir las mejoras que reclamaban los obreros, tendrá que dejar a un lado sus principios y, realizando un pacto con el mismísimo diablo y buscar apoyo en el crimen organizado.
Conti, compone para ella un potente y enfático tema principal, con el que da fuerza al personaje y a su singular historia.

Entes de finalizar la década de los setenta nos deja con el score de la segunda entrega del Potro Italiano: Rocky II” (Sylvester Stallone, 1979). Donde Stallone se implica un poco más si cabe y además de interpretar el papel protagonista, realiza el guion y dirige. Conti por su parte, no sólo mantendrá el estilo de la anterior, sino que le incrementará el ritmo de sus fanfarrias.
Y no será la única, ya que también realiza la ecléctica melodía para el otro Rocky, el de los bolos: “Dreamer” (Noel Nosseck, 1979). Efectivo batiburrillo de melodías populares de los últimos tiempos, en los que se van sucediendo ragtime, jazz, swing, rock and roll,…

La entrada en la década de los 80 la iniciaría con buen pie, así en 1981 compone la estimulante melodía de la fuga futbolística “Evasión o victoria”. Película que  desarrolla el intento de fuga de un grupo de prisioneros aliados en plena II Guerra Mundial y un curioso argumento para un film bélico con el fútbol como tema principal. 
Con un acertado Jonh Huston a los mandos y un reparto de auténtico lujo repartido entre actores de renombre como: Michael Caine, Max von Sydow y una vez más Sylverter Stallone, y grandes figuras del balompié internacional como: Pelé, Ardiles o Bobby Moore, el director desarrollará esta emocionante película a las que pertenecen algunas escenas históricas como la mágica chilena de Pelé, que fueron acompañadas por los solventes temas de Conti. 
Si bien es verdad que no crea nada nuevo, limitándose a copiar formatos de bandas sonoras precedentes como la de las geniales “El puente sobre el rio Kwai” de Malcolm Arnold o “La gran evasión” de Elmer Bernstein, inspirándose para ello en uno de los movimientos de la sinfonía “Stalingrado” de Dmitri Shostakovich. Logrará crear una espectacular partitura con la que da el tono heroico que requería el film.
Desigual fortuna tendría otro de los trabajos de este año: “Sólo para sus ojos” (John Glen, 1981). Único aporte para la saga Bond de Conti. Que, aunque optó al Globo de Oro y Oscar a mejor canción, su banda sonora no pasaría por ser de las más brillantes de la colección del agente secreto.

Tras la tercera entrega de Rocky en 1982, llegamos a la controvertida obra que le otorgará el Oscar a mejor banda sonora en 1983: “Elegidos para la gloria” (Philip Kaufman, 1983). Controvertida por presentar cierta similitud con algunos pasajes de “Los Planetas” de Holst y del “Concierto para violín en D” de Tachaikowsky, por lo que algunos llegaron a considerar que, en todo caso, debería haber sido premiado en la categoría a mejor banda sonora adaptada.
Partiendo una lanza en favor de nuestro compositor decir, que el causante de este desaguisado fue el propio director, quien, antes de contratar a Conti, había pensado usar las melodías de Holst como acompañamiento musical del film, conminándole a incluir estas melodías dentro de su composición.
Curiosamente, Conti, no es el primero ni el último en hacer uso de “Los Planetas” de Holst, así entre otros tenemos a John Williams, Basil Poledouris, James Horner o el plagiador por excelencia, Hans Zimmer, quien llegó a ser denunciado por plagio por la propia fundación Holst tras realizar la banda sonora de “Gladiator”, en donde el tema “Barbarian Horde” copia de forma casi literal el pasaje de  Holst: “Marte”.

En 1984 compone la popular melodía de otra conocida producción: “Karate Kid, el momento de la verdad” (John G. Avildsen), para la que volverá a trabajar en el resto de las secuelas de la saga fílmica, al menos, en los que estuvo Pat Morita como Maestro Miyagi.
Conti compone un intenso tema principal con empleo de pausadas melodías orientales, con el que enfatiza el carácter heroico y pacífico del protagonista.

Vamos finalizando la década de los 80 yéndonos hasta 1987, año en el que compone la bella melodía del film británico “Réquiem por los que van a morir” (Mike Hodges). Curiosa composición que, aunque tenga su base en la música celta, nos evoca melodías italianas, llegando en algunos momentos a presentar cierta similitud con las creadas por el gran Morricone para aquellos solitarios héroes de los spaghetti, en lo que parece ser una alegoría a esos personajes, solo que encarnado en la piel del arrepentido pistolero del IRA.
También en 1987 tenemos la melodía de “Masters del Universo” (Gary Goddard), donde un anabolizado Dolph Lundgren luchará contra el malvado Skeletor metido en la piel del poderoso He-Man. Bill Conti no se complicará mucho la vida y realiza una partitura que nos recuerda en exceso a las conocidas melodías de la saga Star Wars, entre otras.

Es a partir de este momento cuando empezamos a notar un ligero declive en las composiciones de nuestro autor, quien aún conservará el prestigio gracias a sus trabajos anteriores, pero que claramente empieza a dar señales de agotamiento en su, hasta ahora, inquebrantable creatividad; dejándonos a partir de ahora un irregular camino de composiciones y sólo volviéndonos a sorprender en contadas ocasiones.
Un claro ejemplo de lo que os comento lo tenemos en la partitura de la película francesa “El gran azul” (Luc Besson, 1988). Si en la versión original el director se acompañaba de la fantástica y relajante obra de Eric Serra, para la comercialización en los EEUU se opta por que sea Conti el encargado de acompañar al film y, aunque intenta mantener el pulso al francés, su tema no llegará en ningún momento a cuajar, y menos aún, si tomamos como referencia la composición de Serra: “Le grand bleu”… y es que las comparaciones son odiosas.

De esta manera vamos dejando atrás la década de los 80, componiendo alguna nueva banda sonora de la saga del niño karateca “Karate Kid III” (John G. Avildsen, 1989) y entrar en la de los noventa con el que fuera el gran fracaso de taquilla del eterno boxeador: “Rocky V” (John G. Avildsen, 1990), film con el que retoma la relación con el Potro tras su ausencia en la película anterior.

En los noventa, pocas bandas sonoras nos encontramos que merezcan la pena ser mencionadas. Dentro de las salvables, tenemos la bella y emotiva melodía realizada para el corto de IMAX sobre el Parque Nacional de Yellowstone: “Yellowstone” (1994).

Y así,al igual que ocurriera con el gran Elmer Berstein, le pasa a Conti. Viéndose arrastrado en su declive a componer para filmes de dudosa calidad, realizando melodías para comedias de medio pelo “El novato del año” (1993), “El gran scout” (1994), “Napoleón, el perrito aventurero” (1996),…. o acompañando a héroes interpretados por un Stallone con un cada vez más indisimulable síndrome de Peter Pan y un hormonamiento que empieza a quedar algo ridículo en alguien de su edad: “El protegido” o “Rocky Balboa”, último film de una saga que se resiste a finalizar por más años que cumpla su actor protagonista y personaje.
Afortunadamente, al igual que también ocurriera con Bernstein, es capaz de dejarnos alguna pieza destacable, como ocurre en el remake del film de 1968 “The Thomas Crown Affair” (John McTiernan, 1999), donde nos deja una hermosa y trepidante composición cargada de ritmo.

Y aunque nuestro autor permanece en activo, componiendo en 2012 la melodía del film “6 Foot Rule” (Arthur J. Mangano), esta será nuestra última banda sonora por hoy. Por lo que, una vez más, para todo aquel que quiera conocer con más detalle parte de la obra de este singular compositor.

Espero que haya sido de vuestro agrado.

Un saludo.

5 comentarios:

  1. ¡¡¡ Cómo no va a ser de mi agrado si resulta que esta vez las he visto casi todas !!!

    ¡¡¡ Recordaré este día pues supone algo único !!!

    También hay algunas que no he visto, "Masters del Universo", por ejemplo. Ni ganas que tengo de verla (para "master" ... ... ... "Master & Commander", por supuesto).

    Hay una cosa en la que llevas toda la razón: la música de "Rocky" aumentó considerablemente el valor de la película. La escena de Balboa subiendo las escaleras no tardó en convertirse en una de las imágenes-icono del cine, y esa escena no sería igual sin la excitación añadida que supone la banda sonora en tal escena clave.

    La película sobre el boxeador me gustó bastante (no así el personaje de la novia del boxeador, que me resulta muy insulso, poco trabajado, y a la que no entiendo). Pero solo esa, la primera película de la saga.

    Luego la cosa degeneró pésimamente y, en mi opinión, a mucha gente llegó a hartar tanta secuela (creo que llegaron a seis).

    Las secuelas, por lo general, no son buenas --como las noches de ronda-- excepto si se llaman "El Padrino" o "La Guerra de las Galaxias".

    "Evasión o victoria" me deja frío, ni fu ni fa. Pero hablando de evasiones me gustó mucho más la inolvidable película "La gran evasión". Por cierto, hace unos meses se reportó el asunto de la espectacular fuga protagonizada en el cine por Steve McQueen. Supongo que lo sabrás, pero te dejo un enlace donde aparece alguna información:

    http://www.abc.es/tv/20121116/abci-gran-evasion-national-geographic-201211162036.html

    El caso es que el señor Conti ha tenido la habilidad, la fortuna, la inteligencia, la suerte, o todo a la vez, de encontrarse en el sitio adecuado en el momento justo. Lo digo por la gran cantidad de películas en las que veo que ha trabajado y que, aunque no sean joyas en cuanto a calidad, sí suponen éxitos comerciales y de público. Por ejemplo, la de Kárate Kid, que no es que sea una maravilla cinematográfica precisamente, pero tuvo su público y el éxito suficiente para animar a los productores a realizar secuelas. Eso sí: la película gana muchos enteros por la interpretación del maestro en artes marciales, ese entrañable abuelo japonés.

    Y luego están las series de televisión de aquella época en que yo era joven ... bueno ... quiero decir más joven que ahora. ¿Cómo no recordar Falcon Crest, por ejemplo? Y, oye, ahora que hablo de series de hace tanto tiempo, sí que recuerdo perfectamente la música de cabecera de Miami Vice. Era estupenda y combinaba de maravilla con las imágenes y créditos de inicio. Esta sí que quedó grabada en mi memoria.

    Y, finalmente, llegamos al Sr. Bond, James Bond. En esta ocasión, la película "Sólo para sus ojos". Sugerente título. Sobre todo cuando sale un delicioso y dulce caramelo que responde al nombre de Carole Bouquet, una de las mujeres más bellas de entre las bellezas que suelen salir en las películas del famoso agente secreto. Esta entrega está protagonizada por un actor tan "british" como Roger Moore. Que, por cierto, me cae genial este "british" (para que veas lo que son las cosas, oye). Eso sí: interpreta un agente 007 algo acartonado, pero sus expresiones de ironía son bastante divertidas. No me extraña que la música de "Sólo para sus ojos" aspirase a algún premio, al menos la canción de inicio, porque es marca de la casa los inicios musicales de toda la saga 007, como es sabido, y algunas de esas canciones iniciales están muy bien, como sabrás.

    En fin, creo que Blogger me va a rechazar este comentario por tener demasiados caracteres escritos, así que lo dejo aquí.

    Un saludo.



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  2. ¡Bueno, bueno! como se nota que en esta ocasión sí que hemos acertado.
    He aquí a un Sr. Romerolanda en uno de sus momentos esplendorosos, uno de esos momentos que tanto deben temer sus sufridos dedos.

    No sé por donde empezar, es verdad que la música de Rocky marcó un momento. Decía Barbara Streisand que no había mejor melodía que la de Rocky para salir a correr, algo que comparto plenamente con la Sra. Streisand, pocas bandas sonoras se han hecho que motiven tanto a la hora de hacer ejercicio como la del potro italiano.

    En cuanto a la genial cinta de Sturges "La gran evasión", sólo puedo decir que gran película y gran banda sonora de Elmer Bernstein, quien curiosamente, mantiene una trayectoria similar a la de Conti.
    Por cierto, desconocía el estudio que aparece en el artículo.

    De las series de televisión y sus temas de inicio, dudo que le marcara tanto la música electrónica de "Miami Vice", sino más bien las señoritas que aparecían luciendo el palmito en dicha apertura, ¡que ya nos conocemos un poco!.

    En cuanto a su idolatrado agente secreto, posiblemente Roger Moore sea el James Bond menos serio de todos, llevando el icono de dandi inglés a unos limites tan exagerados que resultaban cómicos, algo que no hacía desmerecer las películas de tan insigne agente secreto, sino que le daban otro aire a los Bond más serios como George Lazenby, Timothy Dalton o Daniel Craig;
    Con Connery a medio camino junto a Pierce Brosnan.
    En cuanto a sus hermosas mujeres y a sus canciones de inicio, ¿qué quiere que le diga? son todo un clásico. Y Carole Bouquet a sus 24 añitos era un bombonazo.

    Gracias nuevamente por estar ahí.

    Un saludo.

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  3. jejejejeje ... gracias, gracias ... pero todo el mérito es tuyo, que has acertado con una entrada donde puedo decir que he visto un buen número de películas.

    Y ... ejem ... estooooooo ... pues sí, ciertamente las señoritas que salen en la cabecera de "Miami Vice" resulta que "combinan" muy bien con la música ... ejem ... ejem ... pero no quiero quitar mérito a dicha música (ni a las señoritas). Aquella serie, incluida su música inicial, eran las que creaban definían el estilo, la estética, de la época y la verdad es que me gusta bastante. La música, digo. Algo parecido siento que ocurrió con "Nueve semanas y media": aquella estética fue un acierto combinarla con una muy bonita canción interpretada por la carraspera de voz del viejo rockero Joe Cocker. Y es que la canción "You Can Leave Your Hat On" es inolvidable. Con y sin Kim Basiguer, jejejejeje, que ya me imagino que me quieres pillar por ahí.

    Aunque admito que con la Basiguer ... mejor, jejejejeje.

    Creo que coincidimos en señalar quienes son los mejores agentes 007. Justamente los que has puesto en el medio, Connery y Brosnan, son los que más me gustan. Lazenby no me gustó, me gustó un poco más Dalton. Craig no me acaba de gustar en ninguna película. Sin duda me quedo con Connery y con Brosnan. Y luego, con Moore.

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  4. Por cierto, que se me ha olvidado ponerlo antes: me encanta la imagen del señor Conti. ¡ Qué pocas oportunidades tengo de ponerme pajarita !

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  5. No, si sabía yo que no iba muy desencaminado, jajaja.

    Bueno en cuanto a los Bond, como ya sabe, el especialista de la familia es mi hermano. Yo me conformo con verlas en pantalla pequeña cuando salen en DVD y he de reconocerle que me faltan por ver unas cuantas.
    Pero como buen forofo de los Espaguetis Western, siento especial predilección por esos héroes impasibles e imperturbables, por lo que Daniel Craig me gusta como Bond. Aunque le reconozco, que en mi juventud mi preferido era el expresivo Moore.

    Me voy a meter donde no me llaman, pero le recomiendo que se abstenga de ponerse la pajarita, ella y su guerrera no se llevarán nada bien, jajaja.

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